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Nefilim Hijos de Ángeles Libro 1

Capítulo 3 Regreso a casa

Palabras:8521    |    Actualizado en: 20/09/2024

eso

ítu

s mechones de cabello falso ocultan mi verdadera identidad, tocando mi mej

e las luces de la ciudad se extienden frente a mi. Me gusta la sensación cuando el tiempo se detiene, cada agente del FBI y táctico esperando de sus posiciones

caer en picada, solo con un chaleco cubriendo mi torso, caigo con un sonido s

...

ormir en mi jornada laboral, porque odio que él se filtre en mi inconsciencia. Así que salgo

entos propios y me distraen de mis insignificantes problemas, en esos momentos todos me saludaban como si hubiera entrado el sol por las paredes y su tarde llena de estrés, fastidiados de hacer los mismo todos los días

encia, algo que me desconcentraba, pues en este tipo de casos entre menos usara mis "Habilidades". Mejor. Pase por los pasillos de archivos que eran unas hileras de oficinas. Con sus paredes de hueso y cartón,

se ha ganado el respeto de todos, unos de los capitanes más veteranos que ha habido. Y el mejor de todos. Lo ascendier

a mí, me saludo con un beso en la mejilla tocándome por los hombros, me estudio y

o está

me inspiraba una ternura de un padre a una hija. Ya que nunca tuve un padre. Mis hermanos como siempre evitan el tema a toda costa, algo que deje de insistir a los doce

han podido con la testigo – dijo soltandome y dan

n los que José, Karla y David el psiquiatra intentaban hacerla hablar, todo en vano como dijo Charlie. Me despegue de la pare

o, con una sonrisa de una chica arrogante y me reí, Charlie se unió a mí

l peligro me siento atraída por él y hasta ahora he salido airosa de "Situaciones" . Como si me dirigiera a una sentencia de muerte mientras me aproximaba más

l psiquiatra mientras salían los dete

agota hija, quizá n

n con la sensación de

comoda el cabello que cae sobre su cara c

chica con mirada ausente, pareciera que nunca se movió, solo tenía sus br

nadie – entonces ella clava sus ojos confusos en él, eso lo hace sentarse derecho ante

mi nombre confiare en t

sa? – pregunte por

o catatónica, el tiempo se nos acaba, la ingresaran en un psiquiátrico – contesto Karla... La c

e posaron en mí, su cuerpo se tenso e hizo puños sus manos. Fue algo inesperado, algo que todos los presentes n

arse disimulando acomodar su ropa, ella volvió los ojos a mí, deliberadamente mis brazos cayeron a mis costados, trague saliva, todos abrieron la boca, pero

ero las palabras fueron fuertes y claras, parecía que no había mo

a escapar un suspiro, mi pecho subió y bajó po

esconfianza, no le respondí, aún seguía hipnotizada por l

el mío latía aún más fuerte de lo normal y Nicole podía escucharlo eso lo sabía, pero también est

de un silencio, el jefe abre la pu

ué s

l, a

, que no me perdió de vista hasta que aparecí en la puerta, entre intentando ignorarla y tomé asient

lla me miró por un largo rato, la expresión de terror desapareció para transmutar a una curi

nrisa que se extendió en su rostro – No si quieres meterte

n nuestro idioma. Jugando c

no sabes. Ni quién eres. Verdad. – ella miró hacia a su alrededor como si hubiera más presencia que la de ella y no la nuestra, pero solo éramo

uién

escrutinio. – Deberías preguntarte eso tu misma – me señalo sin soltar sus propios dedos desde la mesa – Yo te he visto antes.

cia adelante

le dije asustada) ella no contestó – ¿Que tú me conoces?, Jamás te he visto – continúe regresand

encogí de hombros porque no sabía a lo que se refería, ella me hablaba con un sumo respeto y casi pareció intimidada hasta que evaluó mi reacción. Entonces ella rompió a reír, una risa siniestra, que heló mi sangre y cambio mi expresión serena, ¿Qué significaba esto, de que se dio cuenta

ndo, algo mu

o n

arrojándome contra la pared, mi cabeza rebotó contra el suelo, sus manos rodearon mi cuello,

