LA TENTACIÓN DE LUCY
U
Mi carácter es alegre y extrovertido, pero ese hom
ante un hombre así. Es tan alto que mi barbilla apenas llega a su hombro; su cuerpo lucía delgado en la distancia, ahora que lo tengo cerca, demasiado, diría yo,
un paso atrás para sonreírle. Nec
a mi o
Evade mi mirada. Me siento mal y sigo hambrienta. Pienso en la probable causa de su molestia.
vamos... -resp
nimo Lucy, tú puedes salir de ésta! Se hace a un lado y me invita a caminar delante de é
de -dice con aire distante, mientras
Qu
con apare
le
í. Me llevo las manos a los labios y j
murmurar. -¡Oh Dios! ¡Debió decirme! -susurro -Yo contaba con que me ayudaría a conseguir
edo apartar mis ojos de los suyos? Me ruborizo sin siquiera esperarlo. Yo no puedo quitar mis ojos de encima,
calma -dice como si estuviera
ando al pasillo que nos encaminar
usito dejándolo segui
una mirada asesina que realmente me ll
ice intentando hacer una mueca
stoy acostumbra
lrededor como si buscara a
, no se sie
onto recuerdo que dejé m
¡Olvidé
ue la traiga, venga co
tenerse. Es la primera vez que alguien me trata
rápidamente, ansiosa, porque no quiero reconoce
lina con el ceño fruncido. -Solo quiero que e
palabras salen con torpeza de mis labios y no sé por qué
. Me sobresalto, mis ojos se abren como platos y dejo de respirar. ¿¡Qu
páñeme...
ia atrás. Miro sobre mi hombro y veo a una mujer que me asombra por su aspecto. Toda ella es tan llamativa.
o lentamente por sus largas piernas. Sigo subiendo sin e
avergonzada. Los hombres alrededor murmuran, la devoran con los ojos y ella parece disf
e ve como si fuera una estatua. No delata nada, sin embar
a sea -
ones se suavizan, luego me regresa a la realidad. No es un e
ena condición física. Aun así, las prisas y las emociones tan repentinas, me hacen perder el aliento. Al fondo del pasillo veo una
s... -digo, si
l caído del cielo... ¿Un ángel? ¡Luzbel era un ángel! Me corr
l mundo!? ¿¡Acaso se están escapando los demonios del infierno!? Esa rubia tiene algo que me eriza la piel y no se compara a los escalofríos que el señor Richards ha causado en mí. Vuelvo a fijar mis ojos en su mano y sólo puedo pensar en lo hermosa que es. Su piel es blanca, perfecta... se ve tan suave. Lo sigo hipnotizada.
su nombre en voz alta
alrededor de mi muñeca con
lastimadas, que un escalofrío recorre mi esp
a! ¡No me mire así! -
seguirl
avor -suplico vo
os a mi muñeca. Los aparta y mira hacia la
bia con un gesto tan lasc
los ojos y él se torna distante. Su quijad
a idea por la cabeza. ¿Aca
rba
xistencia. Se le acerca. G
te importa -interrumpe su intención
detiene en seco. Sonríe con desga
a puede es
De cerca tiene un aroma particular que n
de su tórax cuando nos damos cuenta de la situación que he propiciado. Apenas p
e que tratar conmigo y no vino de tan lej
tro ochenta, con esos tacones k
a nariz, clava sus ojos de pupilentes violetas en mí y
U
son, pero creo que cuando nuestros dedos s
nto. Debe ser el hecho de que realmente nunca había est
a, que mi cuerpo me pide a gritos que la
¿Será que su cuerpo virgen presiente las emociones que recorren el mío? E
visto antes. ¿Qué
e sonríe acalorada. Qué i
os recorren una vez más ese lunar cerca de los labios suaves y me pongo tens
-le digo sintiendo u
, luego me acompaña.
.. -responde con esa
en un susurro erótico. Suena tan dispuesta, tan sumisa, que es casi orgásmico y
a. Siempre camina rápido. Le sigo el ritmo. ¡Demoni
hábito, me ponen a pensar en cómo me gustaría estar para
sobrehumano para no demostrar lo excita
cuenta de que la sigo hipnotiza
tarde -le digo con las emocione
iene e
Qu
ás falsa calma q
le
labios y junta sus manita
me digo fascinado. ¡Esa muje
la gente conoce. -¡Oh Dios! ¡Debió decirme! -susurra -Yo cont
oy resultando ser demasiado obvio. Eso
go tratando de ser amable, pero simplement
al pasillo que nos encaminar
. -dice bajito, y
rante a Barbara. ¡Maldita sea! Replico para mis ad
co tan sól
.. -le pido a Lucy en un
stoy acostumbra
entre los labio
, no se sie
No quiero que se contamine
¡Olvidé
ue la traiga, venga co
ar, pero ella se
a pagar mi consumo! ¡Yo
esperación actúo como un idiota -Solo quiero que
cobrar? ¿Por qué no? Y
n un gesto desesperado, mi cuerpo s
en inmensos, so
delicadeza -por favor -termino diciendo s
en el temblor de sus la
cara de San Francisco, me lanza una de e
a mujer está tan podrida de la cabe
no? Si es una mujerzuela ¿de qué otra manera pod
a -digo ent
del brazo y
penas lo noto, pero insisto en que no quiero que su
voz de mujer que crispa mis nervios y sin querer apri
ojos un sentimiento, que jamás ha
contra mí p
re así! -replico en un susurro. M
llantes y asustados, les c
avor -suplica vo
ción de mí mismo y para entonce
rubia con un gesto tan
uiere devorar y así es. Aprieto mi quijada. Como me gustaría
. -escupo
la rubia dando
mi instinto asesino, me ref
rmana, si no te importa -
ue ahora dibuja en los labios, en realidad es
a puede es
mi asistente con sus insinuaciones, cuando siento el cálido cuerpo de Lucy pegándose a mi pecho.
por Lucybe
uedo permitir que nadie, especialmente Bárbara descubra
que tratar conmigo y no vino de tan l
mi ángel con de
oma mi mano, más no sabe que co
y lo largo de su hábito. Me gusta la
ios. No puede ocultar que le disg
y a es
ermana, saldré a resolver
s. Lucy desliza suavemente su mano entre la
me da tranquilidad. Entonces descargo mi r
infeliz que te largu
aliento. Se muerde
que me llamaras así, mie
omar la muñeca de Barbara y apretarla hasta ver un gesto de dolor en su cara. Sin embargo,
erás buscándote para revolcarnos. Eres una basura, menos que eso y sabes
tengo s
lo s
co ¿quiere
raras. Los virus no son mi rama. Solo soy cirujano plást
llevar. Tal vez deba explicarle algunas cosas. Algunas, pero no lo que p