icon 0
icon Recargar
rightIcon
icon Historia
rightIcon
icon Salir
rightIcon
icon Instalar APP
rightIcon

Nefilim Hijos de Ángeles Libro 1

Capítulo 5 Un nuevo día

Palabras:8016    |    Actualizado en: 25/09/2024

uevo

pít

a

que estar en mi hogar, pero he de admitir que me hacía falta un aire diferente, la mayoría de las ciudades

ntojaba un lugar antes de irme, ¿Porque?, desde luego no pensaba quedarme, había muchas ciudades q

en mi garganta. Me fui directo al espejo del baño, todo rastro de cansancio por la falta de sueño, desapareció, las pequeñas formas oscuras debajo de mis párpados desaparecieron, ¿No sé cómo, pude dormir tan bien?, sentía que algo había diferente, para mi mayor satisfacción no había nada en mi mente, nada que me perturbara como otras mañanas al despertar, sabía que había soñado algo, pero como era todo el tiempo no recordaba, en los últimos meses las pesadil

lo haré yo... anda que esperas..." este hombre era impaciente, apague sus pensamientos, me distraen, ahora me concentré en el exterior... eso fue fácil. No requería mucho esfuerzo... "Me pregunto si ya habrá despertado – pensaba Keila –

es gracias a la acupuntura, así que me dediqué a perfeccionar el arte estand

s, cuando me

o. Después de ponerme el alfiler me vestí con unos levi's de licra y una blusa negra con tres rasgada por todo mi vientre, con mangas que me llegaban a los codos, ceñida a

sde cuándo me importa lo

a mesa, hot-cakes, leche tibia,

a me senté a la mesa sirvién

uspiró dejando de sostener su pecho – Pensé que debería

– me sentí indignada – Me hu

miste estupendament

le sonreí.– Por cierto dejarás de preocup

que estás d

... quizá deba masacrar a algu

cambiara su expresión, tomé mi tenedo

ano y a Israel. Y deja

nsando cómo matarse mutuam

pregunto extrañada, ella sabía de mi habi

.. ¿Acaso tu no? – d

estos y deja de c

. ¿Pero a ti qué te pasa? A de mas e

.. – hizo una seña sobre su oído, como si

? – Entonces se puso t

.. porque

l, quien intentó matarte? – torció su boca –

e pregunto con suma preocupación de que yo hubie

odo normal... sabes que ja

o que te inquietes con

inguno de ustedes... eso sería muy irrespetuos

ente. – se burló con las palabra

manos entrando por la puerta trasera, queda por el cuarto de lavado y la alacena, has

uriendo de hambre – les

también se a

le contestó ella. alzan

la oración aunque Israel no participa, ¿Me pregunto porque?, tendrá algo encontra del creador, sin darme cuenta lo estaba estudiando y e

ias por permitirnos despertar un dia mas – Israel resoplo despa

imos los tre

Suspiro de nuevo. ¿A qu

n ajenos a mi escrutinio, ni siquiera se dedicaron una mirada. al terminar sentí una extraña, estática... era como un cal

a... notando cómo retorcía mi m

paso, keila volteo a ver a Israel... quien e

me dedico una mirada complice reprimiendo una so

espondió con una sonrisa muy hermosa, y estuve apunto de sonreí

e llevó a su

enido tiempo –

.. ¿Y por

¿Q

efinitivamente están raros – los señale con el dedo

ondió keila

é mi mirada en la ventana, mientras ella recog

isculpó Israel y se reti

r la lista de provisiones para el almacén

ndial, sus familias han creado un fondo turístico para el museo que tiene el pequeño pueblo y aunque no es la verdadera maryland sus hijos murieron ahí...

ándome con precaución, ambos par de ojos me miraban,¿Pero que mirada me lanzaban?, como si fuera a confesar un asesinato o ellos hubieran cometido

dió Mitkel, ahora fui yo

jaron dormir!? –

keila me lo dijo como

lo disfrutaste... no hiciste nada de ruido, y no te atreva

e siento tan loca...– añadí co

se acercó a mí, me beso la frente,

solo la abrazo, sus manos se rozaron con cariño. disi

dijo a la

haber visto jugando c

os, escú

nte esperando recibir el chisme como si ella n

, y nose a que te refieres – contestó a la def

e vas a decir que no p

. nunca... Mitkel y yo somos.

anto tiempo... añadiendo que ustedes han

lar de esto... ahora no.

