Nunca Digas Adiós
enda grande pero sí muy concurrida ya que estaba ubicada en una calle bulliciosa cerca del L
ocho y media
. "Sé que llego tarde, no volverá a pasar",
, hizo un gesto con la mano. "No te pre
a pasar", le aseguró la chica mientras se pasaba la man
dijo Peter,
o salió vestida con su uniforme y fue a pararse junto a
no vendrá. ¿Por qué preguntas? ¿Necesitas habl
asintió. "Pues... sí
"Me aseguraré de informar a mi
ndió, "De acuerdo", y el chico se quedó mirándola, expecta
mente podré quedarme hasta fin de mes pero no podré seguir trabajando después". "¿Qué? ¿Por qué?", exclamó el
n sido muy amables conmigo. Es porque... Bueno, porque me casé". Al ver que sus ojos se ensanchab
endo la asombrosa noticia que había escuchado. "Mary, ¿te casaste?", dijo él, incapaz de ocultar su
lo estaba planeando, si te soy honesta, pero ya sabes cómo van estas
e molesta saber que te has casado. Yo tenía la esperanza
n tono ligero: "Oh, Peter, estás en la secundaria, no esperes a algui
dido. El muchacho sacó pecho y Mary no pudo evitar reí
uando ya no trabajes aquí?",
respondió sonriendo, "L
tu marido?", el chico
sentir. "No te preocupes por eso. Estoy segura de que no se pondrá celoso", le dijo a Peter. 'William no es del tipo celo
Oh ya veo. Está
n otras ocasiones cuando estaba todo tranquilo y no entraban clientes ella aprovechaba el tiempo para ponerse al día con los asuntos pendientes del otro trabajo. Ahora que estaba casada con el director ej
ta. Mary estaba arreglando distraídamen
para saludar al cliente, pero la sonrisa murió en sus labio
Qué estaba ha
a de conveniencia como esta? Por un segundo se quedó ahí parado, pero al instante se recuperó de la sorpresa y con una sonrisa en el rostro se ace
sonrisa deslumbrante en los labios. "Esta tarde te fuiste con
podía oler el alcohol en su aliento y ropa. Pare
istazo a su reloj, como si no supiera qué hora era en ese momento. "Bueno, ya son las tres de la mañana y la ti
hó un vistazo a lo que había alrededor y señaló a un paquete de chicle con sabor a menta. "Est
cle. '¿Para qué bebes tanto si sabes que va
"¿Por qué estás trabajando aquí? No puedo imagin
ió, tan solo dijo: "Ya es hora de qu
a no respondió a ninguno de sus comentarios, optó por ignorarlo. Él se inclinó hacia adel
graci
ra una mujer ir sola por la c
e volvió para mirarlo. La sonrisa había desapareci
. "Tienes que irte ahora. Si los paparazzi se enteran de que e
reocupada por mí", y antes de que la chica pudiera respon
había visto a Víctor en esta área. ¿Por qué entraría a la tien
calle. De repente, la sorprendió ver a un hombre apoyado en un automóvil estacionado en la
Qué es lo que este hombr
a llegar a casa. Lanzó un suspiro de resignación y ca
endiendo la mano para a
hacer fue mirarlo con mucha frialdad. "Suéltame. No sé qué pretendes, pero si
oltó el brazo y dijo suavemente: "No tengo ningún plan. Solo qu
e preocupas tanto por mí?", ella preg
ras abría la puerta del lado del p
e me lleven a c
que indicaba que no creía que fuera así. El hombre echó
del tuyo", di
otro lado del coche y se echó a r
"¿Sí y qué?", espetó, enojada
tes de que ella pudiera responder, el hombre levantó el sco
ó Mary y corrió hacia él, agarró su scoo
tienes que dejar que te lleve", dijo
do de la carretera. Estaban tan absortos en su lucha que no se dieron cuenta del llamativo Lamborghini rojo
carse a Víctor", dijo el primer hombre con inocencia. Era Frank, sentado en
scuros y entrecerrados. Después de un momento apretó e
Víctor ni Mary vie
preguntó Frank con los ojos fríos como
ía, indescriptible. "Lo que le has hecho a Víctor es inaprop
le estuve prestando demasiada atención a Víctor, pero te juro que eres tú
de Frank en la suya. "Yo también lo siento. N
estado de ánimo, le dirigió al hombre una sonrisa seduc
asinti