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La Pelirroja de los Perros

Capítulo 4 Otra loca por los perros...

Palabras:2494    |    Actualizado en: 23/10/2023

cocina con su carpeta en la

uidadosamente con trancas, para que no se cerraran. Allí vió una multitud de camas para perros organizadas contra las paredes. Había

ían una leve capa de polvo, de pocos días, quizás una semana, pero no había adornos ni artículos personales. Abrió un armario y como esperaba, no había nada en él. Salió de allí y entró a la siguiente y se repitió la escena. Igual en las siguientes habitaciones, de las cuales, una parecía ser la principal, por el espacio y el tipo de mobiliario. Llegó luego a la última y al abrir la puerta, se en

a. Allí encontró a Alex hincada con u

ocurrió a

erdido de su casa porque tiene un collar pero no tiene dirección escrita, trataré de encontrar a su familia- miró

o. Le sorprendió ver que la puerta había sido adaptada con una venta

carpeta -lo miró molesta- y si le parece puede venir conmigo para que vea q

ebería por el olor de los desechos de los perros. Alex sabía que era

comenzó a recoger todo, luego procedió a lavar muy bien el

ajo cada día para mantener sus animales adecuadamente cuidados. Ha

do se volvió a mirar a Manu

señorita

Al

onozco que mantiene el lugar lo más limpio que puede en estas condiciones. Esto es, como le dije, u

z más, lo mataré con esa pal

ón de quien ya lo ha hech

ono sus cuerpos en mi jardín, debería traer a sus policías y revisar, ¿quién di

e sabe cuándo podrían e

rse en nuestras vidas, ya vió que los perros son atendidos adecuadamente, trabajo muy duro para que sea así. No puedo evitar que hagan "cosas" porque es anti

prohibido porque causa perjuicios a su comunidad y que debe salir d

a dormir" como le dicen porque piensan que es menos horrible llamarlo por

sin embargo, es un hecho que para que pueda conservarlos debería tener un a

trabajo para vivir, insensato! - le gritó y le molestó más

ay opc

s, así que van a tener que conseguir opciones- Alex s

tiene una situación diferente al

respete!

oy haciendo mi trabajo y ust

fingida dulzura- ¿Cómo quiere que sea amable si está ame

ondición de los animales no está en peligro por el momento, recomendaré a mis superiores se le conceda un plazo para remover a los animales de la casa, bien sea q

e de mis perros, ¡no es justo! - la voz chillona en esta última frase reveló el estado de a

hecho de que debe hacerlo, los perros no pu

ad que lo caracteriza, supongo ¿Cómo pueden

me, se le notificará por escrito la fecha en la cual deberá haberse li

eguir hogar para todos tan pr

lo que puedo h

o me haga favores, amigo! Y lárguese de mi c

peccionar los camb

va a volver!

a la puerta. Salió de la casa y veloz como un rayo atravesó el jardín ant

" como decía. Había visto esa situación varias veces y todos sufrían, sin excepción. La mayoría eran ancianos abandonados que deseaban llenar su sol

encia? - pensó en voz alta Manuel, a la vez que enc

nó en el parqueo de un gimnasio. Sacó de la maleta d

allí cada día y quien en ocasiones entrenaba junto a Manuel. Luego se dirig

nzó su rutina de calentamiento, sin apenas notar al resto de los present

uera debe haber ocurrido algo tremendo para que e

trenamiento y apenas volviendo por un instante la

abajar yo en tu rutina - le habló muy bajo con tono seductor y col

da

ra ni la más leve atracción por ella. ¿Qué le pasaba a ese tipo? Prácticamente se le lanzaba en los brazos, intentó seducirlo con todos los medios que conocía, pero nad

empeñada en lograr q

sus pies a todos los hombres del lugar, menos al único que le interesaba. Desde que comenzó a trabajar allí y conoció a ese hombre altísimo, bien formado, de rostro serio y pocas palabras, le gustó y lo quería para sí pero ninguna de sus tácti

r unas pesas, dejando deliberadamente su tr

e corrían rumores sobre sus preferencias, se aseguraba de mantener la distancia con las personas de su

