La Hermandad Del Arcangel
todo lo que la rodeaba: desde el número de guardias vampiro y los exquisitos (aunque algo extraños) arreglos florales, hasta el hecho
su puesto tras el mostrador curvo. Este también era de piedra, pero estaba tan bie
de su corazón. Estuvo a punto de preguntarle a Griselda a quién se había desayunado (ya que su
aci
lys, su sonrisa estaba cargada de sabid
risa. -Consultó su reloj-. So
uerido empezar aquella reunión con
y fue sustituida por una expresión de sutil decepci
del Cazador? -El desagradable comentario sa
una sonrisa descon
de lo más entretenida. Y S.R. Stoker, el pr
ys era el Rat
tuviera los ojos rojos, ¿no? -Francelys sacudió la cabeza-. Ust
da dejó paso a un gest
condición de vampiro. La mayorí
momento apropiado para darle una lecci
gió los hombros, como si careci
lda se ruborizó, y su
a he entretenido.
había dado la oportunidad de tranquilizarse. Si aquella vampira delicada y elegan
cilaron un instante ante
ro de su voz estaba mezclado
de Francelys
muy a
sta compuso una sonrisa intrigada-. Él no n
habría dado
rente a las puertas
a pantalla táctil situada en un pequeño hueco que había junto a l
s frenó
azo
n tendrá l
puertas se cerraron, recordó con cierta incomodidad al vampiro al que había encerrado en una caja unas doce horas antes. Ahora ya sabía lo que se sentía al estar al otro lado. Si n
ta atrapada e
edor. Decidió dejar de observarlos cuando marcaron la planta setenta y cinco. En lugar de eso, se miró en los espejos y alisó l
pedido que fuer
un pequeño recinto acristalado. Resultó evidente de inmediato que aquella jaula de cristal no era más que la estructura
no creía necesario que sus
bastó otra mirada para descubrir que el suelo de la azotea no era solo de cemento. Lo habían pavimentado con baldosas gris oscuro que brillaban como si fueran de plata bajo los ray
tonio por n
ugosa: en aquel momento el viento era suave, pero sabía que a aquella altura podría volverse violento sin previo aviso, y los tacones no eran precisamente muy
r una ventaja. Los nervios no
íble imagen de los ángeles que volaban desde y hacia la Torre la llenó de euforia. Estaban tan cerca qu
onunciada con suavidad, aunq
ibido el viento originado por los movimientos
me cayera? -pre
ado, las alas entraron dentro del campo de visión per
desprendía aquel ser que decidió parecer tranquila. Era eso o
le p