Corazón de Fresa
ena, los cuáles estuvieron encantados de aceptar el nombramiento. Sin embargo, lejos de que Catrina y Liam dejen de pelearse la situación se agravó. Kentin había pedido una
húmedo y oscuro cómo en Harry Potter pero tampoco una suite presidencial. En comparación de las habitaciones d
a que iba Liam, nos ahorraríamos en transporte y en la cuota. La preparatoria Sweet Armonis había cerrado, en su lugar ahora funcionaba u
preparar el desayuno para mi familia, con cuidado llené la tetera con agua y la puse al fuego. Tomé pan y encendí la tostadora para que se vaya calentando, esa tostadora funcionaba terriblemente mal. A raíz de un s
rvió el agua preparé café para mi esposo y para mí, saqué la mermelada y la mantequilla. Escuché el
Liam eran muy diferentes entre sí, cómo agua y aceite. Cuando entré a la habi
iam dirigió sus ojos verdes, igu
ó de manera sencil
acias -respondí-. Ya e
ento bajo -dijo y c
rigí al cuarto de Catrina y entré. La luz estaba apag
ovía para que se despierte. Nada-. Catrina, arriba cariño. Hoy debes de acompa
urmuró e intentó
rriba. Ahor
entras abría los ojos y se incorporaba
vestirla mientras ella bostezaba con fuerzas. Le coloq
que ya estaba despierto y vestido, pero muy ojeroso. Había estado trabajan
ijo obedeció, se percató de mi presencia y me
, Kentin tomó a su hija en br
l techo. Si Liam era tranquilo, Dante le ganaba de lejos. Pocas veces lo había escuchado llorar, si tenía h
e su habitación para ir a desayunar con mi familia. Al bajar, vi a Kentin intenta
n pedazo de tostada en la boca, pero ella en vez de cerrarla para que la comida se quede adentro la dejaba abierta, ento
provocar a mi esposo. Deje a Dante e
un día -le amenacé. Mi hija me miró aburrida, s
sta Dante, que es un bebé no hace los berrinches que haces tú,
avabo a limpiar lo que usó. Me costaba creer que aquel niño sólo tuviera siete
de comer mientras que con una mano tomaba el café. Casi me lo trago de un sol
Dante, amor -dijo Kenti
tarde, papá? -pregunt
¿por qué?
es el partido de la escuela -dijo Liam. De reojo vi a Ke
y continué con Catrina. A mi hija no le gustaba que le atase el cabello
edimos de nuestro perro y salimos hacia afuera, Kentin desactivó la alarma del Jeep y metió adentro su bolso d
a a subir y ce
, amor -di
buen día en el trabajo -le dije
despedimos con la mano y encendí el motor de aqu
o un poco más nuevo" pensé
tro con mi hija y Dante para hacer un par de compras, en especial la lista
atrina a escoger los zapatos
complicado -dije mientras respondía co
quedé helada de la sorpresa, olvidé que Catrina esta
? -pre
S
decir... Ayer hablamos por videollamada
podía creerlo, se me hacía imposible, inconcebible que
estoy con mis hijos haciendo una
asajes para volar a Irlanda esta noche -me pidió Gaeil. Luego de un int
debía de mantener la compos
compramos ese calzado que se estaba probando mi hija, y nos dirigimos hacia el auto. Ya estaban empez
, pero me saltaba directo al contestador. No tenía opción... En la próxima salida en vez de tomar la
sa, mamá? -preg
to y luego iremos a casa -respondí. Para calmar a Catrina coloqué su M
detuvieron y me pidieron mi iden
óvil de Kentin, pero aún seg
mos con cuidado de no hacer mucho ruido, pero Catrina estaba muy entusiasmada ya que era la primera ve
ablar con él con urgencia, es un asunto de familia -dije, el soldad
á? -preguntó Catrina mientras señalaba una caja de cr
acomodé a Dante en mis brazos, quiso empezar a llorar pero lo calme. Le toqué
uché el sonido de unas botas a medio trote. Kentin llegó un tanto exaltado y hasta sorprendido de que yo
ntenta de verlo en otro horario
alzó en brazos, le dio un beso y
entras sonreía. Kentin captó la indirecta y la dejó en el suelo mientras me seguía la corriente
celulares en mi clase, yo tampoco puedo us
s. Mi esposo se quedó estupefacto y abrió mucho s
er... -susurró. Vi cómo empezaban a brotar l
. para esta noche... -las lágrimas me cerraban la gar
, o que su hija estuviese ahí, o que los soldados que nos atendieron estuviese mirando to
los niños la muerte de su bisabuelo. Liam tuvo permiso para no ir a clases, pero continuó asistiendo por desición propia. Kentin regresó de Irlanda bastante deprimido y con ciertas noticias: Su tío David
niños. Dante ya estaba bastante crecidito y sus ojos habían cambiado de color,
cer las compras, tenía una mirada un tanto extraña, demasiado entusiasta pa
para ustedes -anunció Kentin. Yo lo miré extrañada-.
rina y estiró las manos para tomar e
y rompí el papel. Dentro había una camiseta
a de Pluto
bservé a Dante que estaba usando el sombre
a Disney Wor
World! -exclamó mi esposo. Creo que n
que nuestras vacaciones habían costado más caras de lo que habían resultado. El cambio del dólar se disparó y apenas llegábamos a fin de mes. La cosa empeoró cuando nos atrasamos dos cuotas con e
tación y escuché a Kentin llorando. Abrí un poco la puerta y observé, Kentin e
un trabajo. Yo sé que trabaja mucho y muy bien con la casa y los niños pero... No puedo dormir tranquilo pensando en las cosas que hay
anta y mi labio temblaba. A como dé lugar, así sea