LA TENTACIÓN DE LUCY
U
. Lo que me encontré, no coincidía con lo que tenía en
nte. Recibí una llamada de mi asistente. Debía esperar unos
ando lo que sucedía y es que mi expresión no podía
aparecería de un momento a otro. Esa rubia idiota, que dice ser su mejo
u falsa cabellera rubia, ondeando ante las miradas débiles y depravadas de los
mnasio, la blusa de tirantes delgados y unos zapatos con tacones de aguja. Toda de
rosos intentos de seducción. ¿Quién le dijo a Barbara Healey que me interesa acostarme
cho de ser mujer, pero es la causa de que mi herman
que te vayas -
mi chofer, mi guardaespaldas. Sabía muy bien l
deshace de ella
ovisor y mi expresi
o he pensado. Esto
na discreta son
iga y yo
del restaurante y
imera vez que me haga ca
bien, pues en su momen
. Ni siquiera esa mujer, que desde que la conocí en una de esas extrañas reuniones a las que Kris va con s
nfado. No voy a esconde
rece darse por vencida. Se va camina
a Arnold y echa a andar el auto-. Voy
udades más importantes de Estados Unido
o que me agrada la idea de ir a un lugar magnífico y que los asist
do dejar de lado esa parte
rtante. No fue gracias a las mujeres y hombres que pasaron po
l coche y camino unos p
da debajo un traje de corte italia
único que espero es que Barbara no haya seguido
gerente de este restaurante, cuando me vaya a Miami. Sin embargo, que
erlo devastado cuando ella lo d
seando a Marty, en mi ausencia, por
tarde. Por lo general, estoy desde
ris bajando de su auto con una mujer de estatura pequeña. Es una cr
atía. Es una monja cuyo habito negro y cofia blanca bajo un velo oscuro des
ndo un enorme esfuerzo para manten
ésta en las que definitivamente la vida me pone a prueba. Allí está
hombro. ¿Qué hace con una maleta? ¿¡Qué hace en San Franci
manera nerviosa paso una mano por mi boca y barbilla.
ertida, cuando nos encontramos. Para entonces ya me qui
está acostumbrada a lugares como éste. Veo su rostro cuand
izquierdo del pecho m
uí? -interrumpo mis pensa
ríe por
.. -toma mi muñeca y ve la hora en el Rolex de
mbro, luego con rabia cont
es u
l ver que no tengo palabras- y
de afecto me rebasa. Tiene razón, es mi herman
le advierto serio. No puedo mostr
mira fijo y volte
ra nuevamente-, quizás es
Seguramente está preocupada por su madre. Ya Kris me puso al tanto de lo sucedido. No me había en
con sorpresa. Es tan infantil, tan... Se muerde
a menor idea de qué hacer. Tiene hambre. Vuelve a
ás si la miras un poco de cerca
a la realidad. Por enésima vez
iento -señalo mirando el bar-. Ni
ríe abie
un sacrile
ables al imbécil de
al escuchar lo que ya sab
de Ben -recla
ue se le ocu
to nuestro y ella tiene la suficiente edad
o sé cómo es que ese dege
ia sexual que ella -señala a Lucy y siento que mi sangre hierve al im
-le reclamo mole
erno -sonríe ahora con malicia, levantándose de la barra-. Irás con ella y la
a no la comprendo. Me siento aturdi
n tu cita
qu
tamb
atuendo que le grita al mundo qué elección ha tomado. Contengo el aliento. En un a
xclama algo que me hace ce
esa frase y mil imágenes de alto contenido erótico
, que debo hacer un enorme esfuerzo para no ir de i
a veo y es justo en el momento en que su lengua rosada se pasea por esos labios tan delicadamente perfectos
ente interesado en sus
ta mis sentidos: Me ha estado observado ¿Por q
iene. En ese corto lapso puedo recorrer una tersa y delicada piel que nadie h
lunar bajo el labio inferior derecho que me está volviendo loco. Es tan hermo
té entre nosotros. Este mundo no mer
olteo rápidamente hacia ella que se ha levantado con cara de susto, poniéndose roja. ¡Se está ahogando! No lo pienso dos veces y sin desp
udiéndose, aspiro de golpe el aroma de su esencia. Quedo impactado por su perfume tan único. Mi mano busca la curva que hay en su cintura y ella se incorpora con mi ayuda para intenta
n limpios. Se ve tan indefensa que dan ganas de llev
Sin maquillaje, sin máscaras. Lu
ermana, déje
está t
bien... -me dice
las capas de ropa. Es suave, como una muñequita a la que po
in saber
er
ando mis ojos en los suyos. Sin embargo esas palabra
que la asusté, de
nera, si es que se puede suavizar mi gesto, de t
hipnótico. Se ruboriza apenada ¿de qué? Me pregunto y siento que su cuerpo empiez
dice ingenuamente y escucho s
tando suavemente su cuerpo. E
se alisa el hábito que ahora luce
puedo evitar sentirme excitado. Estoy m
Rich
u boca. Qué hermosa boca tiene. Jamás había deseado unos
azules me despiertan de mi perturbadora fantasí
tando el último botón del saco y entonces es
go entrando en consciencia de que mi hermanita se quitó el
No tiene la menor idea de por
rencia de estaturas tomo su muñeca y deslizo mis dedo
ende soltando un gemido ahogado con n
bresalta? ¿Aca
chards ¿Usted y
o-. Kris me pidió que la
jos contemplan el milagro. ¿Por qué me hace esto? ¿Acaso Dios o el diabl
osa consiguiendo que el mu
e con su voz angelical-. S
testigo de cómo mi mano grande luc
lo más íntimo. Mi sexo despierta con ferocidad. Es casi orgásmico to
conocerla he
e mira des
a Kris le
abe c
ntenta soltarse, la retengo, lu
e Guy,
con una facilidad pavorosa. ¡Maldita sea mi suerte! Mi autocon