seco - score! -– y luego cambio al ale

a ella! ¡Serás mía! ¡Mía! - y para mi

a mí ama!... ¡Mí

r sintió un frío de miedo, por alguna razón mi cuerpo sabía a qué se refería, por alguna razón mi mente reconoció ese

nte, imágenes espantosas que me causaban dolor, físico y emocional, entre los cuatro contuvieron a la chica que se abalanzó a por mi, pero eso no evitó que mientras la sacaban arrastras ella siguiera gritando en un latín fluido que solo yo entendía " ¡Tú vas a caer! ¡Estás condenada, pérdida! ¡Tú le perteneces! ¡Le perteneces! ¡Maldita, mil veces maldita!" Cuando por fin se la llevaron aun escuchaba sus gritos y yo seguía en el suelo, lo que no previne después, empeoró las cosas, Karla, en un intento de ayudarme me toco, antes que José pudieran advertirla. Me retorcí en mi interior cuando puso sus manos sobre mi cuello, como si me hubieran apuñalado en la espalda, las imágenes, el poder qu

porque no me atreví a tomar el ascensor, pasando entre los cuerpos ignorando cad

me preguntó José

Debo...Irme, debo alejarme – dije entre

cación, pero nada parecía tener sentido, cu

la seguían

ticule cada palabra v

fe cree que... –

ir de aquí – mi boca apena

aré una licencia... tómame 15 días –

hasta ahora era un hombre de verdad, de uno en un millón. Respire profundamente cerrando los ojos un momento, para absorber sus pensamientos, un hombre como él siempre marcaría la diferencia. Es uno de tantos dones que poseo, me quité mi gafete de acceso y se la d

lo que pase. Recuerda que puedes contar con nosotros. Que no somos tan malos

en la mejilla y guardando en mi mem

siempre es hasta lueg

darles respuestas...

s atrás, sin volver la vis

ecto al closet donde escondía una maleta de acampar con todo el equipo completo. Empaque un par de botas

sin equipo con mis propias manos y correr sin cansarme por un largo periodo. Aguarde mi lona y casa de campaña en la mochila. me cambié mis zapatos de vestir por unas militares negras, me di una ducha, pa

s diferencias y ahora me veía obligada a reg

or todo el cielo, mezclados con la entrada al sol, mágicos colores florecen por todo el cielo, y cuando el sol se esconde es una gama de colores, rosados, rojizos, anaranjados llenan de po

prendente, era como ir en moto, pero mil veces más fuerte, mis pies sonaban en el suelo,

mo está lleno de esa vida, algunos no pueden ver lo que yo veía, me sumí en esos pensamientos hasta alcanzar u

...

s para arrestar a este violador enserie y solo yo podía conseguirlas y para eso debía ser un señuelo. Me deslice en mis cuatro extremi

, estaba apunto de usar mis dotes marciales cuan

rió como el gato que va a comerse al ratón, pero no me soltó. Mi cuerpo estaba atrapado por él suyo, con nuestras piernas enredadas. In

rro contra mi boca, tuve que traga

Dijo po

abios dándole un beso a la yema de mis dedos, y después un dulce y caliente mordi

regreso y se inclinó más cerca, mi corazón no podría estar

...

les caídos, como enredaderas, con su naturaleza viva detrás de ella, un bosque espeso grisáceo, neblinoso, donde el sol aparece entre las montañas, donde se reflejan sobre el lago y cuando se ensombrece la cabaña de dos pisos, desaparece como si no existiera, ahora dejando una magnífica vista, con el patio abierto de área boscosa y césped húmedo, donde las gotitas de fulgor resplandecen con la l

o quiero hablar mucho de mi hogar, al principio era una cabaña construida por troncos paja y roca,

deando hacia la estancia principal, donde se veía al fondo la chimenea rodeada por un librero en todo su arco, ala izquierda su cocina y su comedor, junto a ellos subiendo las escaleras de cristal al mini bar de Mitkel mi hermano

resa, todo la cama era blanca, los cajones eran nuevos, la ventanas abiertas eran correderas que daban al balcón, con las cortinas ondeando hacia afuera, el balcón daba la vista al patio trasero, solo bastaba con asomar la cabeza y se podía ver el puente, era como si me estuvieran esperando. Deje mis cosas sobre la cama, después de un baño me vestí con shorts cortos azules y una blus

hermanos? No los vi desde que llegué. ¿Sabrán que ya he llegado? ¿Les impo

olo me estoy

a de piedra estaba un cedazo, para colar la arena y sobre un clavo aún seguía la bolsita donde echaba las espitas de oro, este lago jamás ha sido tocado por los humanos, y jamás se acercarán a este lugar.

