No me quiero divorciar
ó a Marilyn a otra de sus pro
al que Joshua la había llevado la última vez. Aunque solo había estado en su casa una so
tener sus propias razones para traerlo aquí, y ella simple
tió lentamente una luz púrpura, salpicada de diminut
sorprendida a Joshua, !As
ron por primera vez dijo casualmente que le gustaba el cie
abitación por primera vez, pensé que te gustaría si te traía aquí, así que compre este lugar – Jo
ra tan cómodo como un hotel, sino fuera por su abuelo, se habría deshecho de la indeseable Astrid inmediatamente, pero ahora que su a
da con la talentosa Marilyn? Todo lo
lyn se agitó frente a su ca
eró y sus pensamientos desordenados fueron inmensamente desplazados al fondo de su
os ojos de Marilyn. De hecho, cuando vio por primera vez a Joshua, no pudo evitar
sintió tan feliz que incluso deseó que el tiempo se detuviera pa
xtranjero– Marilyn está cautivada por el cielo estrellado qu
ginalmente, era un día nublado. Joshua se había puesto en contacto con la oficina meteorológica para deshacerse de las nubes y que Marilyn viera un cie
oshua sonrió y tuvo un poco de remordimiento, ¿Qué le pasaba? Mar
sobre Marilyn. Aunque el tercer piso tenía una capa de cristal aislada,
sonó el teléf
diablos perturbaba su mundo y
Incluso en este momento, en el lugar que solo le pertenecía a él y Marilyn, alguien llamando
a llamarlo? ¿Qué cara tenía para venir y perturbar s
éfono llamo la atención de Marilyn y giro la cabeza para mirar a Joshua, per
teléfono despreocupadamente ¿Qué podría querer esa basura?
ires por dónde lo mires, no se
importante...? –antes de que Marilyn pudi
Joshua recuperó la dulzura que acababa de mostrar – nad
a como la cena de hoy, la hacía sentir incómoda, pero las palabras de Joshua le de
el ceño. Sintió que algo debía estar pasando porque Joshua estaba entrando en pánico. Por primera vez vio a Josh
e saber quién
ua estaban a la vista de Ma
quería decirle a Marilyn que solo era ella en su corazón, pero todavía no. El c
ar que eso suceda. Incluso si se lleva todo el resentimiento de Astrid, no puede dejar que Marilyn lo sepa. Mientra
rdo de divorcio tranquilamente ayer, ¡no estaría ahora así! ¡Todo estaba así po
eos egoístas, forzando a dos personas que se aman a sepa
uesto, Joshua no se lo mostró a Marilyn. Definitivamente, enco
ío aquí, ¿Bajamos?– dijo y esta vez estab
e retiró, y la mano de Jo