La sirvienta más sexy del CEO
so era lo normal si tenía en cuenta que todos los demás integ
aredes y sin entrar al baño para no ver una sola cosa que me recordarse que esto en r
use a fregar los platos que supongo que las chicas habían manchado para comer algo antes de irse a dormir. También tuve tiem
e la que fue mi casa por parte del banco, a enterarme de las numerosas deudas que mis progenitores tenían y que yo desconocía por completo, a que no iba a poder seguir estudiando en la universidad y, por consiguiente, no iba a poder terminar la carrera de Derecho...
ra de mi voluntad, trabajar en un prostíbulo, en cambio, quería decir qu
a una rutina: por las mañanas dormiría, por las tardes asistiría a clases para ser lad
n, pero yo tenía que verlo como algo normal
is padres. Lloré desconsoladamente durante horas sobre su retrato, llevándome la imagen al cora
introdujo al mismo tiempo un falso pene en mi vagina, pero disfruté mucho más todavía cuando al mismo tiempo yo misma me introduje otro fals
imera en la que le ofrecería mis servicios sexuales a un hom
resto de lágrimas. Al mirar a la repisa en la que estaban todos los juguetes sexuales me sentí tentada de uti
os por la noche y rizarme el pelo con el rizador. Después rebusqué en el gran armario y encont
ado para trabajar en ese local aquella noche, volví a salir
dame- estás preciosa. Esta noche
aci
ue nos ha prepara
Lu
nuestra
osotras mismas las que n
a deshora, pero Lucía hace comida a las dos de la tarde,
de había una mujer mayor bastante enfa
do, eh?, ¿qui
pasa,
s sabéis que la que se encarga de eso soy yo.
e ninguna de las chicas fuese culpada por ello-. Estaba muy
, -dijo la madame- fui yo
aberme puesto así. Si te sirve de consuelo, la verdad es que lo has dejado todo muy limpio, -bajó l
as, su
ijo la madame- Lucía es
un poco guarrill
contrario no estaría trabajand
unque sus palabras destilaban veneno era evid
ron presentando, una por
e dejado sola ayer, M
sé que ten
o te hubiese
yo, -dijo Max-
ge a nuestras chic
ción a las palabras de los demás. Lo único en lo que podía pensar era que dentro de una
o con mi exnovio, pero nunca ante
gieron cargadas con cubos, balletas, ce
co tienen nada que lim
do la sala, Marilyn?
staba muy
La madame dio dos pa
er los utensilios de limpieza en su l
hoy me va a tocar limpiar e
o también
eres como un rob
que no t
a descansar, porque estoy muerto de s
sala, Marilyn. -Guiñó el o