recordaba como mi hermana Keila y yo pasábamos nuestros días junto a él y como me narraba la cantidad de historias que sabía sobre él, como muchos intentaro

se podría decir que es un don especial, además de otras cualidades, después de unas cuantas espitas decidí pasar

cristalina, los pequeños peces se escondieron bajo el puente, casi pude ver una sombra oscura pasar por debajo, pero estaba tan hipnotizada por el lugar. Hacía ya tanto tiempo que no disfrutaba tanto, la sombra volvió a pasar "Tal vez

... respirar.

grito encantada que me

én... ¿Que f

sacudiendo su cabello rubio que caía sobre sus hombros, miré sus ojos azules temerosa de qu

n n

o le devuelvo el abrazo, recordando cómo es ella, siem

Ella para mí ha sido más que una hermana, ha sido mi gu

pí el silencio para escuch

eso hi

on cierta indiferencia y no hablaba de mi hermano, su modo de mi

te agrada, pero lo juzga mal – siempre ese tono de pre

.. Solo... Es que te extrañe mucho. – mentí ocultando la verdadera razón

s ido – me dice

vábamos bien, las discusiones diarias, sus reproches y

sus brazos para consolarla, sabía que le hice daño y

es de afecto, nuestra relación es más complicada, hace tiempo éramos muy unidos, como lo somos Keila y yo ahora, "Eso s

rededor, siempre era así cuando Israel se encontraba cerca, no era nada sencillo, escuche como su andar se detuvo

reyera, me vio con ternura, aunque no lo dir

ca se puede... es algo que no se cambia, en los días siguientes intentaría instalarme, intentar evitar a Israel, pero iba contra mis principios, mire a Israel, que seguía parado de frente a Mitkel, como alerta, debía encontrar la forma de

bien y no creyera que esté aquí, a pesar de la tensión, tenía que

n rápido que no supe si volveríamos a discutir, creo que hasta Keila pensó lo mismo porque intentó detenerlo, hasta que me

e– me susur

me desconcertaba hasta a veces deslumbraban mi ser. Pero odia

vió la vista atrás sol

es tirada–

mujer se enamoraría de esa voz seductora y no sería culpa de Israel, así como ninguno de nosotros podría evitar ser

a– él le replicó. Y así si

enos les hice creer todo este tiempo, y de los humanos que conocí, Israel no paraba de sonr

bajo el lago, esas cuevas tan llenas de poder, tesoros, oro

azón podrían vivir para salvar a sus pueblos que morían de hambre, de aquí vienen las historias de la desapariciones, pero estos bosques suelen ser confus

s de bebedores de sangre, criaturas con aspectos de demonios que matan a quien se acerca robándoles el alma, comiendo su carne sin importar que no sean humanos, pues hasta los animales mueren, hemos encontrado cuerpos de gente que pudo desaparecer hace tiempo, los esqueletos nos han servido para mantener a l

carraspeo un poco. Los hum

me pregunta Keila mientra

el humor. – dije burlándome de ella y el

inos que estaban a la orilla del lago y pasé el resto de toda la noche contemplando las estrellas,

....

Keila, parece que aún n

que tal d

e saber qué haces aquí

or el momento, además no quer

oche y después de unos segundos de silencio insist

a fácil con ella, con Mitkel sería sencillo ignorarlo si intentara hablar

ie para acariciar la orilla del lago ya que estaba a unos 15 centímetros de profundidad, sus

de mi concentración– En serio él no es tan malo – s

teresante? – le conte

esdén... Inténtalo. Por mí...

cal no podría resistirme a su petición y ella lo sabía, se pegó a m

un ojo y ahí estaba esa mirada que derribaba todas mis defens

ulce y abrí los ojos, era tan h

.. no me gusta

la puso en su mejilla, me vio con más inten

me hablo con

de la hamaca dejándola sola, pero ya había ganado

pasaras tan mal –

tú vienes

creíste que te dejar

cometí un error, su cara se

– me quedé

ondo con po

o un tomate, entonces empezó a picarme las costillas y tuve

uerta sin soltarle, somos como dos adolescentes inmaduras haciendo tonterías, pero con Keila jugar era así, comportarse de forma inmadura, l

do respirar" dijo con mi mano aun en su boca, Mitkel acomodaba tres libros en la repisa de la chimenea, K

