En medio de la tempestad que supone para Colin haber perdido a su padre y quedarse solo al mando de un gran imperio millonario, es obligado a asumir las miserias de alguien más. A su vida llega, intempestivamente la única mujer de la que no puede librarse por mandato testamentario y moral. Pero...¿Que demonios significaba la chica para su padre? Y, ¿ Que será lo que empezará a significar para él?... Ella, de cabellos rojos que lo vuelven un demente, ojos tan verdes como los suyos, carácter impetuoso que no se deja dominar y unas ganas locas de perderse en él que no es capaz de disimular, son el ingrediente perfecto para explotar de amor en las condiciones menos apropiadas. ¿Serán ambos verdaderamente libres para amarse? ¿Será lÃcita esa pasión...? Descubre con esta explosiva novela, el placer de cumplir un legado.
-Alhana, póntelo -ordena, Megan y no me muevo -¿Qué más da...? Es solo una noche. Déjate llevar, chica, vive un poco.
-No puedo arriesgar mi trabajo por algo asÃ, Megan -me rehúso y ella resopla -.Ese hombre nunca va a fijarse en alguien como yo, y menos a dedicarme nada de su tiempo.
Mi amiga me vuelve a ofrecer el vestido de satén amarillo y pone los ojos en blanco cuando ve mi actitud negativa haciendo presencia en la situación.
-Necesitas el dinero, salir de la ciudad con tu madre y su empresa es perfecta para ofrecerte ese beca, Alhy, arriésgate. ¿Qué puedes perder?
<<¿La virginidad por ejemplo?>>
Trabajamos en un hotel de lujo para sobrevivir, y aunque no da para mucho, al menos paga los gastos y alguna que otra receta médica de mi madre.
Ahora estamos de congreso, algo que sucede una vez por año y uno de los asiduos al evento tiene en sus manos la posibilidad de facilitarme la vida sin saberlo.
Si el me diera un empleo en su empresa, algo asà como de pasante y la posibilidad de obtener la beca que ofrecen, mi vida podrÃa mejorar.
Sin embargo mi amiga me motiva a ponerme el vestido que dejó olvidado una cliente del hotel antes de irse, asistir a la cena de la noche como si fuera una chica más y no una vulgar camarera, (Todo eso esperando que nadie me reconozca), y luego acercarme a él para suplicar de manera sibilina, que me de un cupo en sus vacantes.
Pero él y yo, ya nos hemos visto antes y sé que es un play boy que sabe muy bien ganarse a una mujer y ponerme en riesgo, es peligroso teniendo en cuenta que a mis veintiún años, ningún hombre me ha tocado. No he tenido el tiempo ni la intención de hacerlo.
-Puedo perder el trabajo, Megan -cambio mi anterior idea -,si alguien me descubre.
-No lo harán. -Establece ella con convicción -Yo estaré al tanto de todo y es tu noche libre. Nadie lo sabrá y de paso disfrutas un poco de la vida que tanta hermosura se está perdiendo en esta austeridad en la que navegas, querida mÃa.
No puedo evitar reÃrme porque ella es única. Tiene mi edad, los ojos oscuros detrás de un rostro angelical y cabello oscuro, que aunque parezca ser más lanzada que yo, su corazón le pertenece a mi otro amigo ,Boris, al que no se atreve ni a mirar a los ojos.
La miro con ojitos convencidos y ella sonrÃe entendiendo que ese hombre sexy al que me voy a arriesgar a acercarme, es la única forma que veo de conseguir un poco de mis sueños y estoy entrando a cumplir con el plan que la muy pÃcara ha trazado para mÃ.
Asà es como horas más tarde, estoy en plan cenicienta, infiltrada en una cena como una cliente más del hotel, bailando con un hombre que no me ha dejado exponer nada de lo que tenÃa preparado porque parece tan seducido por mÃ, como yo por él.
(...)
-¡Quédate esta noche conmigo!
