En un Océano de Pasión
r
ue aceptar que no me quiera ver, no pienso rogar. Por más que me sienta deshecha por dentro tengo que pensar en mi bebé. Intentaré que lo
distinta pues me domina la confusión, el dolor y estoy enojada. Enojada
y por un baño y cambio de ropa, necesito relaja
azos, acompañada de Alexios. - ¿Que está pasando aquí?- les digo sorprendida d
mos venido a contarte. - Dice Alexio
de mí, una mezcla de indignación y rabia por las injusticias que hemos sufrido. No puedo creer que mi propio tío sea responsable de ta
or lo que pueda pasar ahora que estamos al descubierto, ahora que sabemos la verdad. La sensaci
jando atrás la felicidad y el sentido de seguridad que alguna vez tuvimos. No puedo evitar preguntarme una y otra vez, ¿por qué nosotros? ¿Por qué ellos?
shb
aran el automóvil para ir a reconocer los restos del barco. No podía creer que se tratara de nuestros padres. Quería
o pasar algo así?- Digo mientras estrujaba el pañuelo entre
rnos fuertes. - Responde Callice tratando de serenarla, mient
cerca. La sensación de peligro crece mientras intentamos mantener la
nuestro? Creo que nos están sigui
. - responde tratando de mantener la calma mientras preocupada ve por el espejo r
no. Los autos continúan persiguiéndonos, y de repente, uno de ellos se coloca al lado del automóvil intentando sacarnos del camino. Horace en medio de la tensión y nuestros gritos, hace una maniobra y logra evitarlo, en el segundo intento otro de los autos se coloca a la par y abre fuego. Recuerdo a Horace desplomarse sobre el volante y el automó
luz amarillenta de un pequeño foco. Las horas allí dentro con esa otra joven, María. Luego trajeron a las otras dos, u
que nos mantuvo cuerdas. Ella nos dio la seguri
iso. Fue un shock despertar en medio del humo, el fuego, los gritos y un concierto de detonaciones. El humo ingresaba por debajo de la puerta, el terr
a habitación, lejos del fuego y el humo que amenazaban con consumi
portaba tanta tensión, las explosiones y disparos eran atr
los cimientos. Segundos después, la puerta se abrió con
rdos para centrar m
vez. - Le digo mirándolo. - ¿Por qué no me habías dicho
- Dijo arrepentido. -Será mejor