Omega ¿Recesiva?
¡N
ero el frio en su pecho la hizo saber una cosa ¡Estaba desnuda! Sacudió su cabeza y de manera lenta,
con el alfa má
abitación del pelinegro, era obvio que habÃa sido ella quien se habÃa de alguna manera
as de la mañana? -el pelinegro
ejillas- Te revolcaste con la rubie
sona normal? -pr
rrir en el momento. De manera silenciosa se puso se pie, envolvió la manta en
ndo? De pronto era culpa de su padre, el viejo usualmente estafaba a omegas todo el tiempo ¿Era por eso señor? Se preguntó mirando hacia el techo. DebÃa tomar una duch
erÃa imaginarse algo asÃ. Dejo la sabana en el suelo y se metió a la ducha, sus piernas, sus brazos, su pecho, tenÃan marcas de mordidas y se encontraban rojas ¿Se habÃa acostado con un animal? ¡Maldición! Se lamentaba po
pues Anthony le habÃa prestado una pijama para que durmiera
que no tuviera muchas pertenencias, solo le importaba una sola cosa. Envió un mensaje avisando que se dirigÃa ha
silenciosa? -se preguntó mi
asi silenciosa, subió de las gradas, tratando de hacer el menor ruido posible. Ahora podÃa escuchar u
ony de espaldas, admirando la vista y al castaño de b
te ha interesado salir con un omega, siempre sal
-respondió sin moverse- Parece una omega normal, no tiene nada d
s ideas ¿Qué te parece? -Adrián caminó hacia el pelinegro- P
insistes
rás de esa omega recesiva -pa
dos prácticamente. Pero escucharlos hablar asà sobre ella, la hizo sentirse poca cosa. De pronto quedarse
pensamientos. DebÃa conseguir un sitio donde
..
cientemente -Adrián leÃa los documentos que tenÃa e
por comportarte arrogante co
ojecieron- Era clasificada com
ual -musito- ¿N
mos vivió con Julián Bermudéz hasta el dÃa de ayer, su madre se volvió a casar y vive en el ext
da complicad
to -sugirió- Digo, no vives completamente aquà y con los v
a hacer eso -dijo suspirando- DeberÃa conseguirle algo de ropa, las que
de ti, aunque aun lo pienso... ¿Qué estoy diciendo? -negó- Me discul
las escaleras- DeberÃas orar para que no se haya
conocer una omega dominante -concluyó con tranquilidad, siguiendo los
ue la conocà y solo sé la información que me dist
animado- Cuando sonrÃe sus ojitos parecen dos medialunas, nunca habÃa visto alguien asà -suspi
era un ser
e ruborizaron- ¿Yo dije algo as� -preguntó a
que le habÃa dado a la rubia de ojos bonitos, encontrándola
ede -hablo
stá -re
untó empujando
uejó levantándose- Casi c
uelo? -se giro mirand
guntó dándole una mir
ó asustado- Tengo su número de cont
s bolsillos del pantalón- Enc
¡
..
ás bien
S
rÃa creer que era por no haber comido nada la noche anterior, ni esa mañana. HabÃa llegado a la casa de Julián, pero al parecer no se encontraba,
mprano -le hizo saber- ¿Ya te comunicaste c
jo que v
ga se enderez
el pelinegro
pie- Gracias por decirme que te
ándolo con Julián en el pasillo. No tuvo t
mos juntos -dijo enseñando las bolsas en sus man
la rubia brillaron- N-N
zó a golpear su pie contra el suelo. Esperaba que el pel
va a insistir -comento abriendo la puerta de su hog
ue con eso te
do con el pelinegro desde hace 3 años prácticamente. Sus pertenencias estaban dentro de un
irlo, pero el olor que desprendÃa ese conejo, le recordaba a su madre y eso hacÃa que pudiera dormir todas las noches con tranquili
ste? -preguntó
un amigo adine
e estaba contigo
r -Lydia dejo el conejo en la mesa-
ciente. Yo, tengo un localizador -le confeso- Mi madre en todo momento sabe donde m
vivir en este apartamento de nuevo, por lo que puedes estar tranquilo, no me verás luego de hoy, pero ¿Y cuando te enamores de algun
era frecuentada por secuestradores, confié en Liam, pero el maldito nunca respondió. E
cando mi propio camino, Julián. Solo vine por mis pertenencias y como
..
gritó Lydia- Me hici
e me deslizo el dedo por
e accedió a quedarse un rato, pues siempre que comÃa algo muy delicioso por obligación debÃa tomar una siesta, algo raro. Cuando despertó, encontró al alfa jugando, e
inmediato la rubia supo de quien se trataba, por lo que su cuerpo se tenso y se p
año- Debà irme luego
hablaré con ella y t
-dijo no mu
la presencia de la señora Bermudéz era fuerte y amenazante, estaba empezando a asustarse. Se quedo atr
¡Ma
sta omega? -preguntó toman
rda... -
ncias -le hizo saber el pelinegro, pon
s habÃan empezado a elevarse, no tocando el suelo bajo sus pies. Escuchaba solo murmullos, no lograba ya entender lo que hablaban, pe
poniendo sus grandes manos
-pregunto la peline
engo por la rubia -Anthony le
lema con esa chica -menciono con burla- Yo
la tomo en brazos, como habÃa hecho el dÃa anterior
¡
gnorarme? -la señora Berm
pasos. Ojos enrojecidos, mirada asesina y aura tensa, desvió la mirada hacia Julián, quien sujetaba a su madre y