Frederick Becker
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en mi pecho, no sé si era miedo a terminar de perderla o era
jarme en su mirada y la forma en que ambos se veían. Definitivamente, son el uno para el otro y mi amor por ella seguirá viviendo en lo más profundo de mi co
o mío, a la tercera va la vencida". Por ahora solo me voy a dedicar a cuidar a mi familia y si el destin
uien nos va guiando haciendo un camino con pétalos de rosas. Al llegar al final le hago entrega a
yo no lo pude hacer. -digo estas palabr
, la amaré más que a mi vida. -espeta m
ños tesoros quienes aplauden y sonríen iluminando mi ser. Con tan solo 11 meses son la locura y felicidad
ovios. Nos unimos para tomar una gran foto familiar. Todos estamo
a su manera -coloca su mano sobre mi hombro-. Para muest
frente-. Les deseo la mayor felicidad del mundo, sé que s
para cada uno de nosotros. Dentro de eso también compartimos las anécdotas del nacimiento de
que fue de la manera poco convencional. Mi madre al principio di
pciones de nombres para colocarles a las niñas. Pues se hicieron papelitos con cada nombre y los metimos en una bolsa, la ma
enda
starlos. Las primeras son las mellizas, mi madre se queda con ellas en su habitación
ones igual que su abuelo y su padre. Cuando termina de cambiarse se para frente a un estante de madera en donde tiene infinidad de cuentos. Me causa risa verlo con la man
s a leer -lo alzo en brazos como me ha pedido-.
tarín lo bajo y va hasta su cama metiéndose entre las sáb
intió diciéndole que su hija sabía hilar con tanta astucia que era capaz de convertir la paja en oro. El Rey sorpr
la llevó a una habitación llena de paja donde le ordenó convertir todo en oro, disponien
ó dormido en un abrir y cerrar de ojos, niego con la cabeza de solo pensar lo qu
sobre su mesa de noche, sé que mañana hay qu
isa se dibuja en mi rostro al ver a mis pequeños angelitos durmiendo en sus cunas. L
a, de lo contrario la ortodo
os y disfrutamos hasta casi el amanecer. Los invitados se fueron ret
disfrutar de una luna de miel bien merecida en Egipto. A Yara siempre le causó curiosidad cono
ien la llevará, por eso d
egarse, el gasto ya está hecho, al igual que las
sus respectivas habitaciones para descansar, por
*
rse al mundo y desde las 5:00 de la mañana comenzaron a llorar. Eso hizo que todo
amos de los pequeños, los ayudamos a cepillarse los dientes y a vestirlos. Bajamo
no quería aceptarlo. Eso nos costó un disgusto a todos y casi se daña el desayuno, su excusa fue que no era
más tendría la oportunidad de conocer ese lugar que tanto anhelaba. Finalmente, aceptó y después de terminar de
llegó la hora de abordar Yara estaba hecha un mar de lágrimas, era la p
s lágrimas, ya se encuentran abordando e
acer -dice mi madre señalando a los pequeños-. Pero
a abrazo con todo el amor del mundo-. So
cionamiento para subir al auto y regresar a casa. En el camino veo por el espejo retrovisor a mis