El bebé de mi cuñado
las chicas, quien encendió la cámara de
con los ojos cerrados, la joven drogada levantó lentamente su falda por encima de sus muslos b
rtida la rubia- ¡La mejor despedida del
nadie y las luces de colores del boliche parecían fuegos artificiales que molestaban en
a en su cabeza bailando con más fuerza, se
dor, gotas caían de su frente que pegaban mechones rojos en su piel. Tironeó el cuello de su camisa que
- festejó una
a!- las chicas se
es, se hacen las mojigata
mpió otra- A este paso va a termina
o a la mujer, que asustada se achicó en su lugar, esquivó la mirada y
todos los botones dejando al descubierto sus pechos que solo estaban
a que el cabello rojizo y revuelto de Helena rozaba el rostro del hombre, que lentamente comenzó a deslizar sus manos por el largo pelo tirándolo hacia atrás y dejando al descubierto el cuello largo, delgado y vulnerable de la mujer. Ace
más y más hacia ella. Otro hombre se acercó por delante, sonriendo de forma lasciva al ver lo disponible que estaba la hermosa mujer, tomándola d
es hora de irn
esta la
spedida de soltera?- Se burló- ¡por favor! Esto era solo la previa, qu
Ka
s chicas!-
bía robado el puesto de secretaria a quienes en verdad lo merecían, pero también porque Sebastián Aller tenía su atención en ella, todos se habían dado cuenta de
on esa expresión de fastidio y
e exclusivo junto con su s
a hacer olvidar de todo esto- Lo an
e el odioso y engreído de su hermano mayor Sebastián iba a contraer matrimonio con la hermosa rubia que era s
lón favorito, en el que apenas llegaba a
obra en buscarle a una linda damisela que pudiera borrar su trist
eradas, las que se les insinuaban sin disimulo, también las más hermosas, pero no querían a una que no parase de h
aba y vio a un grupo de gente rodear a una joven que bailaba en medio de la pista s
las mujeres con las que se acostaba Aller, muy similares a Katlyn, más bien la colorada que parecía tener varias copa
chica y llévasela a Alan,