El destino te trajo a mí
metal de la hebilla de su cinturón se presionó contra el abdomen de la mujer, por lo q
n manos temblorosas, Miranda al
y estaba un poco mareada por el alcoh
abeza para pedir ayuda
ave que despertó
", contestó riénd
ra tierno
pero vaciló cuando su palma
untó ella, observándolo co
diamantes en su dedo medio izquierdo. "¿Estás c
í"
olo por diversión?", agr
nda esbozó una son
on Maggie, ¿por qué de
Su aliento, antes abrasador, ahora se sentía frío mientras emitía una advertencia. "Tienes un pr
nos que lo intentes?", preguntó la
eguntarle si no se
al, estaba bien que tuvieran
e tener encuentros íntimos con cualq
aería compl
cinturón. Sus dedos tiraban hábilmente de
ivo era i
él la levantó y la colocó
eran ardientes, per
hol, se sentía un poco ansiosa. Lo agarró fuerteme
nquilizó con una voz ronca y profun
sas se saliero
uz de la luna filtrándose por la ventana y proyectan
mente a limpiarse. No pudo evitar ver un destello de ro
con mujeres que tuvieran
trapado en al
roto sus propias re
cigarrillo y contempló a la mujer
seductores. Llevaba un vestido que acentuab
tamente
n mala idea hace
, Miranda se despertó
noche anterior, incluyendo el rostro distante y r
enido sexo con
nfiaba en sus sí
lvaje, pero el hombre no estaba a la vista. Había desa
al lado de la cama: ropa nueva, ropa interior, un cheque