Sus palabras son un susurro que me acaricia la piel del cuello.
Se acompañan de dos manos que giran en torno a mi cintura mientras bailamos en una pista atestada de personas que no reparan en la pasión que nos abruma a los dos en una zona oscura del elegante salón dónde bailamos y nos tentamos como... unos perfectos desconocidos.
-Por favor -él me súplica al oÃdo mientras me mueve contra su pecho al compás de la música suave de un elegante saxofón -, dime que sÃ. Regálame esta noche. Necesito un poco más de tÃ. Deja que adore tu cuerpo solo por esta noche. ¡Entrégate a mÃ!
Me siento incapaz... incapaz de negarme.
Le deseo.
Me desea.
Nos deseamos como dementes y ninguno puede disimularlo. Tampoco queremos hacerlo.
Alzo la vista en busca de sus ojos y el impacto es brutal. Son tan verdes como los mÃos y su sonrisa cuando asiento, es un regalo de algún Dios que tuvo mucho arte en las manos cuando creó este hombre.
Me desarma y me encarcela en su mirada y su entrega a esta pasión. Me obliga a perderme en él.
Me gira en sus brazos con rapidez y delicadeza y el roce de sus manos en mi espalda desnuda es eléctrico, apabullante... me doblega. Me pone a sus pies y le veo a los mÃos. Me siento perdida en sus manos, cerca suyo y oliendo su aliento en mi boca.
Sonrio cuando noto que va a besarme y no soy capaz de estar lista para el impacto que sus labios suponen sobre los mÃos a mi pobre cuerpo, que no aguanta más de tanta seducción por un experto y hermoso espécimen de hombre.
En su habitación me desviste como si tocara una rosa frágil y el contacto de sus manos en mi piel me derrite. Me regala una sensación tan extraña de mágico poder y me siento reclamada y adorada por un extraño al que solo le estoy dando una noche para entregarle todo lo que hay en mà y que separe con sus ansias, mi cuerpo de mi mente y me lleve a otro sitio, lejos de lo que tengo en el mÃo. Me derrite por dentro y exploto hacia afuera en sensaciones por un simple tacto. Él es un maestro de la pasión y yo me muero de ganas de aprender más. Sin importar lo que pase. Quiero estar con él y que él, se entregue a mÃ. Solo por esta noche.
Me roza lentamente con los labios por toda la columna desnuda y los susurros de <
Me carga como si fuera su esposa el dÃa de la boda y me lleva a la cama, me deposita con cuidado, dejando besos a mis labios y cuando sus manos viriles sueltan los primeros botones de su camisa, no sé si aguantaré la presión que crece entre mis piernas cada vez que más y más piel va quedando a la vista.
-Dime tu nombre...
Él pide datos que no puedo darle. Y niego. Me arrodillo, me acerco al borde de la cama dónde se está devistiendo dolorosamente lento y le ayudo a deshacerse del resto obligándole a besarme. Hundo mis dedos en su pelo. Él gime. Yo jadeo y es cuando mi lengua se funde con la suya en un tórrido beso apasionado que siento apacigua a la fiera hambrienta de mis ganas y sus preguntas que no serán respondidas.
Lo que sucede después de ese beso, es demasiado increÃble como para ser justa al describirlo.
Me hizo promesas sobre encontrarme que sabÃa que nunca podrÃa cumplir, pero que apreciaba oÃrlas y soñar que podÃa haber sido. Adoró mi cuerpo como si fuera un templo al que le practica algún tipo de religión y fue dejando que su piel y la mÃa cumplieran lentamente sus propios deseos. Fue mágico y casi de fantasÃa, pero fue mÃo, fuà suya y nos amamos como si nunca más pudiésemos hacerlo y sobre todo, como si nunca antes hubiésemos amado a nadie de esa manera.
No se puede explicar la pasión que nos envolvÃa ni la velocidad a la que conectábamos nuestras almas, pero en ese momento... todo era perfecto porque éramos dos amantes incapaces de detener lo que sucedÃa, sin embargo cuando la pasión se extinguió, las cosas se tornaron distintas.
