24/7 Libro 3
ítu
rrec
s de l
ta
umplir una promesa erótica de hace días.
i vestido corto, con su mano acariciando mi espalda.
Me mantiene pegada a él. Con su voz ronca por el deseo seduciéndome bajo la oscuridad. Toma mi rodilla enredandola en su pierna y solo asi acorralandome cont
a el borde de mi ropa interior. Haciéndome jadear contra su oido. Y darle acces
tor a
rme en su regazo y uniendo nuestras bocas. Sus respiración agitada diciéndome que está tan excitado como yo. Que sint
l mío. Se deja seducir por mi. Mientras sin ser vulgares mi cuerpo se mueve creando fricciones calientes, con sus m
os cuerpos sudorosos moviéndose y dándonos la privacidad sin ser
la habitación. Lo veo pulsar un botón y las cortinas cerrarse de las ventanas dándonos
ra la puerta. Sus manos vuelven a mi cuerpo acariciando sin límites, robandome gemidos y instándole a perde
boca quema, dejando un incendio donde sea que su lengua toque. Sus manos re
en el escritorio libre de cualqu
lanco. Se detiene junto ami. Con una mirada tan abrasadora que podría consumirme. Está tan cerca y ala vez tan inalcanzable. Que cuando intento toca
estiona bebiendo
elamo mi
dad hasta mi vientre desnudo y se despoja de su camisa dejando su torso desnudo. Anhelo tocarlo y saborear su piel. Pero estoy seducida por sus caricias. Toma la copa junto a mi cintura. Y vierte unas gotas en mi ombligo. Antes de que se derrame tras estremecerme recoge cada go
ro cuando su boca me cubre y se mezcla con el fresco líquido y su lengua experta grito, me retuerzo aferránd
interior y explotó en un mar de sensaciones, arqueando mi espalda de la superfic
satisfecha. Mi cuerpo pi
or más. Quiero más – po
zos siendo asediada por su boca y la fricción de su cuerpo desnudo contra el mío sin llegar a la penetración. Aún recuperándome del primer orgasmo avasallador. Muerdo y lamo su cuello, hasta descender
ros poniéndome de pie con brusquedad y apricioná
– jadea y gruñe deslizándose
uerza y grit
tuerzo buscando moverme, tocarlo porque se
do y impactando co
orf
más. No soportare
é de
era. Apoyándome en la superficie ahogándome por la fa
cadas mortales, aferrándose a mis hombros, pe
Siento el sudor cubri
r fa
de nuevo, una,
rmin
sitada. Me da la vuelta y me alza para que lo abr
ra y uniéndonos de nuevo. Moviéndose contra mi cue
to cuando se detiene recuperando el al
, uniendo nuestras bocas, arrastrandome al abismo más oscuro y potente desde que nos conocimos. Explotando en un éxtasis juntos. Queriéndolo
brazos, despertando de
rampa – dig
finge
s el tonto.
En la cama sie
n un sillón
entras estés entre m
un perv
una Dep
ecemos abrazados. Es algo que no me gusta, pero se siente bien esta