En un Océano de Pasión
, 19/
uido y la aglomeración. Por un lado, me alivia poder disponer de mi vida nuevamente, de no estar bajo la supervisión y evaluación constante. Pero por otro lado, el vacío en mi pecho es doloroso, llenándome de incertidumbre ya que, con el transcurso de los meses, no he logrado salir de esta sensación asfixiante. Toman
arga cabellera castaña con sonrisa traviesa los tentaba moviendo su cuerpo al ritmo de la música que resonaba en el ambiente. Con actitud coqueta, extendía la mano hacia ellos, invitándolos a bailar con ella de manera particularmente sugerente. Desde donde estábamos s
sica provocaba el aumento de temperatura en más de un espectador. El club de Igor se caracterizaba por no contar con restricciones. París permitía todas estas libertades. Cada roce parecía acci
lugares visibles, Javier, inquieto, agregó con pr
burla Igor ante la mirada de reproche de M
raron hacia el pasillo que conducía a las habitaciones, desapareciendo en l
mi corazón aún anhelaba a Aria. Cuando sus manos pretendían abrir mi bragueta, educadamente, rechacé sus avances, lo que no fue atendido por la mujer, por lo que tomé sus manos y las retiré de mí con impaciencia. - ¿Qué pasa?- preguntó molesta a los gritos. Estaba un poco exaltada. Eso n
reguntó Miguel con una sonrisa burlona, mientras
ún no estoy listo. Aparte parecía una prostituta drogadicta. -Ninguno de ustedes está con mujeres esta noche. - Sabía que Igor y Miguel eran pareja. Nunca lo dijeron, ni mucho menos lo demostraron, pero ya entendía mejor
oda responsabilidad. -Sabes que soy un hombre voluntariamente co
Maria. - Secunda Rafael. -Aquí está mi c
y su mirada se desvió hacia donde habían desaparecido los gemelos con la joven castaña. -Parece que los gemelos se recuperaron rápidamente de su decepción amorosa-, comentó, dando un largo sorbo a su vodk
vez más relajado. Sin embargo, justo cuando pensábamos que la diversión continuaría hast
eguridad con urgencia. -Hemos recibido información de Greci
las responsabilidades y los peligros que enfrentábamos. En un instante, la atmós
in- sonríe Rafael con satisfacción. -me t
. - Le digo al de seguridad, que partió a cumpli
y nos preparamos para partir de inmediato hacia Grecia. La noche de diversión ha