Recuperando un Diamante Perdido
fija en el fuego de su chimenea, pensaba en lo imbécil que había sido, al no haberse dado cuenta del cruel engaño del que había sido víctima y por
lanzaron en contra de quien, ahora reconocía, era la única mujer que verdaderamente amaba, le arruinó la vida al único ser que vio al ho
a llevado de manera excepcional, ganándose así el honor de muchos nobles, (incluido, el de su propio tío, el mismísimo Rey de Inglaterra, quien lo qu
r haber destruido nuestro paraí
nds, E
asa en la que vivía junto a su familia, dos años atrás, cuando decidieron apartarla de la vida en su
y real. Un hombre por el que estuvo dispuesta a renunciar a su propia vida para llegar a ser lo que todos esperaban de ella, en vista del título que, al casarse co
ilia del que en ese momento fuese su futuro esposo. Clases que debía tomar a diario, a fin de ser digna de llevar los títul
el paraíso que ambos habían construido a base de comprensión, comunicación y amor mutuo, o eso creía ella, hasta que, por una malintencionada trampa puesta en su
é no creíste en mí? ─susurró ella con voz apesadumbrada al vacío ─¿Al
n Hall, I
con su ex esposa y pedirle perdón, tras haberla humillado y exiliado lejos de Inglaterra, a ella y a su familia, despojándolos de todo lo que tenían. Y todo, ¿por qué? P
r la autorización de entrada, ingresó al despacho u
ado aquí desde hace cinco horas? ─Preguntó
tó el Duque desde la ventana, con la mirada fija
mpson, que no dudó en enviarme una nota en la que decía que me necesitabas con urgencia
dín desde este mismo lugar, y ella levantaba la vista y me miraba sonriéndome dulcemente. Te puedo jurar que, con cada sonrisa que ella me obsequiaba, tam
Wellington Hall, quedó inundado de sus risas. ¿Pensar en esto es lo que te tiene en ese est
s recuerdos que siempre atesoraré e
lo que sucede? ─pre
que ella solo se casó conmigo para obtener una alta posición en la aristocracia inglesa, y de esta manera, robar
cuchar. ¿Por qué estás tan convencido ahora de que no es como tú creías? ¿Por qué aho
Pero mis celos y creer que ella me había traicionado
sé lo impulsivo que tú eres. Pero supongo que en este momento habrá ocurrido algo que terminó convenci
. "¿Ahora entiendes el motivo de mi angustia?" ─le preguntó a su amigo, que tenía los ojos abiertos del asombro,
, la exilié lejos de Inglaterra, despojándola de absolutamente todo. ¡Y ella nunca hizo nada reprochable! Ahora ella está muy enferma. Yo, que tanto prometí proteg
pregunta ahora es, ¿qué piensas hacer? Porque si Giorgiana está tan enferma
persona que más debe odiar en la vida? ─preguntó el Duque de Well