LA NOVIA DEL DRAGÓN
cido como todos los demás, pero el hecho de que se mantuvi
scolar cuando salió; en la mochila llevaba ropa de c
podría ganar. En otros no tenían seguro social y, en la mayoría, le pedían que llevara un permiso legal firmado por un adu
de edad, podría hacer que entraras al almac
onde van los más
ia as
cuesta un m
del lugar. Si pudiera vender una sola de aquellas prendas, podría pagar un día en
era del lugar que podría ser la salvación de Rosie, donde la
es mala
. Tu problema no es l
extendió una mano y le quitó una migaj
simpatía al ver su preocu
una m
to el cabello
usar t
hacha
muy
guir una identi
¡
no hay much
-una vez más- su cara más desagradable. Se sintió angustiada; entrelazó las
ber algu
ña. -La secretari
la adolescente. Se quedó mirándolos hipnotizada; jamás en su vida había visto algo tan hermoso. El
otar que ya no la segu
muy
dos en él, como si tuviera un imán-.
udia tomándola del brazo; debía apartarla de es
ró y regresó
siones; nunca l
a tu casa y cuida
uvo; descubrió que eran una versión similar a la imagen q
on esto te regresas de inmed
mana, que ya tenía una semana sin trabajar; la economía era cada día más penosa. Si no fuera por Claudia y su hermano -ambo
ometo que en cuanto cons
alo; v
artaron e Isabel se retiró de inmediato. En su paso, se topó nuevamente con e
una llamada telef
-la saludó fingie
rosa de Rosie le erizó la
l aliento y apr
ó, sintiendo el peso de
ra pesada-. Me duele mucho... -Sollozó y dejó escapar un g
ortal se hizo presente-. ¡Rosie,
inmediato a su casa. La angustia se apoderó de su
háblame,
tras colgaba y se guardaba el móvil en el bolsillo del pan
a? -preguntó nervi
as sin control. Estaba a punto del colapso de solo pensar en su herm
pudo decir entre sollozos. Claudia se preocupó-; ¡o le dio u
era peor: si padecer la enfermedad como Rosie o vivir en constante angustia co
amos en
e pidió que fuera a ver a Rosie. Ambos eran de las mejores personas q
lízate; a lo mejor solo
la miró de reojo; marcó a su trabajo para
ero insistió en que regresara a su trabajo; no quería darle más problemas. Lo mismo sucedió con su hermano, un chico de aspecto dulce
os dos; si pasa alg
, no dudes
rmuró, con
a estar en completa calma en espera de un trasplante, que no podían hacer en ese lugar por no contar con el equipo necesari
gustia regresó con más fuerza y su rostro se desfiguró por el d
negó a creer que su destino fuera el que tanto
para darle alguna noticia sobre Rosie? Se iba a volver loca. Le faltaba aire; tenía que
egando la maldad que habían tenido que soportar durante toda su vida; las muchas veces que su hermana deb
o le faltara nada y debía compensarle tan
ana despertara. Sollozó con fuerza y las lágrimas que no tenían fin inundaron sus ojos,
u interior; un dolor que era lo más cercano al problema cardíaco de Rosie. El mismo
no se recuperaba, su vida no tendría sentido. Tenía que buscar la
cemento y siguió llorando. Esa