...-¡VÃstete y sal de aquÃ!
Me gruñó con ira al tiempo que se vestÃa y yo aferraba una sábana contra mi cuerpo desnudo viéndole sacar billetes de no sé ni cuantos dolares y soltarlos sobre las sábanas manchadas de mi virginal sangre.
-Debà suponer que eras como todas...¿ Cómo pude ser tan imbécil?
ParecÃa que hablaba más consigo mismo que conmigo y me sentà herida, y además muy furiosa.
Como pude salà de aquella cama y le encaré exigiendo...
-¿Quien te crees que eres para tratarme como a una prostituta contratada?
-Es evidente que tu intención de seducirme es para obtener dinero, pues ahà lo tienes. Te dejo tres mil dolares por tan buen servicio para una mujer inexperta...he oÃdo que la virginidad es algo que se comercia mucho en estos dÃas. Pero no esperes más de mÃ. Sal de aquÃ.
La alusión simplemente ha mis supuestas intenciones de vender algo tan importante como mi inocencia me lastimaron sobremanera y le abofeteé.
Se quedó mirándome cinco segundos de más y cuando el peso de mirada era demasiado para soportar, retrocedà y me puse el vestido por encima tratando de que no obsevara mi desnudez y tomando mi bolso dije...
-Eres peor de lo que pensé -abrà la puerta y desde allà concluà -. Espero no volver a verte en mi vida.
-Se te olvida el dinero, preciosa...
Su intención de humillarme seguÃa en él y volviendo a darme la vuelta murmuré:
-Tienes razón en parte de lo que dices-le concedo sin ánimos -, he venido aquà sabiendo que querÃa de tÃ, pero te aseguro que no era esto y puedes quedarte tu dinero. No lo necesito...Idiota arrogante.
Y ese dÃa, justo luego de pronunciar esas palabras tuve la peor de las sensaciones y no conté con todo lo que estaba por venir, solo poco tiempo después.
Mi madre morirÃa dejándome un gran peso sobre los hombros y el hombre que tanto me humilló, se volverÃa el más complejo de los desafÃos.
El legado estaba por hacerse presente en nuestras vidas y ninguno de los dos imaginaba cómo.
CapÃtulo 1 prólogo
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CapÃtulo 2 1
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CapÃtulo 3 2
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CapÃtulo 4 3
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CapÃtulo 5 4
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CapÃtulo 6 5
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CapÃtulo 7 6
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CapÃtulo 8 7
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CapÃtulo 9 8
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CapÃtulo 10 9
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CapÃtulo 11 10
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CapÃtulo 12 11
29/05/2022
CapÃtulo 13 12
31/05/2022
CapÃtulo 14 13
04/06/2022
CapÃtulo 15 14
04/06/2022
CapÃtulo 16 15
05/06/2022
CapÃtulo 17 16
08/06/2022
CapÃtulo 18 17
10/06/2022
CapÃtulo 19 18
30/06/2022
CapÃtulo 20 19
02/07/2022
CapÃtulo 21 20
06/07/2022
CapÃtulo 22 21
09/07/2022
CapÃtulo 23 22
10/07/2022
CapÃtulo 24 23
14/07/2022
CapÃtulo 25 24
26/07/2022
CapÃtulo 26 25
26/07/2022
CapÃtulo 27 26
03/08/2022
CapÃtulo 28 27
04/08/2022
CapÃtulo 29 28
05/08/2022
CapÃtulo 30 29
06/08/2022
CapÃtulo 31 30
08/08/2022
CapÃtulo 32 31
08/08/2022
CapÃtulo 33 32
16/08/2022
CapÃtulo 34 33
28/08/2022
CapÃtulo 35 34
28/08/2022
CapÃtulo 36 35 final
28/08/2022
CapÃtulo 37 EpÃlogo
28/08/2022
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