Nunca Digas Adiós
de quimioterapia, ya se había acostumbrado a obse
tiempo. 'Mamá, tienes que despertarte..., por favor. Aún tengo que darte las buenas noticias', pe
en renunció a la idea de que se despertaría es
hacia arriba, vio a una mujer delicada y un hombre elegante, parecía c
mujer, mientras le lan
e disculpó est
la voz de la mujer era dulce, no se podía decir lo mism
ndo el impulso de poner los ojos en blanco, luego se movi
señado a no perder su tiempo
terponiéndose entre ellas. Ante la voz del hombre, la hostilidad de aquella mujer desapareció en un instante. E
n voz baja, pues era hor
ombre había volteado, lanzándole una intensa m
, por el momento era su casa, mientra
udad. En el vigésimo piso, el ala sur del apartamento estaba frente al mar, mientras qu
sí de lujoso. Nunca había vivido en una casa
s. En casa no había nadie, absolutamente nadie. En ese punto, Mary no se sorprendió, pues siendo
así que fue al supermercado para buscar comida que fuera conveniente para cocinar. Sin embargo, dado que no sabía cocinar, se conformó con comprar ali
nó el teléfono. Entonces corrió hacia
a llegó desde el otro
tú?", insistió la jov
arse la mano al entrecejo, aquella mujer rea
am", final
borizó de la vergüenza. "
casa esta noch
'Bueno, al menos me lo dijo c
e silencio mientras amb
nces.
nces.
aron hablar al
tú primero",
chica. "Bueno, te dejo",
te desveles", l
igualm
de que pudiera ter
an maleducado
ción de decepción. Después de todo, se suponía que hoy era su noche
sofá para ver un programa de variedades. Ella miró la pantalla del televisor,
ente, era una empresa que incursionaba en múltiples industrias, destacándose en todas ellas. La empresa había crecido muy rápido, y todo gracias
ensó súbitamente. Entonces la joven negó con la cabe
la calidez se palpara en aquel lugar, y era
de la oficina del CEO ta
irando las luces que destellaban por toda la ciudad. Incluso con la vista de la bullic
eléfono, dado que era la primera vez que tenía que dar su parade
s de él se abrió. Pronto, pudo ver la figura de un hombre r
el que Mary se había enc
rías estar celebrando tu noche de bodas?",
vas a estar burlando de mí cada v
untó, dirigiéndose hacia William. Ahor
rees que estaría aquí
ntre los dos hombres, mientras
eparará el futuro?",
mente? No
bebé", señaló Frank Liang. Fue ese día, cuando acomp
perar que tengas un hi
ima, al menos nos tenemos a nosot
ntes de sugerir, "O siempre p
padres, dudo que nos de
las onzas restantes de su vino. Dando a entender que habí
respiró aire fresco. Luego se es
para decirle que su jefe la estaba buscando. Sin nada que d
hí, tocó
spondió Willia
d?". La chica entró, inclinando l
y la miró fijamente. Ella llevaba un traje ejecutivo negro que resaltaba sus curvas
le preguntó
i nombre", res
de una breve p
uiero decir... William".
evo trabajo", é
artamento de Relaciones Públicas!". La jove
firmaba su nombre en los documentos, continuó, "D
ía solicitado a una asistente personal, de hecho, a su oficina r
espetó. "Está en el contrato
te, no he recibido capacita
rendas, ¿no crees?", respon
usa antes de que ella volviera a habl
que tu a
nar sus palabras, pues mientras pudiera sacar más provecho de eso, ¡no tendría problemas con n
ntaré los detalles una ve
oche?". Mary preguntó de pr
levantó la cabeza
ebo regresar"
, deteniéndola en seco. "Yo...,
pecho en cualquier momento. '¿Me está dando explicaciones de dónde estuvo anoche? ¿Por qué me siento tan feliz?', pensó. No
ruborizado, salió de la habitaci
pleto; saltó de alegría y entusiasmo. "¡Tengo un mayor salario!", susurró emo
ando aquella enérgica figura, provocando que las comisuras de s