Una madre en apuros
calentarse al verlo
ayudarlo, todo empieza a tomar su sitio y luego Elián se sienta.
siguen clavados en mí, no sé qué buscan, no sé qu
pensé que Diego Alba vendría hasta aquí, no pensé que él estaría ahora en esta c
iego
r Alba, ¿qué ca
para
Elián. A veces me deja con la
sponde con una sonrisa
boda?-ahora Elián dec
án.-digo, solo par
miga tuya.-comenta a modo de crítica. A papá nunca le agradó Susana, solo porque decía que yo no era buena
e, es Susana. Deja de
cocinas
dan aquí cuando se casen, puedo darte un poco de com
ía, a mí no se m
ara de hacerse amigo de mi hermano, porque el Elián parecía haber encajad
la expresión que puso Elián
ás aún no terminan, Camila! ¡Mal
dó de otra más que
decidía alejarme de la mesa y
la noche o en alg
tras Diego sonreía.-Come rápido. Tengo su
carretera toda estrecha y llena de niebla cuando no
él quien tocó mis pies debajo de la mesa, pero no del mismo modo q
deza. Apreté mis manos sobre la mesa, mientras que mi única defensa contra eso
s terminado. No recojan, pue
corrí hacia la puerta, h
ué hací
zón iba con tant
fe, lo que ambos habíamos acumulado, nunca fue mi intención volverlo a ver, jamás pretendía ver su rostro otra vez y más luego de ser
a al cobertizo, tenía que tomar un poco de aire, el cielo estaba nubl
que haces
ía ve
lo demás, ¿por qué actúas agradable con mi hermano? ¿Por qué decides queda
e conoces como tu jefe, Camila. De mí, personal, no sabes nada. ¿Ahora me cuestionas? ¿Te asusta mi
o que teng
gustas, no desde aquella tarde
er
lías con Tommy, al final estabas
ah
esulta que hemos coinci
no me creo, no me cre
entremos,
oscuro, soy perfectamente capaz de ver tu
ca se llegó a un acuerdo, luego ese hombre falleció, su hija se quedaría a cargo de su hermano y yo pensé que ella vendería....porque ella es de la ciudad y no la creí capaz de quedarse con este lugar o sacarlo adelante. Entonces esperamos una semana y yo decidí venir hablar con esa mujer,
a yo, que ese era mi padre, mi hermano o s
e sí! ¡No
llegó en tan solo u
hacia él.-Camila, Tyler llevaba todo lo relacionado a esto, las ventas, las ofertas, yo solo daba la autorización de lo que él sugería. Lo único que sabía era que había un señ
no puedo
que tantas coincidenc
bién por el despido o dirás que cada maldita cosa que sale de mi boca sigue siendo mentira, Camila? Sé que esa es la parte más fácil, creer todo eso, pero...¿te hubiera dicho que haré lo que sea para que esa mujer venda, si supiera que eras t
ana, antes de que yo abra los ojos, espero que estés fuera de mi cobertizo y de mi propiedad. Y por si aún no lo sabes, no vamos a vender. Es el lugar de mi hermano, es su
cobertizo, sintiendo los suyos detrás de mí. Cuando entramos, él
mir en el coche, Camila.-ofreció,
a planeado. Tampoco debiste venir aquí, tenías que haber dejado que tu mágico Tyler resolviera todo, confías mucho en él, ¿no?-comencé a desnudarme para ponerme el pijama y él
tes de saber
a?! ¡Ya te dije que no ven
que no depende s
beza, me senté en la esquina del incómodo colchón, Diego comenzó a quitarse sus za
mo esperas que ronque?-lo vi quitars
crees que
r en calzoncillo y camiseta, a me
ez tu pantaló
No es mi culpa que pienses de manera morbosa si
dame la espalda, no quiero desperta
ensible.-dijo,
di la espalda antes de
él, creer que mentía y al mismo tiempo sentirme en tensión con su cuerpo al lado del mío, eso era lo incómodo, porque escuchaba su respiración y
ugar que ocupaba? Este cobertizo incluso ya olía a él,
escuchar el tono de mi voz, la
¿sigues d
que estábamos a oscuras y al pare
mi cuerpo ardía y las ganas ya estaban apoderándose de mí.-Admito que tengo ganas de que me tomes, es...vergonzoso, pero tengo que ser sincera. Te deseo.-sus piernas se unieron a las
nto a Diego, hasta que
sató entre los dos y ahora parecía que no
entras el deseo se hacía más fuerte, todo lo que deseaba era tenerlo dentro de mí. M
am
s eran temblorosos mientras lo sentía, su pene se hacía sentir, sus caricias, sus manos, a
e venda, mi yo sumisa le firmo lo que haga falta
na a Diego Alba, mientras yo solo estaba entregada al place
ostenía, su pene en lo más profundo de mi vagina y una sensación muy extraordinaria en todo mi
eces, así toda berrinchuda, infantil y tan testaruda, un poco ca
nó al chocar con la suya, erizando todo mi cuerpo.-Desconozc
e ti, lo bueno, lo malo, lo
e tengo algo mal
u pene se movió en mi interior. Salió de mí y se recostó a m
mitirlo, odiaba que alguien como tú no estuviera en mi
oy tuya
ándome sobre él. Mis manos se apoyaron en su pecho y comencé a moverme, elevándome, sintiendo que sí, que
rella, me sentí triunfante, se elevó mi ego y ya no pude
e abrazada a él,
trañándolo, odiándolo y sintiendo lo mismo que é
llegado a las cinco de la madrugada, lo qu
u posición
pero ya lo sabes, él siempre hace su trabajo, me olv
cios, no espero que pierdas, pero
os olvidarnos de este amargo detalle
mías, muy abrazada a mi pecho. Te
Camila González, la