El Último Beso
ente frente a mí?", dijo Brian, sentado aún sobr
ó?". La chica saltó de miedo al escuchar esa voz que hizo retumbar la habitación entera. Lo siguiente que supo fue que, frente a ella estaba ese hombre, levantándole la barbilla con brusquedad. A
l que resultó
ser tan hermosa; ya se entiende por qué a
ndes y redondos, como los de un ciervo; estos eran tan negros como el azabache.
re podría enamorarse de ella con mucha facilidad;
Brian, con sus ojos clavados e
por supuesto
o como una estúpida estatu
o, las palabras simplemente no le salían. Estas parecían perderse en algún lugar dentro de s
l empresario. Él odiaba a esas mujeres que cambiaban de forma y color como los camaleones, y odiaba más que nada a la m
a a ser obediente y no quiera engañar a usted en el futuro"
, no le voy a engañar"
lia Woodsen no podrá seguir viviendo!"
e los presentes en la habitación. Fue una boda sin ceremonia, pero ella h
n, la cual se vació al instante, dejándolos solos a ellos dos, con todo
ado sobre el sofá, mientras cruzaba una de sus
estido de novia era un poco incómodo, y la cola de este era larga, por lo que tuvo
a miraba preguntándose por qué ella actuaba de manera
cigarrillo en su boca. "No
¿Cómo es posible que la famosa ch
e vino en su mano, al tiempo que le
negando una vez más, ya que
anquila tan fácilmente, con su mano enorme, la tomó de la c
e ahogó, y tosió con fuerza al instante. El sa
io?", dijo el hombr
o que no cualquiera puede tener", agregó. Él quería dejar muy en claro
lo absoluto', pensó la chica,
ser capaz de ir al colegio con libertad, y esperar que su amado
r el disgusto en su mirada, agregó: "Ah, cierto. Tú puedes tener
ue no quisiera hablar, sino porque le dolía mucho el estómago. Ella
lmar la incomodidad de su estómago. No obstante, ocurría algo extraño, que ella n
ando a creer que quizás ella sí estaba diciendo la verdad, puesto que n
e aferró con fuerza a un lado del sofá y lo vomitó todo. Al no haber ing
arse y la apoyó sobre su hombro. La llevó h
golpeó con la mesa que se encontraba a un costado, y de inmediato,
piedad por la mujer que estaba frente a
recién c