De la prisión a su perfecto arrepentimiento
vista d
o venenoso en sus profundidades antes de recuperar rápid
dando apoyo profesional durante un momento muy difícil. Tú estabas en... una situación complicada. Alguien tenía que asegurarse
nervioso, se acl
lanzó a Candice una mirada tranquilizadora, luego se volvió hacia mí, con ojos s
nviando un escalofrío de
vista al parque. Las luces de la ciudad parpadeaban como diamantes esparcido
de intimidad. Sacó una pequeña caja de terciopelo de su bolsillo. Mi cor
ismo gesto dramático que había hecho hace tantos años-, ¿renovarías nuestros votos? ¿Me darías, n
a nieve cayendo, el hombre de rodillas. Era casi idéntic
Era una gala corporativa, el aire denso de tensión y champán. La empresa de Jasper estaba a punto de salir a bolsa, lista para convertirse
los susurros. Discrepancias. Desfalco. Las palabras se extendieron c
erlando su frente. Candice, incluso entonces, estaba ron
ético-. Lo encontraron. Los fondos faltantes. Los números inf
aba el marketing, la imagen pública. Las finanzas eran dominio de J
esesperados-. Un error en los libros. Pero si asumo la culpa, la
manos, su t
marketing, serán indulgentes. Una sentencia corta, un tirón de orejas. Te lo juro, Ashley.
ronándose, de él arruinado, que le creí. Lo amaba, de verdad. Creía
Jasper, mi encantador y brillante Jasper, había sacrificado a su esposa para salvar a su asistente, el precio de sus acciones y su preciosa imagen pública. Hab
odavía de rodillas, el diamante brillando bajo la luz artificial
plana, desprovista de cual
tró conmoción,
iendo? Pensé... pensé qu
dije, alejándome de la barandilla, el aire frío cala
ie, con el r
s reconstruir. Te he esperado, Ashley.
dejaste que alguien más manejara tu corazón roto. Ya no soy esa mujer. No creo en cuentos
aminé de regreso al
per. Dormiré en el
y desesperad
r. No hagas esto.
tre en el que había dormido durante cinco años. Pero la comodidad se sentía vacía. Porque incluso en esta jaula opulenta, seguía siendo solo un peón en la vida cuidadosamente construid