Al fin solté a Keila y nos partimos de risa, el rí

us recuerdos, yo no tengo muchos límites porque a veces yo sí puedo influir no

de otra cosa... – golpee su

– sobe su espalda

las escaleras, y lanzó unos besitos en mi dirección, Mitke

mites... vo

os detrás de ella – ! ¡Quieres que te ayude a enterrar los restos cuando acabes! – me reí, se oyó un portazo, no alcan

nte al mío, se me ocurrió un movimiento rápido. Espere unos minutos

ando me iba a dirigir a su puerta, se abre lentamente, pude ver el cabello

sorpresa al darme cuenta que no era Keila. Era Israel, mi traidora hermana m

este, sus ojos me miraban con una repentina curiosidad. El calor que emanaba su cuerpo... quería gritar que se alejara de mí y otra parte que se acer

en les doy

me levantar, Keila río satisfecha, salió veloz por la puerta, no me dio tiemp

tos. – volvió a bromear hablando

truirte lo juro! – gr

habló Israel mientras se

o– me gir

a laptop, y un equipo de deporte perfectamente doblado en una butaca en forma de L para poder recostarte frente a

do paso

empre viene a verificar que esté

rio. M

te frecuencia de

turando con sus cla

estado torturando con s

on él para que

Me agrada tu hermano. No

enial, cuando

sta...– añadió recordand

te!, – alcé la voz para que me escuc

y sosteniendo la puerta! –m

uizá el ya lo sabia. Pero aun así tenía que advertirle. Cerré la pu

inándome hacia adelante, de repente se acercó d

explotaría y que embarazoso si Keila o Mitkel lo escuchaban. Se in

un tiempo más? – dije con nervio

acercó. Abrí la puerta de tras de mí, me de

me refiero, despierta una electricidad en mi cuerpo, que desciende de mi pecho hasta

emido. ¿Qué quiso decir?. ¿Verme?. Quería preguntar y solo a

la cena – dije con v

ta la

Mis hormonas revolucionadas pedían libertad cuando estaba cerca. "no, no, Espera" frene el pensamiento antes de que me fuera de las man

de lo

egues... t

asmo falso. Ella escuchaba mi corazón per

as terminamos de cenar, hasta Israel estaba en nuestra compañía, me gustaría saber un poco más, cuando vivía aquí él no compartía

mes? –preguntó Mitkel,

to de evadir el tema de mi falta de sueño, no qu

necesitas... te has

de venir aqu

y hay que mantenernos fuertes – puntualizó, dando por terminado el tema, como si fue

anto otro día más

reguntó Keila para mi desgracia

Mitkel me vio atónito, Keila dio un trago

eso! – explotó un airado Mitkel

serio... dejen de preoc

o de súplica. Ella debería entender mi parasomnia, su intención era interve

– Israel ondeó con la mano para quitarle impo

í) y yo me quedé sorprendida, mis ojos se encontraron con los de él. Y entonce

lla desde ahora sería mi mejor amigo y en un plan mal

olvides que es tu novio

itkel o cuando estuviéramos solas, pero esto ya era más pe

que me casés con él

queña recargando su cabeza en mi hombro.

harás. Desde cuándo eres tan insoport

costa porque se unía a nuestras risas, mientras

o esto? – le pre

semanas, tengo que contribuir a la causa, creo que ella lo hace para hacerla

aro, no más no te lo tomes en

.....

ataúd y enterrarme viva, no era un descanso, pues parecía agotarme cada vez más, er

bía que hoy sería más difícil, porque me sentía más extraña que cualquier otro día, cuan

i me fueran a echar a una con clavos y fuera a lastimarme con ellos. El toco mi frente, quitando

... ¿Podemos

¿Q

e algo y con Mitkel y

metió y asentí cerrand

e tirantes, me fui directo a la cama, donde esperaba no pasar de revolverme y hablar dormida como otra noche más, sospechaba que esa era l

ayudaran a tener una noche tranquila, poco a poco me fui relajando hasta que mis parpados se fueron cerran

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