El ardiente capricho de la CEO.
rad
99, Hotel Col
ernacionalmente sus empresas, y se dirigió directamente a su suite en el hotel. No compartía el entusiasmo, ni el interés de los dos accionistas que los habían a
cluido su hermano, estaban casados, y en el caso de Ronan, tenía dos hijos de ocho y seis años, pero
no se le había conocido ni amante, ni pareja, incluso algunos pensaban, en especial su
motivos que, en ese entonces, él no tenía dinero, fue rechazad
e la vida hasta que fundó sus empresas, para descubrir que el padre de Céline la ob
ella sabía lo que él hacía, y no contactó con ella ni le pidió esperarlo. Céline pensó que la había
mujer que amaba, decidió ser soltero de por vida, su hermano ya tenía hijos, que h
llorar, y con olor a alcohol, reaccionó agarrándola por la cintura, para evitar que ambos cayeran, como un bloque de cemento, sobre el suelo enmoq
r, totalmente indignado, mientras con la espalda en el suelo, y adolorida, sentía
o que mirara, a la mujer que tenía encima suyo, con las piernas enredadas entre las suyas, y alguna p
a que sus ojos verdes oscuros, casi marrón claro, se enro
ntó diciendo su nombre, que
enudo, para soportar el horrible matrimonio que llevaba años aguantando, con un marido infiel, egoísta, que ella rechazó en su cama desde el
a descubierto a su marido con su nueva amante, pensó que de nuevo volvía a soñar con él, con su adorado Sean O 'Su
y tensión del hombre que tenía tirado bajo ella, rectó por su cuerpo para
borrado rápidamente de su mente alcoholizada, por la sensación maravillosa, y enloquecedora de tocar esos labi
rse de dónde estaba, de quién era, solo podía sentirla a ella, y sin pensarlo, con una fuerza que no sabía que tenía, tras sentarse, con ella en su regazo, se levant
ntimiento fue la humillación, por haber caído tan fácilmente bajo las garras de esa maldita mujer, después vino la sed venganza, fue ese sentimiento la hizo que ordenara que recopilara
e anulada por sus verdaderos deseos había hecho. Si era sincera, lo único que había hecho
cer lo único que no había hecho, tras vestirse, se dirigió directamente, con las pruebas que
ean O 'Sullivan había sido otro más de los engaños de esa mujer, para Céline, era u
había decidido echarles una mano, un mes después de ese encuentro
al único hombre que amaba, y contarle que no sólo estaba embaraz
CEO, lógicamente el personal de recepción, le indicó que tenía que concertar una cita, y que, desde
s. A sus treinta y ocho años, y después de tanto sufrimiento, no iba a dejar pasar la oportunidad de ser feliz o al menos intentarlo, así que tras un despiste del personal de seguridad y de la r
tareada que ni le prestó atención. Manteniendo la cabeza gacha, y con una actitud de secretaria apurada, tras hacerse con una carpeta que había s
manos, que estaba despistada, preguntó dónde estaba el despacho del asistente
e del CEO se sorprendió al ver a la mujer que hacía poco su jefe le ha
m?"- dijo el Asi
o la morena, demostrando que se había dado cuenta de todas esas ocasiones frustradas
ras sentarse en el sillón que había en el despacho del asist
ue se lo entregue, y si te pregunta dónde estoy, le dices que venga a buscarme."- fue la respuesta e
ndo, Sean, dudó en abrir el paquete, pero finalmente le pudo la curiosidad, dentro hubo tres cosas que le dejaron impactado, primero f
res el padre."- la emoción de lo que sintió al leerla le
jo levantándose de g
te terminara, antes de salir como alma que lleva el diab
ue cada noche se colaba en su cama, en forma de sueño, y mucho antes de que ella le devolviera la mirada con esa sonrisa que siempre tenía en sus labios, ya
ham, se convirtió, meses después, en Céline O 'Sullivan, madre de la única heredera que Se