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Si jugamos con fuego

Capítulo 2 La entrevista

Palabras:1495    |    Actualizado en: 23/10/2022

an

o un gran esfuerzo por no ver de nuevo esos detalles que ya había aprendido de memoria. Llenó de aire sus pulmones y miró al techo antes

odía negar que en ese momento solo podía pensar en sí mismo. Recordar los ojos cafés de Andrea García no le hacía ningún bien, mucho menos si volvía a ver ese maldito ar

proponérselo. Uno que retardó tanto como pudo para no arruinar la amistad con su mejor amigo, pero que al final no sirvió de nada. Estuvo tan cerca de hacerla suya -y

trajo del pasado. Fueron los de la mujer que posaba en la imagen que tenía enfrente. La poseedora de una sonrisa maliciosa y una m

e se deleitaría para hacerlo tan lento y doloroso como pudiese. Se lo debía a su padre y a sí mismo. Era a ella a quien esperaba con ansias. Era capa

la voz de su secretaria lo hizo dar un salto

nadie nos interrumpa

har el sonido de la puerta, lo pensó mejor y caminó hasta la credenza a sus espaldas y apoyó el trasero en la orilla, antes de cruzar los brazos sobre su pecho. Su secretaria le mencionó más

os frente al escritorio con sus labios

a que lo miró con los ojos entrecerrados al notar dónd

mos de la misma edad. -Ella le extendió l

mbio radical en su estado, para que se desmayara del susto por volver a tenerlo frente a ella. No obstante, el únic

su primera pequeña victoria-. Creí que nos conocíamos. -Quería hac

al segundo de formarse, lo ofendió con una eficacia inimaginable. Livia se acomodó uno de sus mechones

dió a su petición, pero suponía haberlo hecho ya qu

tó con un ademán para que dict

os. La forma en que acomodó sus botas estilo militar al cruzar la pierna sobre su rodilla, enfundada e

tando mucho eso. Sobre todo, el reparar por tanto tiempo en cada una de sus delicadas facciones. Se dio cuenta de que sus ojos parecían arrastrarse mediante una fuerza

su defensa debía decir que cuando planeó ese encuentro, jamás se imaginó que ella lo i

e en el Sag

ó la carpeta que descansaba sobre el escrit

frase. La verdad era que quería

provocando que ella entrecerrara los ojos y viera la puerta de la oficina. Parecía como si co

tú. -Exhaló con cansancio. Nad

orio con su puño para hacerla reaccionar-. Con razón. Espera... ese año se graduó Efraín

retender que no sabía quién era él, era cruzar la línea. Él era... era... Su respiración se aceleró con p

os que había besado bajo las escaleras del gimnasio la mañana en que fue «seleccio

omo un estúpido. D

ntrevista. -Su sonrisa semi curvada empezó a convertirs

si de manera imperceptible y se recompuso

agua fría y la sirvió en un vaso largo. Se acercó demasiado a su lado y se la entregó. Pero no fue eso lo que lo

re su pecho como si se hubiese quemado-. Estás muy pálid

violento el que lo arrasó al sentir sus dedos sobre él. Esas simple

padre al que

ó. Ahora ella era

sado de escenario, pero el simple hecho de habe

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1 Capítulo 1 Sinopsis2 Capítulo 2 La entrevista3 Capítulo 3 Primera impresión4 Capítulo 4 Soluciones temporales 5 Capítulo 5 La mala suerte sigue6 Capítulo 6 Cambio de prioridades7 Capítulo 7 Jefe8 Capítulo 8 Café matutino9 Capítulo 9 Primer día10 Capítulo 10 Modas Baumann11 Capítulo 11 Aclarando puntos12 Capítulo 12 Los extraños Baumann13 Capítulo 13 Sin emociones de por medio14 Capítulo 14 ¿Un obstáculo más 15 Capítulo 15 Sin escapatoria16 Capítulo 16 El juego inicia17 Capítulo 17 La verdadera recompensa18 Capítulo 18 Los hermanos García19 Capítulo 19 Conversaciones incómodas20 Capítulo 20 En el castillo Baumann21 Capítulo 21 Atrapados22 Capítulo 22 El Abaddon23 Capítulo 23 Jefe y enemigo24 Capítulo 24 Confesión25 Capítulo 25 Contratiempos26 Capítulo 26 Sin fuegos artificiales27 Capítulo 27 Decepción28 Capítulo 28 Después de todo29 Capítulo 29 Esta noche30 Capítulo 30 El juego acaba de empezar31 Capítulo 31 ¿Verdad o reto 32 Capítulo 32 Adictivo33 Capítulo 33 Evidencia 34 Capítulo 34 Intenso35 Capítulo 35 Piezas de información36 Capítulo 36 Cautiva37 Capítulo 37 Malos recuerdos y una promesa38 Capítulo 38 Destruirla 39 Capítulo 39 Misión40 Capítulo 40 Vendetta41 Capítulo 41 Una pista42 Capítulo 42 Pago de deudas43 Capítulo 43 Consecuencias44 Capítulo 44 Nada más que ceniza45 Capítulo 45 El Colombiano46 Capítulo 46 Reacciones47 Capítulo 47 Confrontación48 Capítulo 48 Secretos49 Capítulo 49 Del cielo al infierno50 Capítulo 50 Por orden del médico51 Capítulo 51 Pérdidas52 Capítulo 52 Breve despedida53 Capítulo 53 Un aliado54 Capítulo 54 Celos55 Capítulo 55 Lealtad56 Capítulo 56 Obsequio italiano57 Capítulo 57 Traición58 Capítulo 58 Es hora59 Capítulo 59 Amanecer junto a ti60 Capítulo 60 Ángel oscuro61 Capítulo 61 La sentencia de Darío62 Capítulo 62 Exorcismo63 Capítulo 63 Entre amigos64 Capítulo 64 Te extrañé65 Capítulo 65 Lo que quiero es...66 Capítulo 66 Epílogo