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Todo para tenerte

Todo para tenerte

Morgan Mikaelson

5.0
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29
Capítulo

¿Cuánto estarías dispuesto a hacer por tener a tu lado a la persona que más quieres? ¿Hasta dónde serias capaz de llegar por tenerla? Davina Cox tenía una vida sencilla, una madre a la que amaba, una amiga en la que confiaba y al chico mas guapo de la banda de su instituto, tenia planes y sueños que estaban a punto de cumplirse, cuando en un abrir y cerrar de ojos lo perdió todo. Siendo tan sola una adolescente la encerraron en la cárcel y no fue solo hasta 10 años después que consigue su libertad. Una vez fuera Davina solo tiene un objetivo, poder estar al lado de la persona por la que lleva suspirando y extrañando una década, pero pronto descubrirá que el mundo siguió su rumbo mientras ella no estaba. Que las traiciones dejan heridas que tardan en cicatrizar. Para poder cumplir su objetivo Davina tendrá que fortalecerse para que nunca nadie se atreva a volver a meterse con ella y sus seres queridos.

Capítulo 1 Prólogo

El helado viento de la mañana le acaricia el rostro como una amante furiosa, la chica alza la vista al cielo y observa el azul cielo de la mañana, mientras la caricia helada eriza cada bello de su cuerpo. Estira los brazos y aspira profundamente mientras dando unas largas zancadas se aleja del portón eléctrico que con un fuerte crac se cierra a su espalda.

Frente a ella un lujoso jeep abre su puerta trasera y un hombre sale de él, primero una larga pierna y luego la siguiente, usa un traje azul oscuro que parece hecho justo a su medida, los zapatos son de cuero e italianos, el cabello lo lleva peinado hacia atrás de ese estilo que aparenta ser despreocupado pero que claramente dedicó horas para darle ese aspecto, es de un color claro, castaño claro quizás, pero sin llegar al rubio, aunque las puntas parecen un poco más claras, rastro de alguna descoloración o antiguo tinte que fue dejado en el ayer. El hombre se acerca mientras se abrocha la chaqueta del traje y una sonrisa diplomática adorna su rostro.

Lo primero que la chica nota son sus ojos, son color miel, cálidos y a pesar de su sonrisa fingida la chica sabe en lo profundo de sí que es una buena persona, siempre se le dio bien juzgar a la gente; unos azules le vienen a la mente un segundo, unas llantas chirriando, la sangre, el olor alcohol, los gritos, el sonido de la sirena de la policía, la sangre, más gritos, el martillo del juzgado y luego su vida rompiéndose en pedazos; no, no siempre era buena juzgando a la gente, también se había equivocado antes. El hombre se acerca y extiende una mano ofreciéndole una tarjeta que saco del bolsillo interior de su traje.

- Hola, mi nombre es Owen Bach, soy agente de la discográfica VINS Récords, Irina me ordenó recogerla, llevarla a la sede central y ayudarla en su camino a la fama. – la chica aceptó la tarjeta y miró la elegante tipografía donde las letras se unían para dar forma al nombre antes mencionado por el hombre y el cargo que ostentaba, así como el logotipo de la empresa y nombre. La chica volvió a mirar al hombre y su elegante traje, así como el lujoso todoterreno y asientos cueros, luego se observó a sí misma, desde los desgastados jeans rotos en la rodilla y no porque vinieran así originalmente por moda, el top sucio y con manchas de sangre, hasta su cabello negro desaliñado y maltratado por la falta de tratamiento. Obviamente desentonaban completamente y aun mas con sus palabras de llevarla a la fama.

- Mira Owen, te agradezco que hallas venido hasta aquí, sinceramente que lo hago, y no quiero sonar como una perra malagradecida, pero lo último que necesito ahora mismo es ponerme a pensar en la fama o nada que tenga que ver con el circulo en el que trabajas. Llevo los últimos diez años de mi vida encerrada tras esas malditas rejas y lo único que deseo es darme un baño de agua caliente que duré horas, llenarme el estómago con un buen plato de comida y no la mierda insípida que comí durante la última década, abrazar a mi madre, coger una buena borrachera y follar y nada eso tiene que suceder en ningún maldito orden. Así que puedes montar tu bonito culo en tu lujoso coche y dejar de interrumpir mientras saboreo mi primer minuto de libertad.

- Está bien Davina, si no quieres hablar ahora de negocios no tenemos por qué hacerlo, puedo llevarte a casa a que veas, abraces y cenes con tu madre, puedo conseguirte una excelente habitación de hotel para que tomes la mejor ducha de tu vida o duermas en la bañera y hasta si así lo quieres puedo buscarte unos chicos de compañía que te harían venirte la noche entera. Estoy aquí para lo que necesites así que si quieres ser una perra fría tu solo ordena que yo seré tu perro de compañía.

La chica, Davina, observo al hombre al hombre frente a ella mientras una sonrisa se formaba en su rostro, la primera sonrisa sincera desde hacía bastante tiempo y después de mirar al cielo una última vez siguió al hombre al todoterreno sin volver a quejarse siento que las cosas tal vez no estuvieran tan jodidas como había esperado encontrarlas, aunque ese sentimiento no se mantuvo durante mucho tiempo.

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Romance

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Henry Meraz lo tiene todo para triunfar en la vida, es inteligente, apuesto, rico no necesita nada, excepto quizás las ganas de hacerlo, las ganas de esforzarse por algo. Su vida no le causa ningún anhelo, no le provoca ningún placer y está resignado a vivir el resto de sus días de esta manera, solo pensando en trabajar y ver pasar los meses. Todo cambia cuando un día una intrusa se atreve a colarse en una de las fiestas de su empresa, por primera vez Henry siente curiosidad por algo, le intriga esta mujer y cuáles son sus planes. Cuando por fin decide enfrentarla ella acaba huyendo, pero deja atrás un pequeño dispositivo de espionaje y Henry se propone encontrarla. Keily es una hacker con muchas habilidades que suele vender al mejor postor, tiene una amplia red de contactos y muchos trabajos infiltrada y le suele ir muy bien, hasta que un día se confía y casi es atrapada, afortunadamente consigue escapar, pero no contaba con despertar la curiosidad de cierto empresario que se obsesiona con ella. Pronto comienzan un juego de correr y esconderse, Henry la busca y Keily se escapa, tal vez después de todo Keily termina acostumbrándose a este juego, aunque lo niegue y tal vez la obsesión de Henry por encontrar a su Ceniciente lo lleve a salir de su zona de Confort dándole esa adrenalina que tanto ansiaba. ¿Qué sucederá cuando por fin acabe el juego? ¿De quién más está huyendo Keily? ¿Será solo obsesión lo que siente Henry? Qué sucede cuando el príncipe se obseciona con la chica que tiene más de villana que de princesa? Te invito a leer para descubrirlo.

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