Una esposa de mentira. Saga familia Duque.
on voz suave María Paz-, no vengo a
Paula, abriendo sus
brindó una cá
dremos privaci
a muy sencilla, le dio pena con la elegante señora,
sea seguir? -Señaló con su mano hac
ió Paz, y camin
puerta, era humilde, pero le gust
a se
con sus pasos, observó dos camas sencillas, una mesa en donde reposaba una simple cocineta, tenían un estante plástico
brió la única ventana-, tome asiento
añuelo para limpiarse y aclararse
antó su vista en la dama
hijo logró que los municipales confiscaran mi carrito, no he v
aclaró
rio, vine a charlar contigo. -La miró con
a, caminó por la pieza
he salido adelante sola, sin ayuda de nadie. ¿Por qué ahora usted pretende hacerlo? ¿Para pagar
cucharla, resopló y lueg
abría tomado la molestia de venir hasta acá, simplemente te habría mandado de regreso tu carreta -exp
de un solo golpe dejó caer su
enloqueci
*
e su camisa mirándose al espejo,
stible -se d
che, y frunció los labios al ver de quién se trataba. No contestó,
por lo mío? -cuestionó
ndrés
ías para terminar de juntar el dinero, es demasia
rsona-, sabes bien que las deudas en este país son sagradas, si
endré que deshacerme de ti -dijo mirando su Rolex de o
y en ese momento su hermano g
hermano lo guardaba en el bolsillo de la chaqueta. -¿Vas a emp
entó Juan Andrés y frunció los labios. -¿Crees que mi pap
completo, sus ojos se
tidad, eres un inconsciente -recriminó tirando de los rubios mechones de su cabello-, hac
za, volteó y enfocó su azulada
pude haberlo evitado -expre
! -gritó Juan Miguel-, estaba
rew, la garganta se le secó
idad! -rebatió Juan Mig
se le llenaron de lágrimas y salió despavorido de la
*
o con la cabeza-, yo no soporto a su hijo, y usted pretende que finj
iero que sepa lo que cuesta llevarse el pan a la boca cada noche, y tú eres la única que puede ayudarme, por favor -su
solo y desprotegido que iba a quedar con su partida, el alma se l
o no me pida esa locura -e
s médicos, de la operación,
los labios,
mi enfermedad? -vocif
investigar, no podía hacerle una propuesta de e
es igual a su hijo, creen que el dinero lo compra todo, pero
de pie y sus
o es salvarte la vida, piensa en tu hijo, si decides cambiar de opinión, llá
la pieza, Paula tomó la ta
en la esposa de mentir