Una cura para mis delirios
tanas falsas, que se habían inventado para prevenir la claustrofobia y el es
distribución de los empleados -
ivo? -preguntó Li
acía antes de venir a revolver el gallinero. Dicen que se aburre rápido de t
ncón para evitar ser rozada entre la multitud. Se había puesto una blusa holgada y un brasie
rancesco, vayan al sexto p
nombraste -r
despedida
s gra
sin protuberancias-. Alégrate, ahora trabajaremos se
su bolso y sa
gunos cambios son
guió caminando con el mismo
rás el a
fuego en la entrepierna. Esa fue la sucesión de
las escaleras. E
so. Últimamente e
nsancio eran indistinguibles con los de la excitación sexual. Además, el ejercicio
la rápida. Apenas y conocía a algunos programadores. Nadie se había sentado todavía, d
ión le llegó de pronto y se tensó. De
ió disparad
a, alucinar rodeada de tantas personas la dejaría en evidencia. Eso le pasaba por no tomarse los a
con la vista fija al frente,
la habitación y sin alcohol o tanta calentura de por medio, se dedicó a analizarlo. Debía medir un metro ochenta, cabell
er fruto de su mente enferma. Esperaba que le alcanzara la imagina
é hace? -dijo
ró Alessa-. Si voy al baño a
as y topos! Presten atenció
ban en el rincón, Alessa tanteó el trasero de la alucinación. El abrigo estorbaba, pero se
rtuna de ser guiados por un experto, lleno de ideas fresc
tar su mano de ese caliente trasero im
de presentarles a nuestro nu
sa. El hombre avanzó entre los presente
n silenciando y todo se vio como una película frente a sus ojos, que ya no distinguían entre ficción y realidad. Alessa ha
ación que había calentado su cuerpo se estaba convirtiendo en horror. Un sudor frío le recorría
empleados empezaron a
vo piso, el jefe quiere h
guo, el nuevo
maginario, al que de imagina
rita Montoya -dijo
arecía en nada a su hermano Francesco, que era un moreno
la silla, clamando por
e ocurrió en el salón? El
palabras la hicieron r
decir que lo confu
saber co
guien que cono
etear a alguien en el trabaj
r" se oía tan bien saliendo de esa boca, acomp
debió ver al nuevo jefe por algún pasillo, su mente guardó la espectacular imagen y el resto lo hizo la calentura
a. Tiene antecedentes pen
más daba satisfacer la curiosidad del hombre c
as a l
specífica,
eron intimand
ario le había chupado el dedo le produjo una morbosa
no es suficiente para
varias
Está acostumbrada a ser
s. Esperaba no dejarle mojada la silla. Tend
ndecencias ahora? Se
yo respeto mi lugar de trabajo. Sé que no es una excusa, pero no he estado bien úl
a. ¿Ha acosado a algu
ro qu
on alguno en esta
iba a volver loca. Su fantasía realmente
que respeto mi l
o con el que había tocado los de ella en la fantasía del ascensor. Alessa quiso chupárselo también y
sas me desagradan mucho más que las acos
nadie aquí en el t
o con todas sus fuerzas. Se
me he toqueteado con algu
ltaba la lengua y el brasier y
ólo
as compañe
é como que el episodio del salón jamás ocurrió y usted deja
torita
, s
a. La vio correr por los pasillos como una rata en un laberinto hasta meterse en un baño. Quería
lla. Supuso que ya había llegado e