¿Un hijo para el señor Harris? ¡Ni soñarlo!
dea de una broma
e calmada en contraste con la e
necesita una transfusi
damente incómodo a Cloe. Ella se enfureció para tra
ue no le ve
ca y la miró fija
chiste. Su padre está de ac
o sólo un instante. Entonces fu
. No hay ninguna posibilidad de que espere que
intiera, pero su padre no dijo nada... y la risa se murió e
loe
susurro, apoyándole
. En un momento lo ente
¡N
le obligaba a d
o nada qu
r fa
el
que tu madr
trar a la bibliotec
que esc
ejó meter en la biblioteca y una ve
scuche cuando lo que
es decir que n
yó M
ía no lo ha
abeza en su di
do su opinión, se
bajo la ropa. El escote dejaba ver una suave piel color aceituna y una insinuación de oscuro vello. Cloe se forzó a mirar más arriba. Su madre tenía razón, Marco era un hombre muy guapo. ¿Por qué un tipo tan detestable tenía que estar bendecido co
qué nos has hecho entrar en la bibliote
abe algo de
que estaba escuchando le estaba dando ganas de vomitar. La sola idea de que su futuro estaba siendo arreglado por
o imaginarme cómo ha sido la conversación: ¿Cambiamos los muebles de la casa de la playa o nos compra
a y miró fija
la persona que más detesta esta fami
labras; su padre, sin embargo
te, no hemos t
asarme con Marco Harris bajo ningún concepto. No me ca
insondables
prefier
arco fue lo único que demostró que las pa
lo que estudió en la
straba lo poco impresionado
ié Bell
a entre
no es as
eniendo ese don p
¿Cree que casarse va a ser su puerta de entrada a la buena sociedad de Sidney? No funcionará. La
vez de poseerla por un accidente como es el nacimie
echo su fortuna hundiendo
posibilidad de rehacerse. Él le encuentra sen
e lo des
trada, en direc
s realmente esperar que me case con este español. Esta
tristemente
loe
dejaba caer en un sillón y se
, he sido t
o de su padre y le
como habíamos planeado, con mi trabajo y subastando periódicamente algún
s tan
dre, negando
sí de
uró
írtelo todavía, pero podremos sobrevivir. ¿Qué más da si no tenemos sir
tado de la casa... Está matando a tu
limpien los suelos a diario? L
hombros y clavó los dese
es tan
it
rme! No nos queda din
intentando ca
itamos el dinero de nadie, y menos el suyo. Deja que me vaya y
loe
mantenía las manos en los hom
buena hija. Me sient
solos en la sala. Nadie más importaba. Su padre pensaba que había sido él quien había llevado todo el peso de la deuda sobre sus hombros, pero acababa de enterarse de que Cloe tamb
cuándo va
to entendimiento. Cloe salió de