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El heredero perdido (#2 P.M)

El heredero perdido (#2 P.M)

andyswriter_

5.0
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17
Capítulo

León Romanov, heredero de la mafia y exitoso empresario, toma una drástica decisión: huir de su siniestro legado, escapando de sus padres y su peligroso enemigo. Con una bala incrustada en su abdomen, lucha por avanzar hasta que finalmente se encuentra atrapado en un sombrío callejón. ¿Podrán sus perseguidores dar con su paradero? Ana Mojica, una joven tímida y callada, se gana el cariño de sus pacientes gracias a su dedicación como enfermera. Su vida da un giro inesperado cuando descubre a un hombre herido en un oscuro rincón de la ciudad. Impulsada por la desesperación, lo lleva a su hogar con la intención de sanar sus heridas. ¿Cómo reaccionará Ana al descubrir que el príncipe de la mafia se oculta en su propia casa?

Capítulo 1 PROLOGO

Prologo

León

Tiempo atrás...

Correr, es lo único que tengo planeado hacer, no miro atrás. No puedo dejar que ellos me atrapen, aunque estoy muy herido para continuar igual la adrenalina hace que siga adelante.

Escucho los gritos de mi padre, esta furioso.

- Atrapen a ese desgraciado. No dejen que escape - escucho los gritos de mi padre que me hacen estar en alerta. Jadeo de dolor por los golpes que me han dado por todos lados, observo la parte de mi pierna dónde me habían clavado un cuchillo, está muy mal la herida, pero podré marchar un poco más. Siento que las lágrimas aparecen por el dolor que experimento también por la traición de mi padre.

Me quejo del dolor y me paro en un lugar muy desconocido, no es lejos de la mansión. Tengo que salir de aquí cuánto antes o me encontrarán, mis ojos me pesan poco a poco, pero trato de moverme lo más que puedo hasta que siento que mis ojos me pesan y caigo inconsciente.

Ana

Los horarios de trabajos son intensos, pero vale la pena hacer lo que me encanta, ayudar a las personas que necesitan de mí. Camino por las calles oscuras para ir a casa, miro a todos lados para estar en alerta por cualquier eventualidad. Entro a un callejón ya que es el camino más rápido de casa, a lo lejos observo en el suelo a un hombre, comienzo a caminar un poco más rápido hasta llegar a él.

No es de por aquí ¿Que le habrá pasado? ¿Cómo se hizo las heridas?

Tiene heridas por todo su cuerpo, llamo a mi hermano Gastón, pero no contesta. Maldigo por ello.

- Bueno, guapetón. Es hora de irnos a mi casa - hablo, mi casa es cerca del callejón así que arrastro hasta allá al hombre, le dolerá mañana su columna, pero es muy pesado para alzarlo entre mis hombros.

Minutos más tarde...

Llego a la casa, dejo las manos del hombre en el piso para poder abrir la puerta de la casa cuando lo hago, le arrastro hasta el sofá ¿Cómo hago para acostarlo ahí? Escucho pasos cerca y me doy la vuelta, mi hermano abre los ojos asombrados.

- ¿Quién es ese? - pregunta en un tono seco y brusco.

- Un hombre herido, ayúdame a levantarlo y llevarlo al sofá para curar sus heridas - hablo y asiente callado sin decir nada, le agradezco cuando le acostamos en el sofá, observo a mi hermano.

- Dame las tijeras - ordeno y me las da, agarro la remera y el pantalón del hombre comienzo a cortarlo y analizo horrorizada las heridas.

¿Cómo mierda le sucedió esto? Todas sus heridas son profundas, no se si aguantará la noche.

Horas más tarde...

Quise ser enfermera por mi abuela, ella me ha enseñado todo lo que sabía, siempre me decía que nosotras las enfermeras podemos sentir lo que el paciente le afecta, no tenemos que demostrarlo.

Estoy frente al hombre golpeado tratando de curar sus heridas, tratando de no llorar, no entiendo porque me afecta tanto.

¿Cómo se hizo estás graves heridas?

- ¿Estas bien? - pregunta mi hermano preocupado y asiento varias veces.

El sabe que soy muy sensible.

- Si - afirmo y sigo concentrada con la curación del desconocido, está inconsciente, se nota que su cabeza está un poco hinchada.

v Trae hielo para la cabeza - ordeno a mi hermano, escucho moverse rápido para hacer lo que le ordené, le indico dónde debe poner el hielo y así lo hace.

Minutos más tarde...

Termino de curar sus heridas, fue muy difícil, pero valió la pena ayudar un poco.

- Te quedarás aquí con el hombre, le verificaras cada rato. Si tiene fiebre debes ponerle un paño frío y me llamas ¿De acuerdo? - proclamo a mi hermano mientras preparo la cama donde dormirá, lo escucho bufar y le fulmino con la mirada.

- ¿Por qué debería de hacerlo? Es tu paciente, no el mío - pregunta entrecerrando los ojos. Me quedo callada, me contengo para no explotar por mi hermano.

- Me iré a bañar y acostar, haz lo que pido ¿Sí? - hablo con un tono suave a mi hermano y asiente varias veces, cuando me baño todo, me pongo mi pijama y me acuesto en mi cama, cierro los ojos mientras pienso en el hombre que está en el sofá de mi casa.

¿Porque está herido? ¿qué le pasó? ¿Cómo vino hasta el callejón? Esas preguntas me hago constantemente.

Día siguiente...

Me levanto temprano para ir al trabajo, me preparo y me voy a la cocina para desayunar, observo que el hombre y mi hermano están dormidos. Suspiro y en silencio tomo mi café.

Hago una nota a mi hermano con todas las indicaciones y lo que debe hacer. Salgo de la casa, observo que dos camionetas negras pasan por aquí.

¿Quiénes serán?

Narrador desconocido...

- ¿Lo encontraron? - pregunto

- No señor, escapó y no pudimos encontrarlo - dice uno de mis hombres.

- Sigan buscando, no debe estar muy lejos de nosotros. Está muy herido - hablo tranquilo mientras me sirvo un vaso whisky. Escucho que la puerta de mi oficina abrirse y me doy la vuelta para ver a la persona que entró.

- Viniste, tengo una gran propuesta para ti - hablo con sonrisa.

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