LA OBSESIÓN DEL PROFESOR
rrorizada que estaba. Estuvo aproximadamente una hora, desde su casa hasta el colegio, tratando de convencerme que dejara lo que habí
hago, pero a inevitable lo que siento, lo que a mí cuerpo le pasa al estar cerca, lo que me tiemblan las manos por toc
ía, le hicieron un escáner a su cuerpo desnudándolo por completo. Es que no era la única que se derr
rabajaremos con los diseños. Les enseñaré como se usa, dónde se ubic
ga se pierden en la nada ¿Quién es capaz de prestarle atención si mientras habla
Esto último me dejó pensativa ¿Qué pasa si me contesta? ¿Y si quería saber quién soy? Porque está bien, yo deseo tenerlo para mi haciéndonos de todo, pero ¿Qué pasa si se me da
sobándome el brazo. -¿Qué pasa? – l
pasa. Estás ida. –
a cuenta que soy yo la del
que querés? – responde sorpr
sé. – le di
ofendida para voltear para atender l
- digo pero
onsecuencias. ¿Qué puedo decirte? Joderme, pro boluda. – conclu
ea compartir algo? – docente no puedo evitar derre
discúl
ispuestos si no van a poder cubrir las expectativas les pido
abía desencantado, sin embargo para mí esos no había pasado. ¿Qué puede hacer a un homb
ra que trabajaremos con ellos por lo que de un instante a otro, el aula se envolvió en
ndonos más trabajo, cuando de repente su teléfono sonó y antes de tomarlo pidió disculpas, para luego salir del salón. Minut
ara le desayuno. Hasta hoy todos los días lunes tenía libre, lo que sucedió fue que me asignaron la materia de Filosofía de la Educación para tercer año de prof
n se atreviera hacerme una broma como aquella? Tenía decidido hablar con los directivos de la institución para que t
sus celos. Vanesa no es de esas mujeres que los adolescentes dicen tóxicas, todo lo contrario, pero si llegase a saber que una alumna me manda mensaje
, y lo que me respondieron fue que, con al única persona que debo tratar es con la vice rectora, Julieta, quien se encontraba de licencia y hasta el próxi