¿Qué quie

eres de bue

rrió una idea, me levanté terminando el vaso de jugo y después de l

me preguntó con una

on tu caprich

on sus mismas palabras las que me alentaron a intentar un acercamiento con él,

uce los brazos

una sonrisa divertida

lumpiaban fuera de la hamaca para darnos impulso, en cuestión de segundos nos mesíamos mutuamente... el no dijo nada, dejando que el silencio fuera lo único entre nosotros, pero él no noto que el calor

ar y apartar un poco la cabeza – ¿Hay algo de lo que no quiera adueñarse?

, sin sonreír, solo me miraba dejándome

ermana no te ha seducido con sus caminatas o Mitkel con sus claves

?. Me ofend

tienes el cuart

Ya sabes me gustan la puertas abiertas – me pod

cia la copa de los árboles, deseaba que girara su rostro hacia ami y poder

faltaba cruzar los dedos para esperar mi respuesta favorita, Me

– me respondió c

te noto muy seguro – juguetee de nuevo con el rozandolo

sus piernas se entrelazada en medio de las mías, su brazo sostenía su cabeza, inconscientemente mi mano se deslizó por el brazo libre que me arropaba y me sujete como si fuera a desaparecer, no es que no sonriera realmente, es que cuando lo hacía se notaba que se esforzaba mucho. Y estaba descubriendo que conmigo se le daba bien son

ra apartarme de él. Me siguió clavando su mirada hasta ver, cómo sus ojos se deslizaron sobre mi boca y después de nuevo a mis ojos... perpleja me di cuenta que este complet

ices se rozaron , contuve la respiración cuando se inclinó, no sabía identificar mi reacción, pero a él le brillaron los ojos de una manera q

o el acaricio el mío, sus manos dejaron una marca sensible en mi piel, mi corazón explotó como una bomba molotov, cuando su fragancia llegó a mis pulmones, recordando a esa brisa que inhalaba cada mañana del bosque . Era un olor mezclado con almendras, algo que jamás me había gustado,

uarto y ahora mi hamaca... ¿Quien te has creído?¬ le digo en broma y él sonriendo sinceramente,

sí. Por favor – le di una sonrisa pícara... estaba apunt

punto de cruzar las montaña

ños colgada, tarde o temprano esto pasaría. En cuanto fuera al pueblo me compraría

.....

nsaba en lo maravilloso que era volver hacer yo misma y olvidarme de los límites y de las restricciones, durante estos tres años fuera de casa me sentía cohibida, y no me molestaba de no poderme mover a una velocidad normal, de no emplear toda mi fuerza, lo que era normal para mi, aun humano lo asustaría y nuestros predecesores nos dejaron mucha heren

pecie puede poseer una diversidad de habilidades, y solo los elementales poseen ilimitados dones como yo, se preguntaran porque no los uso y no es que no pueda, es que no se han desarrollado del todo, una parte de mi men

os, entre menos supieran de nosotros era más seguro, según Mitkel claro, pero pienso que si hubiera peligro nos habrían encontrado si quisieran, " ¡Por dios! son Arcangeles, Ángeles y Guardia

btener esencias, y manipular los elementos y el susurro del aire. Asi lo llamo yo, porq

eguridad no jugará con el fuego. La tierra era diferente, podía moverla flotando delante de mi, solo lograba levantar unos cuantos pedazos enormes, que requería de toda mi concentración p

hay solo una verdad. Las mentiras que se han usado para escondernos de la raza que se dedica a matarnos, los llamamos cazadores para ser exactos. Seres sin escrúpulos y sin conciencia, seres sin alma con cuerpos humanos tan hermosos como nosotros o como nuestros padres. Lo que nos diferencia de ellos es que somos seres de luz, tenemos conciencia y c

perimentar lo que no podemos tocar, nos reunimos alejados de las casas, junto a el espeso bosque una vez más, recordando cada día que alguna vez esto dejará de existir y que debo

