icon 0
icon Recargar
rightIcon
icon Historia
rightIcon
icon Salir
rightIcon
icon Instalar APP
rightIcon

Muero por tus besos

Capítulo 5 Reclamos

Palabras:1160    |    Actualizado en: 02/05/2024

ho de no haber tenido ningún tipo de avance que presentarle

diendo? Esto no

malos, es todo -se

o eso no justifica que hagamos mal nue

ndrá resultados po

Necesito resu

que el hoyo que se abría en su

esfo

gruñó di

abilidad, sino además, como castigo, su jefe le pidió que editara un s

do con sus malas vibras, ya que en esa ocasión se le ocurrió funcionar con una

ar menos de la mitad de las imágenes que estaban a

miso de forma implacable, como si le la

silla, con los hombros caídos y la cara es

una ojeada hacia sus compañeros. Ellos evit

ias y salían de la oficina en silencio,

medida que quedaba sola en aque

ños, pero el de ella solo estaba lleno de papeles

llevarlo a casa e intentar realizar esa noche un

de la limpieza apagaban las lámparas de cada oficina de

uz. Por eso, el camino hacia la parada de bus parecía un doloroso viacrucis

ara irse con ella, todos la habían abando

vés de la nieve que esa tarde había

grado comunicarse con ella a través de mensajes

ess. E

a, y chateando con disimulo para que su j

ej

án enloqueciendo co

sufrir

categórica, y acompañó la queja co

ma, hermanit

nsejo. Era muy fácil para otros pedirle que se relaje c

es diera noticias de su paradero a sus padres, pues quería castigarlos por la embarazosa situación en la que la había

uera una niña. Prefirió responderles con la misma moneda. Se largó del lado de ambo

Marie le envió por Whatsapp fotos de su

n su novio y con unos amigos de este, eran tan genial

mbargaba a su hermana, sin embargo, eso le recordaba que ella estaba sola, e

esándole con intensidad sobre los hombros

dad y materializarse en algún sitio lejano, donde pudiera respirar oxíg

leza, pero solo lo encontró en las luces artificiales que engalanaban los adorno

cia. Los muñecos poseían en sus rostros sus típicas sonrisas bondadosas y se man

rabia arder en su pecho. Tenía que descargar su

rsonas que se hallaban en la parada. Prefirió perderlo

paraban de la parada del Metro sería buen

uró que nadie la veía, entró en el cercado que contenía a los muñecos y

dre y a la madre, pero un grito de advertencia lanzado desde el interior de la cafetería la

distancia, luego siguió andando apresurada, pero

l realizar aquella infantil travesura alivi

ción del Metro, disfrutando de la soledad

Obtenga su bonus en la App

Abrir