La esposa pesada que redefinió la belleza
n de la fami
r de las luces brillantes y la multitud de gente, una p
con delicadeza en una bandeja. Sin embargo, sus manos temblaban nervi
onald Wright se recostaba casualmente en el sofá, con las piernas balanceándose ociosamente mientras observaba
so. Se volvió para mirar fijamente a Ronald, sus o
es la que no encaja aquí, un parásito que vive a costa nuestra! Si no hubiera vuelto para ayudar a Anabel con los asun
labras, dio un traspié, y
del desastre, aunque la mayor parte del líqu
lara se encontró con la mirada fija
traban en un rostro bien cuidado pero pálido como
risa ligera justo en ese instante
un mes, ¿y ahora nos tratas como si fuéramos extraños
e lanzaban, y se apresuró a ofrecer su disculpa. "Lo siento mucho, no fue mi intención
udiera terminar, la
jos se habían vuelto fríos como la muerte, como un
ltó un silbido como si estuviera ob
s humeantes y, sin dudarlo, la derramó sobre la cabeza de Clara, espetando con furia:" ¿
ilyn
onaron al m
olpe en la sala, corriendo directamente ha
¿estás
an pronto como recibió el mensaje de Clar
en, señor
o en su interior. Lanzó una mirada furiosa a las cuatro personas que tenía delante, cada uno con una expresión distinta, y espetó con frialdad:"Si lo que quieren es dinero,
lvía de asco, casi haciéndolo vomitar, y apartó la mirada. "Esta es mi c
ía puesto una vez más su sencillo disfr
na. "¡Exacto! Adelina, tú también eres una Wright, como nosotros. ¿Qué te
e a Kailyn, con una mirad
tara afearse, sus ojos perm
n derecho a pisar Waemery! Usar su enfermedad como excusa para infringir las reglas
ítimos" cayó com
ión, se enfureció y se lanzó co
se y se preparó para recibir el g
Ah
de que tenía un
e un empujón. Su delgada figura salió despedida h
rostro de la habitación, con una
tectoramente a Adelina, no pudo mantener la calma y es
que Elías la sostenía con fuerza. Elí
tó su agarre, ignorando por completo a Haley
ctáculo que monta
ás cerca y susurró con exasperación:"¡Te pedí que me ayudaras a mante
mbargo, ella esta
estaba ayudando a af
uedaba de compostura. La sonrisa tranquila que había forzado en sus
ambiciones; ella y su madre y hermanos también tenían la inte
ías, y su madre, Haley, tenía cier
edades y una empresa en Duifsas, a
cuada para él, y Anabel confiaba en que su aspecto, sus talentos y s
esperanzas se veían bl
! No solo era fea, s
ale
nterrumpiendo los amargos
de hacer que todos los demás s
ompostura. Después de todo, esta era la cas
í era Adelina, la forastera
dirigía a ella, Haley sin
está tu madre? La extraño mucho. De hecho, en unos días pl
familiar, como si fuera un
d. Tenía una sonrisa divertida pero desdeñosa en los labios." No te conozco. Y