La maldición del Alfa
ía visto antes. Él la condujo a través de la entrada a una gran sala de estar, con un sofá bl
unca. A lo largo de las paredes opuestas había
Era de un hombre, que tenía el mismo color de
én es
se encontró con W
los Sombra Carmesí, convirtiéndonos
y se posó sobre el
ncisco después de la Gran Guerra Lobezna. Era un gran Al
mientras ambos ex
-comentó Waver
yer con una pequeña sonrisa-. Esp
a placa con el nombre en la
beza: -Es escandinavo. S
iración mientras estudiaba la postura de su abuelo.
es
us ojos se concentraron
pa
continuara, pero él no dijo nada más. Permanecieron en silencio mientras sus
por
bía tocado un nervio. Sin embargo, siempre parecía que cada
constaba de varias estanterías hasta el techo y varios sillones y sofás peq
ran escritorio de acero. Estaba cubierto de material de oficina y la pared estaba decorada con estant
que se encontraba detrás del escritorio con una vist
ercó y se pu
posición -comentó, sin apartar la
mano en el bolsillo y su reflejo rebotaba en el crista
y comenzó a mover los
no creías que estuviera
evó su atenc
a dij
lo c
viejo dicho, «nunca se s
rieran cada trozo de papel ante
el aviso original
paream
a maldición, intenté descubrir una pareja dentro de mi manada. Entonces,
carta que la manada Lycan había recibido hace casi una semana, estaba el escudo de los Sombra
. Miró a Sawyer, que asintió-. Pero las manadas han tenido que p
ba la hoja de la mano-. Intenté evitarlo, pero las manadas n
asombrada: -¿Po
se vio truncada cuando se a
tienes qu
obre el escritorio que tenían delante y levantó la vista al ver a Waverly de pie junto a él, con
s un buen cambio con respecto a las
aba a punto de responder cuando Sa
e el papel, que contenía nume
asi todo, aunque... -miró a Sawyer, que lo fulminó con la mirada-. De todos modos... parece que
páginas que tenía delante mi
os quita
o, no, la tienda de Tillbury existe desde
observó mientras explicaba el proceso a Christopher. Se centró en los números, frunciendo la
ígrafo e in
documentos y una so
l Alfa -dijo-. De
n con cada respiración mientras colocab
iría
eguntó Christopher, entusiasmado. Sawyer continuó ri
o-. Algunos miembros del personal quieren organizar una reunión
intió con
e las visit
suelto e
er sonrió: -Gr
cabeza: -Cualquier co
la cabeza y se
-dijo Christopher. Dirigió una respetuosa inclinación de cabeza y u
l marco de la puerta durante unos instan
riosidad. Sawyer la miró, con los ojos aú
ó despreocupadamente-. Ella se
argarte de eso tú mismo por
l escritorio donde estaban los pa
go que puedo hacer -res
levantar la vista, vio a Sawyer mirándola
na? -preguntó él
jó escapar
creo que tu mana
n reducido, ella podía oler el aroma almizclado de su colonia que emanaba de su cuello desabrochado. S
lla y con cada paso que daba, las finas pecas que cruzaban el puente de su nariz se hacían más prominentes. El
r de pie cerca de la estantería, con los puños cerrados
á tod
dó quieto y g
awy
et
nuevo como el pozo en sus entrañas se a
l, con una voz a
n la llevó allí, aprobó sus condiciones y hace un
tio, sus ojos se alzaron para encontrarse con los de
avor -
. Cuando miró hacia atrás, Sawyer estaba en la silla de su escritorio, de espaldas a ella.