Una cura para mis delirios
inicia esta historia. No es un dormitorio,
rtátil. En su pantalla se aprecia un extenso documento cuyo contenido es confidencial. Detrás de él, en el centro del
entrar, así las personas que salen jamás se encontrarán con
egante escritorio y, más allá, en la
hay una mujer enferma y un
rapia c
y con algunos arañazos, se yergue y estira, como cuando trotaba por las mañanas. Su pecho sube y baja y
Ya no puedes seguir
lo felicita. Ya tendrán un tiempo a
davía trota por las mañanas-. Nos estábamos entendiendo ta
ayudarte... Me he convert
o, pero rápido. Quiere irs
erivar con
tiempo antes de
llí espera. Él la ve desaparecer por el pasillo, seguida de la estela de su p
ervativo y rocía desodorante ambienta
a, L
s el Ford azul que
es
ndolo, creo que iba a
lama Augusto antes
él sigue las señales que, como flechas, le marcan el cam
ud, ¿me pe
e el aroma de la mujer que corría. Las gua
ara él. La fotografía y va a sentarse. En el tapiz de cuero del sillón ve marcas de manos po
e ha ocurrido y revisa la fich
Alessa
: 25
trastorno de h
rece sumamente inter
as afectivas... comportamiento compulsivo... autolesión
el de la cuenta bancaria, todo está en la fic
infracción, supong
sienta fr
uerte no existe, pero se lo dejaré pasar. ¿Recuerda que m
¿Ya ti
las bragas todav
✿
doble, hoy estoy t
alguien la seguía desde su casa. Llevaba una falda corta y una blusa
de amor,
psiquiatra t
ras no mates a nadi
ntaba también en la barra. Pidió un trago, vodka azul. No lo p
ó. Era bueno esperando, sobre todo
caron el suelo. Luka también se paró y avanzó, sincronizado
ro, el equilibrio se
y, cuando por fin lo vio, s
como el mar, la abso
la barra, al otro lado de donde ella estaba. Pi
vodka azul y se lo estaba bebiend
tenía impregnado en la ropa. En el espejo comprobó lo evidente. Sus mejillas enrojecidas, los labio
asta que tuvo arcadas. Respiró. Intentó pensar en las recomendaciones de Augusto y lo visual
y lo maldijo por ser tan sexy. Necesitaba
anas de
equila
seguía mirando el whisky, del
baño hay una lla
as... No siguió mirando o se quedaría visco. Se levantó, dejó unos billetes
lvió en la prenda que olía a cielo y
o, metió las manos
tró sus