Tiempo De Perdonar
tas, lámparas, y demás motivos, los trabajadores llegarían en contados minutos, un nuevo juego de sillas, mesa, y techo serian la novedad, le colocarían unas luces para la noche y unas lámparas q
ban en la habitación, mientras leían sus respectivos
bo dejar organizada la cena
todo arreglado, no t
que maravilla
nada, solo colocarte tu h
solo la familia, y Mich
icha
tan solo nos quedan unos días, creo
zón, todo está listo, bi
ueño, otro nuevo día les esperaba, la
s, Leila despertaba con algo de pereza, se estiraba y contorsionaba, no quería
nes que habían quedado en su oficina, sería solo pasar a buscarlos, el f
ros muy claros, blanca, un metro sesenta y tres, coqueta, esbelta, sexy, se
, lavó su cabello, error que después se perc
ió a secar el cabello de forma rápida, ence
sonaba ins
con todo, así puedo ir y dejar todo listo el sábado bien temprano, Aida est
todo listo para cuand
mos, espero que me brind
cepillar su cabello, una vez lista quedó perf
rna, con medias negras y unos botines negros, tomando
endía su auto colocando algo de música mientras a
estos asignados a visitantes, en la recepción le saludaba
a, muchas
scensor llegaba al tercer piso, al salir se dirigió
quince minutos, la verdad es que tenía h
tratar alguna buena banda que toque unas dos horas, ya sabes de todo u
jazz, hacen soul, algo de músi
sacar conejillos de sus
cómico H
ndo al señor Lewis, y dejó varias carpetas en el amplio
ficina de Joey, el tendrá l
Kent, as
elos saltarines, eso sería nefasto que Aida ve
acio, son únicos
no habrá sorpresas-. Horacio le son
se instante, le acomod
mejor se
n mano algunos otros serían llevados p
nífico olor de su perfume era exquisito, Le
tos, sin ningún tropiezo en camino, m
s razón Leila, no
l es el
as, algún vino, rosas, cenar en familia, ser comp
ates, a mí nunca me
r ti, por alg
ojos la miraran con interés, entre un gesto co
vitaste n
tas puedo solici
ienes un vino
a oficina
e lo quedas
sto de paquetes sus manos se rozaron un poco, los labios de Leila eran seductores, el continuaba hablando de detalles y
rofundos, serenos, sonrisa seductora, si no fuera casado, d
llegaré temprano, ¿Es p
padres y los chicos a cenar, Keil
en tu casa para d
sta vez ella le acarició sus dedos, mientras le contaba de lo hermoso que quedaría todo, sintió que un lat
uieres algo, o necesitas pagar por an
llam
en la mejilla, Horacio le miraba ahora alejarse con paso sere
ora, si están por aquí cerca, podemos ir juntos, Aida no podrá llegar a tiem
omprando algunas cosas para mañana, iremos a un
entido de la
ces, siempr
me lo di
lamaremos cuando este
amada, pero al mismo tiempo intentó marc
az de salir con
ió irse por las escaleras para caminar un poco, la mañana había sido algo atascada de fotos, elecciones, y demás, mientras caminaba algo distraída su mente dejó el lugar por algunos segundos, sus pensamientos iban lejos, muy lejos, le propondría a su esposo irse de vacaci
diera a Horacio? Lo haría, una sorpresa así era