puedas seguir

resumas. – di

a mi prácticamente me arrastraron.– iba a decir algo

ael susurro con tono burlón caminando e

extremidad de mi cuerpo, Keila se colocó a mi flanco derecho, respirando unos segundos después de mi, Israel estaba en relativa calma detrás de nosotras, siguiendo nuestro pasos, haciendo ruidos con sus pies al pisar las hojas y ramas, Keila y yo conocíamos todo el terreno de sobra, sabía a donde ir... mi paso se fue acelerando conforme mi cuerpo respondía a la naturaleza,

l sol, detrás de las montañas en las colinas más altas, esas que nos dejan cerca de las nubes sobre los acantilados, vamos, nos reunimos y podemos ver a nuestros hermanos. Somos parte de tod

tos cada uno flanqueando mis lados, corremos al alba sin parar, parecerán minutos incluso horas, pero somos más rápidos y llegamos en minutos, los insectos y los pequeños animales huyen de nuestr

raba, el agua suena bajo mis pies mezclados con mis pisadas y mi nueva compañía, es solo música para mi, el mundo canta para mí, porque él y yo vivimos y nacimos como almas gemelas, yo puedo escuchar a la tierra, está viva, la oigo crujir cuando se mueve bajo mis pies, el agua la ciento en el viento que sopla a mis pulmones, la ciento flotar entre mis dedos mientras el tiempo se detie

s, ser un elemental es de lo más genial y no lo digo por presumir, pero solo soy la única que posee y puede ut

he intentado buscarlos. No sabré si aún vive, no me arriesgare a separarme mucho tiempo de mis hermanos aun que Mitkel y yo no nos llevemo

e cuidan y estando conectada con elementos, honrar su memoria ya que puedo entrar en contacto con todo lo que quiera, puedo descubrir secretos que ni siq

muertos, moriremos algún día. Podemos vencerlo todo menos la muerte y aunque ese dia tarde en llegar espero poder regresar c

dad, Es una etapa de nuestra vida y cuando sea el momento dejaremos de existir, cuando hayamos cumplido nuestro propósito, porque siempre

brinda , entonces uno lo sabe, como una epifanía sabes que ha llegado el momento, estamos listos para ceder nuestro lugar, todo tu cambias, algo n

l se detenía a esperarme que me pusiera en pie "Lentamente" me alentaba con voz aterciopelada, su voz era gruesa aunque no dejaba de ser autoritaria. Tiene un encanto tan pe

lgo así... me caí de la soga, ya que escalaba como cualquier humano, cosa Que él odiaba, llevaba unos 15 metros de altura ganados, cuando la cuerda resbaló de mis manos, intentaba hacer un nudo para sostenerme de una roca

lo alto del acantilado y de un salto me llevó hasta ella, el sol estaba a punto de acariciar la montaña y a si cuando lo hiso, mi cuerpo sano cómo sanan el de mis herm

keila tomó su lugar a mi derecha, Israel se situó a mi izquierda, sin pensarlo clavé mis dedos y pies en la roca más firme y subí, keila se adelantó a mi e Israel se quedó confuso, pensativo, no entendía porque hacíamos esto, " ¿Vienes guapo o te vas a quedar a echar raíces?" le distrajo de sus pensamientos, cualesquie

mbiado con el paso de las tormentas, pero por dentro aun te

planeta, Desapareciendo las sombras de la noche que ha dejado a su paso, al fin llegamos a la orilla del acantilado, estoy justo

e anunció

hacemos aquí? –pr

dos segundos – le contestó

s – le comente vie

las nubes y los primeros rayos del sol, Se ven las puertas invisibles, hechas de oro, abiertas para nuestros hermanos... ocultas para los ojos de los humanos, que no podamos e

s de su puerta, si ellos quisieran podrían voltear y vernos, pero no lo harían, es una de las leyes escritas por los propios Arcangeles, en una de las siete puertas, 7 libros de oro con los secretos más a

as tradiciones... solo en ese mundo perfecto todos son iguales... pero muchos han caído en los encantos de la tierra y a veces es inev

