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Omega ¿Recesiva?

Omega ¿Recesiva?

Autor: Luma~
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Capítulo 1 1

Palabras:1206    |    Actualizado en: 30/05/2024

s bebidas a

dominantes y adinerados, se encontraban conversando de manera demasiado elegante para Lydia ¿Como

ar esta oportunidad. Rodeada de hermosas omegas adineradas, necesitaba encontrar a alguien que quis

llego a su lado— Pareces un acosad

—hablaba embobada— Pell

inegro levanto los hombro

erda,

de manera asesina, mientras sobaba

ue te pellizcara —

a negó— ¿Ahora qué pensaran de mi todos e

y regresa al trabajo —pidió mient

te, cuando tuvo suficiente satisfacción visual, Lydia se encargo de recoger las mesas que se hallaban llenas de vasos vacíos,

hablo a su espalda— Te estoy

ece

lla? Se giro para verificar si estaba en lo correcto y grande fue su sorpresa cuand

una ceja— Tenga cuidado como se dirige a los

de hablar? —pregunt

un alfa dominante y Lydia pensaba, que de un solo g

trabajando —dio una leve reverenci

te mueves —el tipo ag

e— ¿Todos los alfas dominantes son así de asqu

ldita

era voz preguntó— ¿De nuevo oc

manera nerviosa— Solo le enseñaba a e

ega! —grito Lydia

tú grita que lo eres —el extraño observo a Lydia de abajo hacia a

os dicen que so

lo había ayudado y cuando sus ojos se encontraron, su rostro enrojeció ¿Qué mierda le sucedía? Su cuerpo empezó a temblar, no

e hacía gracia su aspecto? Lydi

alfa de quinta sonrió, mientr

fa sentenció—

entía mareada y el olor que desprendía el sujeto ¿De la Torre? Era demasiado exquisito para su

as de Lydia se se

celo? —preguntó—

—se quejo— Además, es

verdad era un omega? Necesitaba buscar a Julián y pedirle que la llevará al hospital, empezó a caminar hacia la salida del baño, s

rió de manera coqueta, su cuerpo actuaba por si

? —preguntó d

iado bien... —hab

ue no eres u

oy! —grito

cintura y fueron subiendo por su espalda, entonces sintió un exquisito cosquilleo por todo su

n mojada? —preguntó mientras deslizaba s

é dices

urro— Estás lista para q

más avergonzada por la situación en la que se encontraba. Se tapo e

, no sabía que se encontraba aquí

—suspiró— Te llevaré

a —respondió aún co

ne una casa? —pr

o, no puedo ir a pedirle las llaves del apartament

amente los ojos almendrados de Lydia—

uar con lo que hacíamos

ué te r

on e

guiándolo nuevamente a su entrepierna. Su cuerpo tembló ante el t

las orejas del pel

.. —pidió entre

ñas manos se sujetaron del cuello del pelinegro y las cosquillas empezaron a subir de sus pies hacia su pelvis, se sentía demasiado bien, le gustaba y entonces sin

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