El Destino Nos Entrelaza
istente,
ó consternada: "¿Qué? Voy a estar en casa, e
las esposas de mis socios te invitarán a distintos banquetes y meriendas. Ella será la responsable de o
ase estaba ll
do!", se quejó Cassi
r el contrato", se mofó Dylan,
a otro término que habían pactado? ¿¿Pero cuá
cia. Empezó a arrepentirse por no ha
s de ropa y calzado. Es hora de que empiecen a trabajar en
a todo tipo de galas y eventos, e iba a nece
pondió Cheryl mientras escrib
arriba. Atravesaron un largo pasillo y vieron a al
señor. Buenos d
ar a un cuarto de invitados a su derecha y a un guardarropas a su izquierda. Toda la casa estaba m
omo queriendo absorber todo el calor que necesitaba. La brisa leva
llí. Cuando la vio de esa forma, sus
rjetas". Era una tarjeta especial: No tenía límite de crédito y otorgaba una serie de privilegios exclusivos. Solo podían tenerla los grandes políticos, em
Cassie quedó pasmada
stos", respo
tarjetas, pero nunca las había visto, y muc
rabajo por el cual me paga
an oficialmente casados, y no había nada de malo
ya te lo di. Por cierto, no olvides que esta noche cena
asintió Cassie
mano y le ordenó
lla sacó el teléfono y se
erie de dígitos. "Este es mi número. Guárdalo bien. N
s pensamientos de Cassie. Sin embargo, ella f
o. Y como aceptaste mi propuesta de matrimonio hace
ontinuó diciendo: "Indícale a Belle lo que te gustar
¿No vas a almor
la compañía", se excusó Dylan
as de los labios y con picardía preguntó: "¿Qué
apresuró a rebatir: "¡Para nada!
io la vuelta y sali
lmorzar sola, pensó que no habría ninguna necesidad de pedirle a Belle que le
dor y sugirió gentilmente: "Señora, ya que ha terminado
nsultarle: "Carter, ¿podrías llamarme por mi nombre? Me i
ra sonrisa: "Señora, no puedo
se capitalista?', s
nsidera la anfitri
supue
erías seguir mis órdene
o que había dicho, pero lu
tación y se dirigió c
n jardín desnudo, pero la realidad le dio una inesperada sorpresa. 'Los ricos son re
ua, estaban cubiertas de unos exuberantes rosales extraños. El l
nes de la casa: "La mansión cuenta con gimnasio y piscina. Tambié
o había llegado ni a la mitad del recorrido. Se sentó en el columpio qu
esó: "De hecho, el señor Lu me encargó tene
stancó. Se quedó mirándolo, petrificada
r qué compró entonces una propiedad tan grande? ¿
tanto caminar, en
: "Gracias por lo de hoy, Carter, p
la cabeza, Carter la
ó a Cassie con un vaso de leche
gundo plano. Tan pronto entró a la casa, le echó un vis
Esa gente ha ido demasiado lejos! ¡¿
idian sus magníficas historia
desmentirlo? Me da mucha rabia que se d
us extrañas conversaciones. Al pare