¡Pídeme que te olvide!
era
PETI
s. ¿Que acciones? Es verdad que un corazón joven está lleno de insensatez, locura e inestabilidad. Podría decir que en mi caso la adolescencia es una etapa algo complicada, pero aun así juzgo que irremediablemente la realidad de nuestras vidas, nuestros corazones nos hacen creer que todo lo podemos y que nada nos debe import
eran los de la idea de que era sumamente importante ir a la escuela, para que algún día yo pudiera superarme en esta vida. ¡Falso! No todo lo que tus padres planeen para ti resultara ser lo más sensato. ¡
viajar alrededor de una hora, al final del viaje terminaba encerrada la mitad de mis días en un mundo que solo los estu
fin de semana? -Me
to-. Dormir, ver una serie en Netflix o simplement
io era consciente de mi
iesta de Jules? -Pre
ode mi mochila cerca de mis pies y
que no me gusta
un poco trivial. ¿Ir a una fiesta? Emilio
patética chica anti
la parte trasera. Era obvio qu
tu opinión? -Respondí, s
dió el
blema de no querer socializar con nadie. ¡Debes dejar de hacerte la mártir! -Emi
no me gusta socializar, no esperes que cambie de opinión. Si te doy asc
comenzó a conducir. Salimos d
fiesta. Hay que divertirnos de vez en cuando -dijo-
capar un
stades solo se limita a mi querido chofer; así que no tengo un circulo, solo tengo un punto. ¡Emilio es el punto de mis amistades! Él resulto ser mi comienzo a la confianza y mi sostén para
Emilio es quien pon
a -dije con cierto aire negativo-. Sabes que en las fiestas
esta de Jules, de las cuale
repentiría? O por andar tragando mucha botana me duela el estomago y m
no crees? Eso de predisponerte a lo q
asentir. ¡Mi amigo tenia razón!Y bueno, el dra
*
Mis deberes. Mi hogar. Mi blog. Mis fotografiás. Mis postales.
ma sin vergüenza alguna, mis padres no se encontraban en casa, Lupita había dejado algo de
solía pasar mis maratones de Netflix. ¡Me sentía despreocupada! Hasta que la puerta de mi habitación se
después de poner pausa a l
e la tarde y tú
O y sonreí. ¡Yo me se
s algún
odar su
dar un paseo -se rascó
ice un puchero-, es
sentó en la orilla de mi
ijo mirándome fijamente
es que te acompa
do en dirección
ar unas c
olo
o iremos a ca
ción estab
con lo de
dije que
siempre me la pasaba en casa, todo lo contrario a lo que hacia mi amigo, que siempre salía a divertirse con sus cuates del equipo o con
-, pero antes hay que comer algo. No qui
erse por mi respuesta po
s. Toda la casa de Jules estaba repleta de gente que solo se movía para beber o se retorcía para intentar bailar en medio de la sala de la casa. Emilio había bebido al menos dos latas de cerveza y yo por mi parte, había dado solo un trago que sirvió para dar consuelo a mi soledad. La música era súper fuerte, todos gritaban y reían como
rveza? -La pregun
a mirar
stumbro beber cerveza
dor de su frente y unas gafas polarizadas que imped
costumbr
refresco
respuesta, se llevó a los labios aquella botella
e? -Pregunto despué
. ¿De verdad valdría la pena emborracharme? Nunca había estado en una fiesta con los compañeros de la escuela, así que todo es
s gafas polarizadas. El chico parecía sonreír, su boca se tornó en u
y me lanzó una mirada coqueta-. ¡
en mi interior. ¡Este c
ntarme la risa. Reí sin pena alguna y él simplemente me obse
sé! Dime algo
Jules. Su cabello alborotado y su boca bien dibujada eran sin duda algo atractivo de
sonrisa-. No sabes mi
impresión de ser mas que solo el chico el popular. Vi a Emilio gritar en el momento
o Aldo! So
la cercanía. Sentí su pierna rozarme la rodilla al ritmo del movimi
Yo ya sabi
egunté un poco
na sonrisa
lama la atención que la mayor parte de las veces te la pasas sola, sin la compañía de amigas o c
de mí oreja y le lancé una mirada c
aquel chico sentado? -Dije señalando a
ez? -Preguntó u
l. De hecho, fue Emilio quien me insistió p
formo un ge
-Dio otro trag
has estado observando dé tiempo, creo que no me observaste bie
sabor a alcohol que
anda, eres una chica qu
ece? -Le
como si en este momento mi intento por socializar fu
r a jugar? -El grito de
tino y casual fue el movimiento de mis
e veo luego -dije y me dispu
jetaba mi muñeca y la s
a. Estaba fría y los nervios repentinos aparecieron sin
aban clavados
as -res
y el aroma era sin duda delicioso. Me detuve a mirar a todos lados, pensé un poco en todo y terminé queriendo olvidarme de las tristezas de mi vida. ¿Sabia beber? Había bebido alcohol -específicamente vino- en las fiestas de alcurnia a las que papá nos
encima de mis ojos y en ese momento, nada de lo
era mi