LA ESPOSA DEL CEO
favor, ya es hora de arregl
s entre una morena voluptuosa y una rubia platinada que gritaba de placer, te
d me dijo qu
bitación está el traje
ervidor contuvo la respiración, él
toy casa
vas a representarme, inventa
va a sal
nterrumpiéndome?,
omó el traje de tres piezas, el chaleco haría juego perfe
dición de su abuelo de que para tomar el mando del consorcio tenía que estar unido en
cumplían esas tres condiciones, así que pe
*
s atr
ano formalmente y celebraremos su matrimonio lo más pronto posible, una ve
representante de la firma italiana que tanto desea as
ya yo solo a pedir
ser una niñata consentida y sin personalidad, te aseguro que no llamará mi atención para nada, así que no tengo
encargaremos de todo el e
ir a una fiesta por un matrim
iempo como el más feliz de los esposos y harás un baile con
n, pero no puedes obligarme a comporta
que conoc
qui
la sede principal, en algún mom
ner ningún contacto con una mujer que accede a casarse con
ella, conozco a sus padres
ra salir de su solte
e con su padre, porque tenía un apartamento que utilizaba frecuentemente para sus encu
*
, simplemente la que le gustaba la poseía y adiós. Sus amigos lo admiraban, envidiaban y critica
ció a una vecina, tenía los ojos color violeta, un raro matiz que la hacía lucir preciosa junto
ntinuar sus estudios, sintió que su estómago se oprimía, se besar
cuando preguntaba le decían que solo habían sido arrendatarios o
ernacional fundada por su abuelo, cuyo éxito destacaban constantemente
eamente jamás hubiera pensado en casarse, pero se aseguraría de que el matrimonio durara lo justo para r
*
actual
salió al patio trasero de la mansión familiar donde se había acondicionado
enviar a tu asistente
a ocupa
nes vergüenza, no respetas la casa familiar, tú tienes tu puto apartamento donde pued
spedida de
padres de Elizabeth y ella no es tonta, disimuló muy bien y la cer
está mi
itación y se retiró, dic
l matrimonio?, pues yo
r, ven aquí, iré a
so más tarde o mañana,
un hombre casado, no me ob
rma que tú querías exactamente, pero lo hice. Seré discreto, no tendrás queja alguna
rte el tiempo
empo con una interesada
o al jardín cuando escuchó a su suegro decir que llamaría a la prensa, la respuesta de Emiliano la congeló. Retroc