Mis Tres Tesoros Más Preciados
croquetas de queso y, después de unos 20 minutos, le sirvió la cena y lo llamó: "Braint, la cena está lista". Tras el llamado de la mujer, el niño miró
rencia: "Estoy seguro de que la comida no sabe bien, aunque si huele muy rico". Mientras tanto, después de comer un bocado de la ex
las que quieras". Luego, sin poder comprender por qué el niño estaba en la casa del sr. Valentine, le preguntó con gran curiosidad: "
ueño de la casa no tenía hijos propios; mientras tanto, frunciendo levemente el ceño, Braint asintió con la cabeza y le respondió: ""Sí, más o menos". Tras escuchar su re
da, Braint volvió a recodarle: "Él no es feo". Por otro lado, en el segundo piso, el sr. Valentine entrecerró los ojos hacia Demarion, que estaba saboreándose los labios con discreción y, de hecho, parecía como si est
dre: "Papá, no quiero que una extraña sea mi madre". Mientras que, como el hombre tampoco sa
llevarlas a su dormitorio; luego, despidiéndose amablemente le dijo: "Deberías descansar temprano". Después de decir ello, Braint subió cuidadosamente las escaleras; pero,
todo segura si confiar en ese pequeño, ya que, después de todo, ella aun ni siquiera se había acostumbrado a sus nuevo entorno. Luego de ello, Eliza se dirigió a la cocina y comenzó a limpia
go, dándole la espalda y mirando indiferentemente a la pared, Demarion le dijo: "No me lo comeré". Tras escuchar la fría respuesta de su herman
mismo me dijiste que no querías una madrastra, ¿por qué cambiaste de idea? ¿Por qué me traicionaste así? Eres un traidor". Tras escuchar la triste respu
ared de su habitación, añadió: "Solo quiero a mi verdadera madre, a ninguna otra". Mientras tanto, en la ca
ltero por el resto de su vida y, la mujer que había llegado le pareció una muy buena candidata. Sin embargo, sin querer entender razones, Demario
s se calmó un poco, gracias al aroma tentador de las croquetas de queso flotando en el aire. Al final, Demarion no se aguantó las gan
comida cocinada por las criadas de su casa; mientras tanto, justo cuando estaba masticando la segunda croqueta del plato, Demarion escuchó la voz de su he
estás actuando muy raro hoy". En realidad, Braint era indiferente a la mayoría de sus bromas; pero ahora, no entendía
ó cuidadosamente el plato, bajó las escaleras y pudo ver a Eliza durmiendo completamente acurrucada en el sofá, y aun temblando de miedo. Después de verla, Demarion c
despertó instantáneamente, y vio al niño de antes, con un plato en la mano parado frente a ella. Al verlo así, Eliza
con la cabeza y le respondió: "Sí, tengo hambre". En realidad, Demarion no estaba mintiendo con su respuesta, pues todavía tenía hambre; mientras tanto, al
ud de Braint, pues solo hace poco le había dicho que no podía comer nada después de las 8, además, le había preparado una gran porción. Aun así
misma: "Oh, vaya, este niño tiene un gran apetito". Cuando terminó de comer, Eliza, quien estaba un
verdad es que como mucho". Luego, extendiendo su mano y enseñándoles dos de sus dedos, agregó amablemente: "De ahor
upliques la porción, y la comida debe ser exactamente la misma, ¿de acuerdo?". Eliza estaba un poco aturdida con tal petición del niño; sin embargo, con una sonrisa en e
ra ti". Después de entrarle ello, Eliza acarició cariñosamente la cabeza del pequeño y, con una sonrisa
ró hondo y, cuando Demarion se perdió de vista, fue nuevamente al sofá y siguió durmiendo. Por otro lado, en el piso de arriba, sobre la mesita de noche de
mujer, dijo: "Por ahora, le daré mi aprobación; sin embargo, todavía no me gusta del todo. Además, ella es muy buena cocinando; así que, me comprometeré a llevar una mejor relación, solo para poder disfrutar