El Amor Equivocado
r y saludó a Quincy con una amable sonrisa, "
jaron de hacer sus quehacere
nsaba en ese momento y, de repente, se percató de que una mujer vestida muy a la ligera pasó frente a ellos.
que el anterior. Definitivamente no quería volv
estado siguiendo torpemente con su equipaje a cuestas. De la nada,
ra en adelante. Serás tú qu
beza y apretó los puños con fuerza. Las lágrimas le escurrían de los ojos. No quiso levantar la cabeza para mirarlo, pues no que
entras tanto, ella luchaba por contener los sollozos y él
ser, ¿qué tan noble podría ser en esos momentos? Su tío la había vendido
a morir!", Wanda se rehusó de nuevo y lo miró, tratando de co
es de momento la pongo
se dio la vuelta y e
dó atrás muy
tú, ¿qué estás mirando? ¿Quieres saber algo? En este mundo no existen las cenicientas, así que una chic
alabra, pues sabía muy bien lo
ea City. Así que nunca se fijará en ti". El gere
el señor Qin es el d
de lu
había juzgado mal, pues había pensado
aunque batallaba para
ría la iba a proveer d
ueño cuarto en el patio trasero. Por lo general, estaba prohibido que los clientes ingresaran a aquella parte de la prop
ente le ordenó a alguien que le diera un recorrido
ar al miembro del perso
sauna, el alojamiento, el comedor y e
ra en las salas de karaoke
servirles bebidas. Parecía un trabajo sumamente simple, pero Wanda sent
la primera vez que veía a su jefe llevar a una mujer a trabajar personalmente. Sin embargo, a juzgar por la forma en que habla
ó Wanda en voz baja y agachó la cabeza. Pues no p
por su respuesta, pero tampoc
quehaceres, no preguntar demasiado y no prest
asintió en respuesta. Mientras no tuviera que venderse al me
ó de explicarle las reglas, se l
on los quehaceres, pero a medida que pasaba el tiempo, podía sobrellevarlo de mejor manera. Aunque su vida se había vuelto aún más dura y ta
Allí, escuchó la voz de Quincy. No pudo evitar girar la cabeza y echar un vistazo al interior de la habitación, don
a suceder!". El rostro del hombre herido estaba bañado en sang
on hacia ella y la sorprendieron. Así que
rra del bar, seguía
estás escuchando? Date prisa y ll
señ
e, se dio cuenta de que tenía que llevar el vino a la habitación donde había visto a Quincy minutos a
que detenerla, así que frunció aún más el ceño y se inclinó. "Creo que teng
Un hombre alto salió y dijo con la voz ronca y seri
yudar a Wanda le hizo una reverenci
o debía presenciar. De hecho, había olvidado todo lo que le había dicho el gerente el primer día
tan aterrada que todo su cuerpo se paralizó. Se dio la vuelta solo para darse cuenta de que el hombre no la había seguido, sino que la dej
sobre la mesa, y al ponerla, esta hizo un sonido ní