Contrato de matrimonio con el CEO
iams, cása
a su despacho a la espera de firmar el contrato. Se había quedado pálida y sin
... Quizás
el sillón de cuero y rodeó la mesa ap
e te case
mento Enzo le dijera que solo era un tipo de prueba, pero su mi
manos en los bolsillos y clavando sus ojos en Sarah-. Tengo problemas, Sarah. Estoy a punt
ro ¿por qué me lo pides a mí? -Sarah empezaba
e había expl
o! -reproch
mente -señaló un sofá en la esquina del despacho, f
o ¿cuál es
laramente preocupado. Se tomó unos
.. No es de fiar. Hace años que ni siquiera nos dirigimos la palabra, pero ahora estuvo presionando al consejo de esta empresa, y de alguna manera consiguió convencerles de que mi liderazgo aquí solo estaba trayendo menos ingresos y la competencia nos robaba terreno. Quizás sea verdad en cierto punto, pero la cuestión es que ll
izo darse cuenta de la seriedad, era la expresión del hombre sentado frente a ella. Una mi
ndo por qué me eliges a mi. No sé actuar, nadie se va a creer que realmente s
rme en la más absoluta ruina. Debo casarme con una mujer que no vaya a jugar a dos bandas para quitarme de la empresa... Realmente no te con
egarse, pero aquel hombre le había dado trabajo el día anterior solo co
que no saldrá bien... Sin embargo, ya que me diste el empleo, de alguna manera estoy en deuda. Aceptaré,
tó su jefe recuperand
lusione cuando nos separemos. Segundo, nada de besos, tocarme salvo
s casemos dejaras el trabajo, sería raro siendo la mujer del CEO, y una vez tomes tú propio camino, de quererlo, te lo
s una l
sonrisa infantil-. Es como jugar
uso en pie
pero no me molesta. Me da segurid
, y se puso extendien
ue tú quieras divorciarte, aunque quizás resulta que
el apretón de mano
r de tí, sigue soñando, jefe -respondió devolviéndole una sonrisa d
ro si me enamoro será
ulpa p
vó su dedo a los labios, dando
pasaron al tema del empleo,
sa, te llevaré a t
con esto? -cu
si no somos capaces de reír por todo. El pasado siempre está l
o que simplemente le siguió por los pasillos hasta llegar a una sala con cuatro p
trabaja
egurarte que no hay errores en las cuentas. Al fondo hay otra puerta, es donde tú trabajarás. Es un despacho privado, desde ah
quiera presentarla ante sus compañeros, los cuales
efa de contabilidad. Espero que podamos trabajar j
raban, tres eran mujeres, y la otra un hombre que a simpl
re pueda coquetearme" pensó mientras s
fue el hombre, se puso e
trabajando aquí, así que si necesitas
tractivo, rubio, musculoso y su f
el morena. Por su acento, colombiana. Helena, rubia con tintes castaños en las puntas, y aparentement
lidad o nacionalidad, era lo que Sarah e
vivir para que Enzo mantenga la empresa. No pintaba fácil, pero ya no podía negarse