La sirvienta más sexy del CEO
me decía que sí. Era la mandamás de un prostíbulo, ¿cómo iba a permitir que una de sus trabajadoras sexuales desobedeciese
te metes antes en la ducha para hacerte una lavativa te será más cómodo y más fác
ro bien excitada. -Volvió
ra ni de lejos una experta en la materia por lo que n
, todo lo que pude recoger antes de que el banco embargara
ca, secador de pelo, rizador, plancha... Pero también disponía de todo lo necesario para una trabajadora sexual: preservativos, lubricantes, pene
a que ulizase uno de los dos grifos, el que tenía forma de pene diminuto, para limpiar correct
cha con un pequeño bote de lubricante, que puse alrededor de
ue vivía con sus padres y, el mismo día en que cumplí los dieciocho, mi vida dio un giro radical al morir los dos en un terrible accidente de
itorio, pero todavía me resistía a intr
yn -canturreó la madame
rité para que pudiese oírme si
es ya es hora
itada, más bien estaba triste por la reciente muerte de mis padres, y no me apetecía nada empezar a jugar con ese consolador, pero a
acariciar mi intimidad con el pequeño objeto mientras con la man
tos de disfrute en la cama con mi exnovio en lugar de sen
endo de mi boca conforme el líquido de mi exitac
imiento con mis caderas. Sin embargo, el estrecho consolador no me proporcionaba el nivel de placer que mi cuerpo
nal con mi propia lubricación interna y lo coloque en la entrada de mi ano. Muy despacio, lo empuje unos milím
consolador entrase en mi ano, que cada vez estaba más relajado y más
ué estaba haciendo aquello, me limité a gemir y a
ó meter por la considerable diferencia de tamaño, pero una vez hecho ya no había nada que me frenase. Me coloqué en c
que fuese un hombre de carne y hueso el que practicase sexo conmigo de esa manera porque lo estaba deseando. Cómo había dicho la madame, es
sé en qué estaba pensando, pero seguí con lo que estaba haciendo, cabalgando sobre el pene de silicona para que siguiese pene
ame entró junto con la otra mujer y cerró
fav
aciones que me enviaba mi ano y olvidarme de todo lo demás, s
as niña -orde
en la postura que ella que
nsolador anal y te has ido directamente a por un
na falta, -admití orgullosa- me ha
completo el pene de silicona en mi ano, que no opuso ninguna
ustan los culos bien
za -Mientras la madame hablaba hacía que el pene de
frutando muchísimo. Me encantaba lo que la
al baño, vamos a darle a Marilyn la siguiente
Romance
Hombre Lobo
Hombre Lobo
Romance
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