La Condena de tu Amor
a
do Di
ara que pueda desahogarme en sus páginas, descarg
fuera de plástico y no corriera el riesgo de romperme, lo que sí que
ble, porque me vio llorar como hacía m
o sé, pero lo utilizaré de todas fo
troducción. Si algún día mis nietos leen est
diecisiete años. Voy a comenzar mi último año de High School con m
justicia en cada caso que tenga que resolver. Sí, sé que no es el sueño común
arece que es un color genial, inspira
con chispas de chocolate. Amo l
is favoritos, aunque no me gusta mu
ner mascota, «nota al margen: nos estamos mudando, pero no te ade
íamos de un día de paseo mi padre y yo. Era un cachorro, abandonado y sucio. Desde el momento en que lo vi me enamoré de
pequeña, así que dijo: "este cachorro será tu responsabilidad Carol
omento dije un gran SÍ, mientras ab
amió mi cara como si fuera un helado que se derrite. Supe entonces cuál sería su nombre, y que él se convert
es digno de fotografías para Pinterest. Además, simboliza etapa de nuevo renacimiento. Después de la mudada comenzarán a nacer nuevas hojas, nuevos colores, nueva vida.
numbras, pero la total os
artística que ha sido mi deporte desde que puedo moverme al ritmo
lsor. Amo bailar, y la música rock, r
jar calma mis nervios y ansiedades, com
ué más pue
ebería decir mansión, del novio de mi madre, «y al parecer futuro esposo, porque si no, no nos estaríamos mudando con él. Porque entonces ella no
nte "celebridad" del mundo de la medicina? Pues te contaré el motivo de
i fiel compañero Señor Cariño, una casa hermosa y sencilla, hasta unos padres amorosos y atentos que me daban todo el amor que pudiera imaginar. Tenía mucho
abajo. Atrapaba a los malos, mantenía el orden y la disciplina en las calles, era muy respetado y ad
i siempre me dejaban escoger a mí. Recuerdo que ponía la de superhéroes porque me recordaba a papá. Cuando aparecían los malos en escena me escondía debajo de su brazo para que me
ed muy bien cortado por donde corría descalza fingiendo que papá me perseguía para arrestarme y mamá era mi cómplice. Una enorme fuente de agua llenaba el centro donde siempre mi
ra siempre, los malos sí que existen, y mi p
ia. Según nos contó el compañero de patrulla y mejor amigo de papá, el tío Ben, habían a
edes del banco eran de cristal por lo que podían observar todo lo que ocurría dentro. Así fue como se die
rzos, pudo ver que uno de los atracadores se le quedaba mirando fijo. E
l fin capturado. En el momento donde lo apresó el tipo le juró delante de todas las personas que formaban parte del operativo
de su fea cara emergió una sonrisa escalofriante que
e se encontraban reunidas en un rincón. Sin miramientos le disparó a mujeres, a
ngre pararse delante del cristal y comenzar a golpearlo y gritar pidiendo ayuda. Su carita roja por el esfuerzo de los gritos y sus ojitos azules llenos de lágrimas. Uno de los atr
on la idea de adentrarse en él, no esperó los refuerzos, ni escuchó los gritos de su amigo que lo llamaba, estaba cegado por la rabia y la culpa
efender. Lo movió hasta arrojarlo con fuerza al suelo delante de todas las víctimas tanto vivas como muertas, y entre los cuatro comenzaro
s eran antibalas, cosa que no sabían. Entonces tuvo que mirar, impotente, como molían a golpes a su mejor amigo sin poder hacer nada, absolutamente n
on cuenta de que su tiempo había acabado, así que el psicópata cabecilla apuntó la pistola a la cabeza de papá y
icías, como una burla hacia ellos, al no poder atraparlos vivos y hacer justicia encerrándolos entre rejas
os funerales y entierros fueron realizados. Madres, hijos, abuelos
mos a ser las mismas. Mi héroe, mi Superman
de vino en la mano, sentada en el sofá rojo con la mirada perdida en el televisor frente a
sintiera orgulloso de mí. Pero en las noches, al darme cuenta de que nunca más iba a abrir mi puerta para da
con un abrazo en la
conmigo la mone
rotegería a
s malos hab