Corazón de Fresa
con uno en caso de necesitar sacar fotocopias. Había realizado muchas llamadas, había muchos puestos de trabajo que me interesaba
pero al mismo tiempo eficiente. Había tenido muy pocos empleos en mi vid
stintos lados por mí, lo mismo Gaeil y Helena,
s niños. Como Kentin pasaba demasiado tiempo en el trabajo, Gaeil y yo íbamos al parque con mis hijos para que pasen un rato
lquier sitio, no es por desmerecer a tu trabajo, pero es la verdad -le dije mientras Catrina jugaba en las estructuras infan
-preguntó Gaeil, sacó un cigarrillo y lo encendió. Yo
lucha con los niños, ayudarlos a hacer la tarea y estudiar mi caso para poder ganarlo-. Kentin cuando puede me ayuda, pero
ras se llevaba el c
repentida?
con Ayaka-. Cuando estudiaba me mostraban una visión completamente distinta a lo que vi cuando trabajaba con C
on un buzón -dijo Gaeil,
-pregunté, G
ue siente que la engañaron o la estafaron -dijo, luego lanzó una
a Liam y Catrina que jugaban cada uno por
é. Efectivamente, mi hijo más pequeño se había dormido-. N
do tiene hambre y está sucio, sino se queda c
Gaeil. Miré mi reloj, ya eran las siete de la noche y debía de pasar por el supermercado ante
eil asintió-. ¿Puedes llevarme al súper más ce
o que me pidas -dijo. Llamé a los niños, que me suplicaron quedar
al huracán. Luego de hacer las compras, Gaeil me llevó a casa. Abrí la puerta y dejé entrar a los chicos mientras yo llevaba Dante en los brazos y mi cuñado las
una golosina y se la dio, pero mi pobre perro ya no tenía dientes, a
á cagadera -dije mientras dejaba a Dante en su sillita; en ese
e, ahora me toca a mí! -gritaba Liam mientras inten
mi turno de ver televisión todo el día! -Catrina estaba intentando torcer uno de los dedos de su herman
ro no podía separarlos. Gaeil me ayudó tomando a su ahijado mientras yo inte
ermana. Escuché las llaves en la puerta y entró Kentin trotando, alertado por el griterío que habían provo
que mis dos hijos, porque nosotros también soltamos a los niños. Catrina y Liam se soltaron mientras
pezó Catrina. Kent
Liam se fue arrastrando los pies y Catrina int
o platos, Kentin suspiró molesto y se acercó a sus hijos. Otras veces, mi esposo se sentaba delante de ellos para que sus ojos estén
que me digan que pasó y quiero que me digan toda la verdad. W
Hora de Aventura hasta que nos fuimos al parque con mamá y el tío -
-dijo Catrina, mi esposo seguía de br
le pega a una mujer -dijo Kentin con toda la dureza de su voz-. Y tú Catrina, no está bien que agredas así a t
hacía tronar las cervicales, seguramente estaban pensand
on el mismo castigo -dijo Kentin-. Así que sumaré sus edades y ese
s solos y se acercó a su he
sonreí. Gaeil le guiñó un o
iró Gaeil, Kentin lo miró
con fuerzas y escuché su corazón latiendo en su pecho. Eso sie
cierto, había tenido un normal dentro
luego sus guantes de cuero, tomó sus l
Thomas esté ya tramitando su jubilación era algo muy bueno, ahora iba a poder tener tiempo para su pequeña hija,
a de su papá -dijo Gaeil, Kentin se le colgó y empezaron a pelear en juego. Dant
ueño, lo tomó en brazos y lo lanzó al aire. Dante no paraba
ndo la mesa y preparando todo para empezar a cocinar. Sólo cuando se cumplió el tiempo im
is hijos no podían comer eso, así que esta vez mi cuñado debería cooperar. Nos sentamos a comer y yo serví la tarta de verduras, carne y queso que había preparado. Kentin bendijo la me
, lo felicitamos y le dimos nuestras bendiciones-. Pensamos casarnos
