La dimensión del amor
ta
enorme sala de la casa de mi hermana, con la vista f
era castigada. No
lió de su boca, parecía escogida con esmero. Tenía la sensación de que ella
o mal interpretado, no es más que
erpretar, podría jurar que tengo un máster en in
ndo analizo algo, soy tan exacta
ndo por no haber podido ir a verme, por no saber de Amaia y sob
costaba cree
y a mí me secuestró la loca de Alicia, supongo que con la ayuda de su madre, pues hasta que
comprensivo, que podía pecar de inocente. Estaba ma
uedan partes. Estoy cansada de ser comprensiva y ve
s mantenemos la misma actitud, no podremos seguir adelante. Al menos no juntos. Y eso no es lo que quiero para nuestro h
s que Amaia es la mía, y si hace un tiempo lo ayudé con todas mis fuerzas a salir adelante, hoy esas fuerzas son para m
é sobre su pecho - deja que sea ella, quien vea lo que sea que tenga que ver. No
que quería que mi herman
egaba a seguir viendo como mi Amaia segu
ía aguantarlas para siempre. Y si quería a mi hermana, como la quería, tenía que hacer q
ntos bien, no mal. Y ahora mi
. No íbamos bien ni mal. El simplemente le dedicaba much
ión, paterno - filial. Ya habría tiempo para eso. Y verlo con mi madre, me daba cierta tran
mó a la mesa, para come
ebé necesitaba alimentarse, así que me tuve que sentar con ellos, qu
ro hijo dentro de tí, no te p
ue a veces tenía la sensac
er miedo a provocar un mal momento para los otros. Era muy incómodo
to y poniendo los codos en la mesa, obteniendo la atención de todos - esta familia está hecha una mi
tana
a esté aquí y podamos hablar todos juntos - ella
Jhonson, después con toda la historia de Leticia, también dió muestras de sumi
bailaba. Que chico más comprensivo. Me resultaba hasta mo
me lo mismo. Estoy tranquila, solo que yo
s - solo espero que cuando llegue el ter
lengua tragándome un vete a
edes responder con sinceridad, te prometo que voy
ó expectante. Sin embargo Ly
que no hay nada má
d era mi manera de no estar esperando a que o
encio me decía que habían mas cosas secretas. Y eso me jodía tanto que me recosté con
condiendo cosas, y esas cosas tenían que ser todavía más graves que las ant
ue no me decía que era lo que escondía, pe
salió de mi boca, antes de tirar la ser
ojonu
m
e hemos perdido algo, pero que necesita
Aidan, o para mí, no lo
dazos y que yo no aguantaba mucho más, pero q
detalles l
pidió salir de aquel sitio, volver a la habitación y comen
cigarrillo, colocándolo en sus labios carno
s palabras hacia mí, en tono firme y amenazante - pero el divorcio jamás. Ni tú lo quieres ni yo voy a dártelo. Con eso no cuentes. He hecho algo que no me has pedido y que jamás
- me calcé unos tenis y le dediqué a él, toda
uieres - cuánta razón tenía
Aídan... Y tú no
rido. - el era experto en manipularme - y no eres más que una malcriada que no quiere aceptar que amas todo lo que so
sa. Verlo con la vista fija en la ventana y
la palabra suya me ponía de regres
lo que sí
cho Amaia, no sabes lo que me está costando. No imaginas lo que siento, po
ntir mal, solo quiero respuestas que te niegas a da
da a ser alguien de quién no te enamoraste? - no
atando de que se girara a mirarme pero no se movía. Cerraba
o, un jardín por el que ví aparecer la silueta de Dougl
lo que pasó con esa maldita foto, ni con otras cosas que he tenido que hacer y todo por qué, pues porque asumes que si te divorcias estarás mejor. Es que no se puede ser más idiota Amaia. Te traje aquí, para tenerte
iera miré hacia atrás, porque cada palabra que Aídan me
hace estar lejos de mí. No voy a buscarte. - se giró por fin y sin tocarme, acercó su rostro al
e mi garganta cuando me pasó por delante
ios lo ayude - le dijo a su padre, pues Douglas le c
y ví cuatro hombres esperand
l suelo, llorando desconsolada. Sin entender que mierda había hecho y
iós pe