e ver, su expresión me recuerda a la mía la primera vez que vine ...y

do dejándome

regunto con el tono aún

has visto en un espejo? – le bromee... se sen

zonte y yo le miraba a él absorbiendo cada expresión

to me agarro con la guardia baja, deslumbrandome por completo, tuve que

– pregunte

.." ¿Lo decía enserio?"... me hizo un cumplido, y yo por sup

sus ojos aún estudiaban mi rostros y yo no podía v

l suelo elevando mis manos al frente jugando con los granos de arena frente ami. Cuan

callo en la cara entrando un poco en un ojo. Israel se acercó ayudandome a limpiarme la

mpiendo, mi momento de incomodidad –

niños – repliqu

reglas son es que no hay reglas... rec

ue me acuerdo. E

ago tramp

rado, son de esas vallas que te entumen la lengua y llegas a un punto que en

ponde ixa mientras me mira. M

osotros, ágatas, haciendo pucher

ejas de ixa se juntaron y mi sonrisa se amplio mas, mientras me dejaba caer con las piernas cruza

cerrando sus ojos y solté

me pregunto Keila. Tomó unas vallas y t

finge mirar a otro lado y me dan ganas de lanzarle una piedra en la cabeza. No tiene porque saber

testó confundida – ¿Q

nas – "A veces q

sí...

manos – res

ahí? – le pr

ficativamente, cree que no recuerdo el dia q

peligro pero todo era actuación. Me estaba divirtiend

zada."Así". Ella no sabe que tr

consultora civil y hemos estado

peligro

más una exigencia que una petición. Su

n el imbécil ese? – me rei en la cara de Isr

horror que puso Keila me hizo hablar antes de que dijera nada – No me pongas esa cara. Sabes que somos invulnerables mientras no tengan beyadona. Bueno. Le grité hasta quedarme sin voz para que se largara y lo hice quedar en ridículo frente a todos dándole un rodillazo en medio.

mba o algo – replicó Ixa. Lo miré entrece

intervenido se habría dado cuenta que

con irr

lanzandome la pedrada – Que no saldría viva de ahí. Porque habí

vallas. Empuñe una roca sacándola de la superficie y

gunto mi hermana viénd

cansando la otra en su rodilla, se miraba tan sexi.( pienso burlandome internamente de e

a pasándolas a nosotras. el se lleva a una a la bo

mi boca y Keila se unió ami atragantándose con las

en el lago– espero hasta que las carcajadas se apagaran, estaba segura me me iva a pregu

vallas que Keila le ofreció regresando a su pose. Se las llevó a la boca e hizo una mueca por la acidez... Keila y yo nos rompimos a reír de n

la boca... me atacó

dad o

d – le

in saber – Hay idiomas que no conocemos porque cada u

Que

mbras – Keila resp

s estaban más ácidas, rugí por la acidez... no estábamos jugando a

rdad

erd

bromer? ¬ si lo sabia...

e hubiera dicho eso, pero lo hizo a propósito para provocar a Keila y lo consiguió. Esta vez no me

e acuso entre

l se rieron de mi – Como te etevez. – lo regañe llevándome a mano al boca

ora de

iste? O ¿Te arrojo po

o no puedo volar, era un tema delicado para Mitkel y Keila

to... no

os y cuando sea el momento Mi

uieres

ro mi ego no po

ue no tenias – me

Keila Intervino impaciente e igno

vez absorbiendo en mi piel el pode

de hablar con toda la normalidad posible y le conteste con otra pregunta, "¿Israel, enserio, de donde eres?." Él no respondió, me miro en silencio intentando descifrar porque le volvía a preguntar lo mismo... llevaba tanto tiempo estudiando las expresiones humanas, leyendo sus mentes que ya no hacía falta invadir la mente de los humanos, su privacidad, aprendí en ese tiempo que estuve lejos de mis hermanos, que las expresiones de cualquiera hasta cuando haces una pregunta te responden sin que

s ¿Te gus

rque con deliberada lentitud a la orilla y abrí mis brazo

ero que me atrapes. po

rme grabe en mi mente su expresión de sorpresa, ira, preocupación y desesperación...

Obtenga su bonus en la App

Abrir