rsonal. Sus muy escasos amigos conocían los pormenores porque eran personas de la

enamiento como algo puramente físico, pero nadie entendería jamás que su disciplina era para mantener el control sobre su vida. Estar en forma fue de

dmiración y saber que los hombres se derretían a su paso y para alguien que ha tratado de

diera hablar, escuchar y ser escuchado. Definitivamente, Isis era el tipo de mujer para una aventura y él no iba en esa dirección. No estaba interesado en una relación seria por el momento, pero tampoco deseaba acostarse con alguien que no le resultaba interesante. Cada mujer que hubo en su vida estuvo perfectame

pasar la noche o los fines de semanas solo en su casa, o quizás ir

s, decidió mantener esa línea sin cruzar en su trabajo y el gimnasio. D

la insistencia de la joven entrenadora. Sin duda e

s. Allí se encontró con Gabriel quien ya termina

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1 Capítulo 1 - ¡Esa mujer es un peligro!2 Capítulo 2 Manuel3 Capítulo 3 No te metas con mis perros4 Capítulo 4 Otra loca por los perros...5 Capítulo 5 Amigos...6 Capítulo 6 No mordemos...a veces.7 Capítulo 7 ¿Un café 8 Capítulo 8 Qué extraña mujer!9 Capítulo 9 Hola Mauricio10 Capítulo 10 Una gran feria11 Capítulo 11 ¿Problema resuelto 12 Capítulo 12 ¿Ella lo sabe 13 Capítulo 13 Un hombre muy agradable14 Capítulo 14 Bonita familia15 Capítulo 15 Recuerdos16 Capítulo 16 En aquella plaza17 Capítulo 17 La protesta18 Capítulo 18 La invitación19 Capítulo 19 ¿Ese Mauricio Villarreal 20 Capítulo 20 Lo inesperado21 Capítulo 21 Una gran sorpresa22 Capítulo 22 La tía Carlota23 Capítulo 23 Enfrentados24 Capítulo 24 Una diosa roja25 Capítulo 25 Cosas están pasando26 Capítulo 26 De camping27 Capítulo 27 La jugada de Isis28 Capítulo 28 Complicaciones a la vista29 Capítulo 29 Bienvenido a casa30 Capítulo 30 Temores31 Capítulo 31 La chica de la fotografía32 Capítulo 32 Sé que dijiste que no, pero...33 Capítulo 33 ¿Me perdonas 34 Capítulo 34 Extrañando35 Capítulo 35 Querida Ariana36 Capítulo 36 Felicidades, papá...37 Capítulo 37 Pensando en cambios38 Capítulo 38 Hay algo que debo decirte39 Capítulo 39 Una extraña fotografía antigüa40 Capítulo 40 Becca41 Capítulo 41 Descubriendo verdades42 Capítulo 42 ¡Soy una mentira!43 Capítulo 43 ¡¿Quién eres tú !44 Capítulo 44 Lágrimas del alma45 Capítulo 45 ¿Te casarías conmigo 46 Capítulo 46 ¿Enloqueciste o qué 47 Capítulo 47 Problemas, problemas, problemas...48 Capítulo 48 Manuel o Mauricio49 Capítulo 49 Puede besar a la novia.50 Capítulo 50 Vamos a encontrar a tu hermano51 Capítulo 51 Una sorpresa para Isis52 Capítulo 52 Nunca estarás sola53 Capítulo 53 El día del video54 Capítulo 54 Yo soy Aurelio55 Capítulo 55 ¿Toda una familia 56 Capítulo 56 El abogado eres tú, no yo.57 Capítulo 57 Traspasando los límites.58 Capítulo 58 ¡Se la llevaron!59 Capítulo 59 El rescate60 Capítulo 60 La más difícil decisión61 Capítulo 61 Huellas de Amor62 Capítulo 62 Un triste adiós63 Capítulo 63 Hermanos64 Capítulo 64 Sanando heridas65 Capítulo 65 Soy la suegra, es lo que hacemos66 Capítulo 66 ¿Qué voy a hacer contigo, Manuel García 67 Capítulo 67 Y...¿si me besas