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Omega ¿Recesiva?

Capítulo 5 5

Palabras:2409    |    Actualizado en: 30/05/2024

¡N

ero el frio en su pecho la hizo saber una cosa ¡Estaba desnuda! Sacudió su cabeza y de manera lenta,

con el alfa má

abitación del pelinegro, era obvio que había sido ella quien se había de alguna manera

as de la mañana? —el pelinegro

ejillas— Te revolcaste con la rubie

sona normal? —pr

rrir en el momento. De manera silenciosa se puso se pie, envolvió la manta en

ndo? De pronto era culpa de su padre, el viejo usualmente estafaba a omegas todo el tiempo ¿Era por eso señor? Se preguntó mirando hacia el techo. Debía tomar una duch

ería imaginarse algo así. Dejo la sabana en el suelo y se metió a la ducha, sus piernas, sus brazos, su pecho, tenían marcas de mordidas y se encontraban rojas ¿Se había acostado con un animal? ¡Maldición! Se lamentaba po

pues Anthony le había prestado una pijama para que durmiera

que no tuviera muchas pertenencias, solo le importaba una sola cosa. Envió un mensaje avisando que se dirigía ha

silenciosa? —se preguntó mi

asi silenciosa, subió de las gradas, tratando de hacer el menor ruido posible. Ahora podía escuchar u

ony de espaldas, admirando la vista y al castaño de b

te ha interesado salir con un omega, siempre sal

—respondió sin moverse— Parece una omega normal, no tiene nada d

s ideas ¿Qué te parece? —Adrián caminó hacia el pelinegro— P

insistes

rás de esa omega recesiva —pa

dos prácticamente. Pero escucharlos hablar así sobre ella, la hizo sentirse poca cosa. De pronto quedarse

pensamientos. Debía conseguir un sitio donde

..

cientemente —Adrián leía los documentos que tenía e

por comportarte arrogante co

ojecieron— Era clasificada com

ual —musito— ¿N

mos vivió con Julián Bermudéz hasta el día de ayer, su madre se volvió a casar y vive en el ext

da complicad

to —sugirió— Digo, no vives completamente aquí y con los v

a hacer eso —dijo suspirando— Debería conseguirle algo de ropa, las que

de ti, aunque aun lo pienso... ¿Qué estoy diciendo? —negó— Me discul

las escaleras— Deberías orar para que no se haya

conocer una omega dominante —concluyó con tranquilidad, siguiendo los

ue la conocí y solo sé la información que me dist

animado— Cuando sonríe sus ojitos parecen dos medialunas, nunca había visto alguien así —suspi

era un ser

e ruborizaron— ¿Yo dije algo así? —preguntó a

que le había dado a la rubia de ojos bonitos, encontrándola

ede —hablo

stá —re

untó empujando

uejó levantándose— Casi c

uelo? —se giro mirand

guntó dándole una mir

ó asustado— Tengo su número de cont

s bolsillos del pantalón— Enc

¡

..

ás bien

S

ría creer que era por no haber comido nada la noche anterior, ni esa mañana. Había llegado a la casa de Julián, pero al parecer no se encontraba,

mprano —le hizo saber— ¿Ya te comunicaste c

jo que v

ga se enderez

el pelinegro

pie— Gracias por decirme que te

ándolo con Julián en el pasillo. No tuvo t

mos juntos —dijo enseñando las bolsas en sus man

la rubia brillaron— N-N

zó a golpear su pie contra el suelo. Esperaba que el pel

va a insistir —comento abriendo la puerta de su hog

ue con eso te

do con el pelinegro desde hace 3 años prácticamente. Sus pertenencias estaban dentro de un

irlo, pero el olor que desprendía ese conejo, le recordaba a su madre y eso hacía que pudiera dormir todas las noches con tranquili

ste? —preguntó

un amigo adine

e estaba contigo

r —Lydia dejo el conejo en la mesa—

ciente. Yo, tengo un localizador —le confeso— Mi madre en todo momento sabe donde m

vivir en este apartamento de nuevo, por lo que puedes estar tranquilo, no me verás luego de hoy, pero ¿Y cuando te enamores de algun

era frecuentada por secuestradores, confié en Liam, pero el maldito nunca respondió. E

cando mi propio camino, Julián. Solo vine por mis pertenencias y como

..

gritó Lydia— Me hici

e me deslizo el dedo por

e accedió a quedarse un rato, pues siempre que comía algo muy delicioso por obligación debía tomar una siesta, algo raro. Cuando despertó, encontró al alfa jugando, e

inmediato la rubia supo de quien se trataba, por lo que su cuerpo se tenso y se p

año— Debí irme luego

hablaré con ella y t

—dijo no mu

la presencia de la señora Bermudéz era fuerte y amenazante, estaba empezando a asustarse. Se quedo atr

¡Ma

sta omega? —preguntó toman

rda... —

ncias —le hizo saber el pelinegro, pon

s habían empezado a elevarse, no tocando el suelo bajo sus pies. Escuchaba solo murmullos, no lograba ya entender lo que hablaban, pe

poniendo sus grandes manos

—pregunto la peline

engo por la rubia —Anthony le

lema con esa chica —menciono con burla— Yo

la tomo en brazos, como había hecho el día anterior

¡

gnorarme? —la señora Berm

pasos. Ojos enrojecidos, mirada asesina y aura tensa, desvió la mirada hacia Julián, quien sujetaba a su madre y

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