no. Estar casado es algo marav
reí, Kentin me
das es algo que me encanta -dijo, no pude evitar reírme. Ese Gaeil era sin dudas único-. Sólo esp
. El techo no podía esperar más, necesitábamos cambiar las canaletas para que lluvias no nos tomen desprevenidos. Kentin aún no había arreglado la calefacción cent
ilia se olvida de cosas tan importantes como
aramos a los niños para ir a dormir y una vez que los tres estaban
omé mi cepillo, le puse pasta y me lo llevé a la boca, Kentin apareció detrás de mí y me imitó. Mientras con una mano movía el
enjuagué. Salí del baño y
sposo a oscuras y con la
dije y volví a encender la luz. Ke
oso y para mí cuando la casa demandaba tanto. Kentin salió del baño y apagó la luz, se quitó la ropa, quedando solo en bóxer y luego dejó
rió. Sus ojos verdes se encontraron con los míos y observé cómo ya empezaban a aparecer las primeras arrugas en su rostro. El Kentin de trei
tiempo para nosotros, con tantas cosas en la cabeza, el trabajo, la escuela de los niños,
riposas en mi estómago, hasta ese momento dormidas, se despertaron
entimiento que él. La rutina había hecho estragos en nuestra vid
con suavidad, recorriendo mis mejillas y mi nariz, luego mis labios
cer le daba gra
había nacido por cesárea de urgencia, ya que llevaba cerca de doce horas de labor de parto y aún no tenía la dilatación suficiente para alumbrar. El resultado fue que ahora una enorme cicatriz
zo cosquillas y su respiración me estaba volviendo loca. Sin dejar de besarlo,
-susurré en
ndome mientras sus manos empezaron a subir por mi estómago y mis pechos-. Odio esta
ando su mejor lencería? Los labios de mi esposo dejaron los míos y se localizaron en mi cue
jé escapar un gemido. Kentin continuó sus caricias mientras no paraba de atacar mi oreja y cuello. Se recostó encim
s brillaban como los de un zorro en medio de la noche, mordió sus labios mientras presionaba más sobre mi ingle. Se estaba conteniendo... Me quitó la camiseta y termi
a Dante -le dije mientras Kentin se r
liciosa -susurró en voz grave, cuando Kentin quería po
tis y con cuidado me las quitó, ahora estaba totalmente desnuda. Continuó besando ahora mi intimidad, no
é. Kentin se arrodilló cerc
le abrió para él, me aferré a las sábanas mientras recibía a mi marido. Kentin gimió mientras pene
mientras que sus dedos se enredaban en mi cabello. Nunca habíamos estado así de unido
de mi oído. Me mordí los labios, su perfume
laban con los suyos, sus movimi
mos dormirnos ya eran las seis de la mañana. El Sol empezó a entrar por nuestra ventana mientras yo me
Kentin no quiso molestarlos pero ya eran las diez de la mañana y des
rar el jugo, sonó el teléfo
versando mientras yo preparaba el desayuno, pero un grito de emoción de Kentin me sacó de mis pensa
a mí, aún con una naranja en mano, Ke
-exclamé s
iguió una plaza en el ejército! -dijo, ¿qu
? -chillé, ¡no, ni
es g
? -pregunté, Kentin
ción inicial y el curso de nivelación, pero ya verás que e
é, Kentin me miró sorprendido-
trabajo de lo que sea!
prosti! -exclamé-. Lo lamento por tu padre,
e, pag
ñana y dejar que te digan de todo, ¡mi respu
as de trabajo sólo porque no tienen nada que ver co
rechazad
echazaste trab
ué pensarían los niños si ven que l
verdad, que tra
si nos llaman del colegio porque los chicos les cuestan a sus maestras
casa, deja que me faje el
o indicando que todo est
ina y Liam que nos observaban aturdidos y sorprendidos. Pero lo que
discutir de esa manera,