La sirvienta más sexy del CEO
ier- ya no soy un completo desconoci
-pregunté con un tin
elo y jugó con él retorciéndolo en su
adame permitirá que vayamo
ien: me refiero a veni
vir co
he, de esa manera no te verías obligada a
ando en ser
serio, t
n aquel pedazo de bombón cada noche o hacerlo con uno o varios hom
ce
a- pues ahora mismo nos vamos a hablar con la
no quiere qu
oy a hacer una oferta qu
eguir acostarme con él no eran nada comparados con la suma que él le of
con que alguien a quien acababa de conocer gastase semejante suma de dinero en liberarme de la prostitución. Es verdad que la alternativa era seguir trabajando en el
eque, que la madame se metió rápidamente en el sostén por si se daba la
subí a mi dormitorio acompañada por Javier para recoger mis escas
radecía mucho la amabilidad de la madame, Max, Raquel y las demás chicas
n empresa de infraestructuras que operaba por todo el país y que a la mañana siguiente tendría que sal
única amiga en aquel lugar, pues la afable mujer se convirtió en algo parec
e yo había entrado jamás, uno de esos en los que la cama lleva dosel incorporado y la bañera es de hidromasaje, y
ado, por lo que no me iba a sentir
, el plumero o limpiar las ventanas, pues estaba acostumbrada a hacerlo e
a masturbación que me he hecho a mí misma en la soledad de mi cama o alguna vez que he utilizado uno de los chor
a casa, y yo me voy a ver obligada a hacer aquello para lo
úsculos de hierro, pero no me convence tanto tener que acostarme con él por obligación porque, ¿qué diferencia eso con tener q
que ponerme el uniforme que me ha entregado E
calidad, debe haber costado un ojo de la cara, pero dudo much
lta a la realidad- de esa manera ninguno de los empleados podrá verte casi desnuda. Vas a ser la ún
en la mejilla antes de marchar
los empleados varones de la casa va a verme vistiendo solame
ndo en una manera de saltarme la norma del nuevo uniforme que teng
r será verme de nuevo en la calle y, sin familia ni un lugar mejor
irme mañana con esa minúscula prenda de ropa q