LA OBSESIÓN DEL PROFESOR
los que piensan muchos, es la parte más complicada de la propuesta pedagógica. El saber por qué vas a enseñar determinado conten
so a ojear unos papeles aproveche para enviarle ot
ón al enterarnos que trabajaríamos con las notebooks no tar
a saber qué deseaba, por qué me llamaba. - ¿Qué vas hacer? – yo puse mi mejor cara de asombro haciéndome la desentendid
ugar un rat
no dejar nada que lo llevaste a descubrir que la de los anónimos soy yo. Una vez que lo hice, puse
ónimo123@
: Me d
ez le ha pasado lo mismo? Tener un sueño caliente y sudar de la excitación hasta mojar las sábanas. Aunque para serle sincera, me masturbe
eos, buscándola entre las miradas de decenas de mujeres, mientras yo me deleitó de cerca, con su mirada, su fragancia exquisita
ecorreremos con la intención de descu
a lo mejor, algún dí
re su
a ya que eso me expondría. Luego miré a Dani y le guiñe el ojo con lo cuál le estaba diciendo que lo que iba hacer, ya lo había hec
.
escubrirla era algo que me estaba quitando el sueño y ya no sabía que hacer. Encima aún faltaban dos días para
n que haya pasado por alto, algo que no noté y que haya dejado entrever la autora
ónima me atormentaban día y noche y no me dejaba vivir en paz, todo, hasta lomas inútil se me hacía difícil y tortuoso. De repente, un sonido me saca de mi "intento de lectura" y al chequear de que se trataba mi mandíbula cae al suelo
encima de mi miembro y podía sentir el dolor de la excitación queriendo se escapar por mis poros, por
ité a observarlas. Las recorrí una por una, tratando de descifrarlas, de encontrar algo que me hiciera decir – es ella – pero nada, por m
e habían morado y puedo jurar que la "agarré" justo cuando Ayala, le hacía señas para que
s con sus equipos. – les dije serio, sin levantar la menor
r. – Me dice la
po, y para que no sea extraño, s me había ocurrido algo. – necesito que me devuelva
ni podía permitir que se diera cuenta de ella mentiría,
más bien usted y la Srta. Campos trabajen juntas, por eso las mande a
alarme una sonrisa ¿Coqueta? Se aleja moviendo de una manera las caderas que
condía ¿Será que ella es mi anónima? Mientras charlan ambas respecto del trabajo, creo yo, ella juega con su pelo al mismo tiempo con come un poco dulce. Verla ahí, chupar y sobar el caramelo me hizo tr
de distinguir. La manera de chupar ese chupetín me tenía hipnotizado y
le dije sonrojado e incómodo de
Qué pasa? ¿Por qué no puedo apartar la vista? ¿Por qué me siento seducido, hipnotizado a su belleza?
i, a lo que me preguntó. Imaginé se explicar que no comprendí su d
.
e la computadora de Ayala pero por alguna razón algo me decía que siga hurgando p
volvía hasta mañana al mediodía por lo que pese a todo, podría estar tranquilo para pen
rma de escribir en alguna de mis alumnas, necesitaba pensar algo que me ayudara